lunes, febrero 15, 2010

Libro obligatorio para nuevos ministros de Piñera


En los reputados pendrives que colgó del cuello de sus ministros, el presidente electo, Sebastián Piñera debió incluir el libro de moda,  The Spirit Level de los epidemiólogos Richard Wilkinson y Kate Pickett. (The Spirit Level. Why equality is better for everyone de Richard Wilkinson y Kate Pickett,  Penguin, 2009. En español: Desigualdad: una análisis de la infelicidad colectiva, Turner 2009)

domingo, febrero 14, 2010

David Levine, el célebre caricaturista


                       
De cáncer murió el célebre caricaturista  del The New York Review of Books (1926-2010).

Sus caricaturas se pueden ver por cada año AQUI

Ilustración: Isabel Allende, 2002

miércoles, febrero 10, 2010

Carl Michael Bellman: Melancolía de la jarana infinita del más grande poeta sueco, un genio que muere en un calabozo.



Un 4 de febrero de 1740 nació en Estocolmo, Carl Michael Bellman, el mayor genio literario sueco. Un poeta tan vigente, tan vivo y tan dominante hoy, que lo escuchan y lo aplauden las chicas y los chicos en cualquier concierto de rock, en cualquier fiesta universitaria, o cualquier celebración de la empresa o fiesta familiar. 

El inevitable paso de los siglos lo ha mejorado, y, como los grandes vinos de guarda, mantiene su estructura y su fuerza, su frutosidad y su cuerpo, que demuestran la salud de la planta.

Estocolmo tenía 72 mil habitantes en 1740, olía mal y las enfermedades llevaban muy directamente a la muerte. De hecho, la madre de Carl Michael procreó 14 hijos, 7 de los cuales murieron de niños. 

Estocolmo era un puerto activo y había cerca de 900 bares, un alto consumo de alcohol y una extensa prostitución. Bellman tiene descripciones realistas de la vida de esos pobres y dignos seres, y los personajes principales de sus poemas y canciones son precisamente dolidos alcoholizados y meretrices. 

Bellman no moraliza, no los mira desde arriba, al contrario, escribe con compasión y simpatía y con su trasfondo de dolor, vacío y frustración; pues sí, la intensa tristeza y la dulce miel de la melancolía en la fiesta urbana.
Bellman da confianza, por que no dudaba y por que sus obras están probadas. Su energía, su irresistible felicidad poética, su fuerza mística aun hace temblar las paredes.
Escribía con envidiable liviandad, libre de convenciones y muy vivaz sobre dos cosas lucidas y cardinales para un humano: 

primero, la alegría del festejo y, segundo, la angustia, ay, la zozobra de la muerte (“púrpura y oro muta a jirones y basura”). 

 Es decir, dos cosas básicas: la felicidad y la brevedad de la vida.
Su padre era abogado y Carl Michael recibió una buena educación, aprendió alemán y francés, las artes literarias y comenzó a escribir cartas, poesías y a traducir salmos. 

A los 17 años publicó dos libros con sus traducciones. A los 18 años ingresó a la Universidad de Uppsala, aunque la mayor parte del tiempo allí, tal como ocurre hasta hoy con ciertos estudiantillos, lo usó para ser animador de parrandas. 

Ese hábito continuaría a través de los años: irse de juerga con peculio prestado. Una vez sus deudas lo llevaron a huir a la vecina Noruega. A los meses es indultado, aunque el banco descubrió un hoyo financiero pues varios de los funcionarios se habían prestado dinero para irse de fiestas con el ameno Bellman.
Bellman, un significativo pilar artístico, se movía con su cítara desde los bares a los salones de la aristocracia. Allí había patees de aves, papas cocidas en salsas, verduras guisadas, frutas secas y pescados frescos muy bien aliñados, acompañados de vinos importados, cervezas y aguardientes, mientras él declamaba y cantaba sus melodías.
Bellman publicó 82 parodias a la Biblia, las llamadas Epístolas de Fredman, su alter ego, y publicó además las Canciones de Fredman, una antología de sus mejores y más populares canciones. 

