jueves, enero 29, 2015

Mítica Pandilla de Malmö y los latinoamericanos. Anarquismo y Orden Punk y Dadá



El escritor chileno Omar Pérez Santiago había egresado de la escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. Después de haber vivido  en la clandestinidad durante la dictadura de Pinochet, se asiló en la embajada de Venzuela, y después de varios meses, llegó a Malmö. Allí, durante los años 80,  vivió su exilio en Malmö, una ciudad de 200 mil habitantes en el sur de Suecia.  En ese tiempo, se vinculó con  La Pandilla de Malmö, un mítico grupo de influencias Punk y Dadá, que pulsó las cuerdas de la cultura tradicional, y que pertenecía  a un movimiento de contracultura que era internacional y a la que estaban emocionalmente comunicados. Y toda nueva cultura reescribe el pasado. El sueco Clemens Altgård fue uno de fundadores. Esta es la reciente conversación con Omar Pérez Santiago

Clemens Altgard

Omar Pérez Santiago:  Recuerdo la primera vez que llegué a tu casa  en Vittemölle, Clemens, hablamos de unas bandas punk,  bebimos un “valioso” licor italiano y me regalaste tu libro Kristall-Skeppet, de traducciones de poemas del danés, Michael Strunge   (1958 – 1986).


Clemens Altgård: El licor italiano era probablemente Galliano, una bebida de moda en los años 80. También tengo un claro recuerdo de esa época. La recordamos como un momento muy divertido, cuando pasó mucho y todo parecía posible. Tu novela sobre  Malmö, por ejemplo, no por casualidad se llama “Malmö är litet”  (“Malmö es pequeño”).
Malmo ar Litet
Omar Pérez Santiago: Me gustaría que contaras algo sobre en qué momento surgió La pandilla de Malmö

Clemens Altgård: El surgimiento de la Pandilla de Malmö es una historia complicada, por supuesto. Y Håkan Sandell también tuvo parte en ella. Así que no me voy a tomar todo el crédito por ello. Se podría decir que yo y Håkan Sandell desarrollamos la idea, pero el nombre de la Pandilla de Malmö fue probablemente mi invención, si no recuerdo mal. El nombre la “Pandilla de Malmö” se usó por primera vez en 1986. Y pronto tuvimos contactos con algunos de los nuevos poetas daneses,  Michael Strunge y Søren Ulrik Thomsen.  Con Michael Strunge (1958 – 1986) nos juntaríamos esa semana que comenzó con su suicidio en 1986. ¿Fue algo que él había planeado? No, no lo creo.  Estaba enfermo, entonces, cuando sucedió. Varios años más tarde el poeta Martti Soutkari compró un libro en una librería de viejos. El libro tenía una carta y en la carta la novia de Strunge describe que pasó esa noche, cuando Strunge se arrojó por la ventana. Suena como algo salido de una novela, ¿no? Pero es realmente cierto. Strunge no estaba en sus cabales cuando se arrojó por la ventana. Pero también es cierto que él había escrito un poema que predecía el suicidio. El poema “A través del espejo”, describe el caso de la muerte.
“y mirar en un espejo que los años se han ido
en vaciarme de deseo
y  llenarme de temor a todo
y el amor que sólo  casi existe
mas, se siente vivaz, liviana la vida conducida por la muerte.”
Extraño.

Omar Pérez Santiago:  Tengo la clara sensación de que con los años la poesía de Strunge no ha perdido vitalidad.
Traducciones de Omar Perez Santiago
Clemens Altgård:  Con Strunge teníamos puntos de partida culturales parecidos a los nuestros – el punk y un fuerte interés en los primeros modernistas como Baudelaire y Rimbaud. La transformación, el cambio de la conciencia, eso era, brevemente el programa de  Strunge. Michael Strunge tenía una fuerte inspiración en  David Bowie, con quien Strunge literalmente estaba obsesionado. Inspirado por Bowie, Strunge había escrito una colección de poemas en prosa con diseños futuros. Se llamó Fremtidsminder (Memorias del futuro) y fue mi primer proyecto de traducción. Lo que no sospechábamos era lo profundo que esas figuras fantásticas de Bowie habían influenciado a  Strunge. Apenas podíamos imaginar que nuestro amigo Strunge pronto abandonaría el mundo. El 9 de marzo de 1986, Michael Strunge saltó por la ventana y de ese modo la muerte que había poetizado se convirtió en realidad. Así, a los 28-años de edad, Strunge finalmente fue un mito. Por siempre joven,  como la poesía de Ziggy Stardust. Si Michael Strunge estuviese vivo, probablemente también habría madurado, como hacen los poetas. Habría escrito otra poesía, estoy bastante seguro. Pero, como están las cosas, él seguirá siendo un eterno joven poeta. Y quizás por encima de todo, Strunge es un poeta que habla a los lectores jóvenes, aunque la gente  mayor puede leer los poemas con agrado.