Se afirma que sus melodías a menudo era prestadas y reelaboradas, de operetas y canciones populares.
En 1772 el rey Gustaf III da un golpe de estado contra el parlamentarismo. 

Bellman había compuesto Skal Gustaf (Salud Gustaf) que se transformó en un popular himno real. 

III era un mecenas cultural y creó la Academia Sueca, la Academia de la Música, el Teatro Real y el Ballet real.

Bellman fue el predilecto del rey. 

Pero, lo que son las cosas.

El 16 de marzo 1792, el rey se dirigió al Real Teatro Opera, Kungliga Operana un fiesta de máscaras. Caminó por el salón y un hombre enmascarado y vestido de negro sacó una pistola y le disparó en la columna. 

!Bam!

Muerto.

Bellman amaba a su rey y su desaparición le debe haber dolido. 

El juglar se había quedado sin su protector. 

Pero Bellman continúa su vida del mismo modo. Un poeta no tiene alternativa, su pasión lo arrastra y no puede rendirse. 

Su economía empeora y sus deudores no lo perdonan y lo acosan y termina en la cárcel, en una galera fría en un país frío, donde enferma y muere a sus 55 años en 1795.
Pero la muerte y el paso del tiempo no han importado. 

Con certeza se puede decir que Carl Michael Bellman está intensamente presente. Por ejemplo, Ve como nuestra sombra, la Epístola Nr 81, la interpreta a coro con el público joven, entre muchos otros, el rockero Joakim Thåström y la banda metalero While Heaven Wept.
En esta Epístola, Bellman construye roles, fiel a su estilo. Aquí están su amigo Movitz, y la gruñona y sedienta Lövberg, a quien van hoy a enterrar y que no presionará la uva ya más. 

Bellman usa el modo presente y comienza normalmente con un llamado imperativo, en este caso: “Ve”, y también usa motivos de la antigüedad, como el griego Carontes, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río.

Ve Como Nuestra Sombra
 
Ve  como nuestra sombra, ve Movitz mon frere!
Como la tiniebla la circunda,
Como una pala de púrpura y oro se altere
Y mute a jirones y basura.
 
Carontes saluda desde tumultuoso río,
Y el sepulturero da tres paladas con brío,
La uva tú ya no afanas.
Por eso, Movitz, ayuda a poner el frío
Mármol sobre nuestra hermana.
 
La campana atrae la campana mayor,
El organista con flores en el portal;
Y con  los niños  y su rezo cantador,
Bendice este lugar.
En el camino al templo de la ciudad
Pisan las hojas amarillas de las rosas,
Y fragmentos de palos y maderas
Hasta que la larga y enlutada comitiva,
Llora y profunda se inclina.
 
Y a descansar de riñas y fiestas fue,
Tu mujer, la gruñona Lövberg;
Allí, hacia la hierba larga y delgada,
Aún tú miras atrás.
 
Ella hoy de Dantobommen se separa,
Y con ella la picaresca extraña;
Quién  llenará la botella.
Sedienta era ella y resediento yo soy;
Sedientos todos.
(Versión del sueco: Omar Pérez Santiago)





Mercado de cómic e ilustración:

El artículo Mercado de cómic e ilustración lo escribí hace casi 5 años atrás, en el 2005. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Jardínes Errantes: Mercado de cómic e ilustración:

lunes, febrero 08, 2010

Rafael Gumucio no polemiza, sentencia.


Rafael Gumucio no polemiza, sentencia. “La literatura latinoamericana no está pereciendo en manos del exceso de criollismo ramplón, sino quizás por un exceso de libros epigramáticos, metaliterarios, gratuitamente imaginativos, falsamente subversivos que se rebelan contra un statu quo que ya no existe” ¿Ven? Puras ambigüedades, ningún sustantivo propio, ninguna novela de referencia, ningún autor de prototipo.  Parece un artículo sustancioso, pero es hueco.

SECRETOS EN LA QUINTA DE OLIVOS 3 Spirit Karix, la solitaria Por Omar Pérez Santiago Ilustración de Luis Martínez Publicado en Off The Record

  Karix es la superheroína de la oculta cultura argentina: tira las cartas, hace sahumerios y prende velas aromáticas. Tiene poderes mágicos...