Omar Pérez Santiago: Desde el punto de vista estético, la Pandilla de  Malmö descreyó de la poesía de los años 60 y  70 en Suecia. Pero también de la poesía de los años 50, como la poesía de Lasse Söderberg  (n. 1931) y  Tomás Tranströmer (n.1931). Mirado en perspectiva, tú estuviste cerca del simbolismo, del surrealismo y del imagismo.

Clemens Altgård:  Era el mismo conflicto aquí en Suecia y en Dinamarca entre la nueva “generación punk” o la generación “posmoderna” contra  la poesía realista de visión política, a menudo social, que surgió durante los años 60  y 70. Hubo excepciones en la poesía del 70, como el Grupo Vesubio, (Bruno K. Öijer, n. 1951) y su  aclamado anarquismo, el legado de Rimbaud y la poesía beatnik. Es también cierto que hubo cierto desacuerdo entre nosotros y la poesía modernista clásica, principalmente la celebrada metáfora como agente efectivo. Nos gustaban los simbolistas y surrealistas, sí. Imaginismo también, claro. Baudelaire era importante inicialmente.

Omar Pérez Santiago: Culturalmente hablando, el poeta Lasse Söderberg era fuerte en la poesía de Malmö en los años 80, entre las instituciones y los medios de comunicación, en particular. ¿Jugó algún rol la influencia de Lasse Söderberg?

Clemens Altgård Estuve con Lasse ayer por la noche en un lugar llamado “La esquina del Poeta”, en una velada poética sobre la poesía de  Joyce Carol Oates. Hablé un poco con Lasse y él me dijo que en ese momento sintió que había un cierto antagonismo. Éramos casi una amenaza. Pero, en realidad, él nos ayudó a salir a la luz. Naturalmente, Lasse desempeñó un gran papel y nos invitó al Festival de poesía que él organizaba!   Pero, en Estocolmo él no tenía mucha influencia. Nuestro avance en Estocolmo vino con Madeleine Grive (n. 1955) que nos publicó un gran reportaje en el diario Dagens Nyheter.

Omar Pérez Santiago:  Sí, recuerdo bien a la joven Madeleine Grive cuando visitó Malmö y tuvimos una velada en el Café Macondo de la Casa Latinoamericana de los hermanos Juan y Guillermo Moya. Madeleine había creado la revista 80-tal, un gran portal de la literatura de la época.     Socialmente hablando, la Pandilla de Malmö era un grupo que  jugaba a ser “poetas callejeros” y era evidente que Lasse Söderberg estaba un poco preocupado.


Clemens Altgård:  Ja, Ja! Sí,  eso era cierto. Yo nunca mencioné, por ejemplo, que yo tenía un título universitario, una licenciatura. Nuestra imagen era anti-académica. Poetas de la calle, absolutamente. Usábamos expresiones tales  como “educación de calle”. El nombre de Pandilla de Malmö  fue, por supuesto, también provocativo, y trajo asociaciones con la criminalidad. Del mismo modo que el hiphop juega con esas asociaciones. No es que escribiéramos “gangster rap”, pero los motivos de los poemas a veces podían ser de ese tipo. Se suponía que, obviamente, la generación de más edad se preocuparía! Lo hicimos  deliberadamente. Del mismo modo que tuvimos una especie de manifiesto en el estilo dadaísta, que en realidad no era mucho más que decir que habíamos venido a causar el caos! Por otra parte, hay un hilo que va del Dadá al Punk. Greil Marcus ha escrito sobre él en un excelente libro llamado Rastros de Carmín.
 Clemens Altgård, según José Luis Liard
Clemens Altgård, según José Luis Liard
Omar Pérez Santiago:  Sí,  “Las historias secretas del siglo xx”, un libro muy inteligente y bien escrito, sobre las corrientes alternativas, dadaísmo, popart, punk, como movimientos sociales que subvierten códigos y que repiten ciertos temas a través de la historia. A propósito de eso, también recuerdo estos afiches en tu casa, unos collage muy dadaístas.
collage de Carsten Regild
collage de Carsten Regild

Clemens Altgård:  Mis collages. Sí, había mucho Dada allí. Dadá, el surrealismo, de todo un poco, un poco de Pop Art también, creo.  Había también un par de posters de Carsten Regild (1941-1992). Regild era un heredero directo de Picabia. Aun me gusta mucho el arte de Regild.

Omar Pérez Santiago:  Había un espíritu regionalista también, de autonomía,  y de resentimiento anti Estocolmo, los periodistas de Estocolmo  miraban a Malmö como si estuviera en Africa.

Clemens Altgård:  Sí, estábamos en contra del centralismo de  Estocolmo y lo que queríamos era  empezar desde nuestro entorno, nuestra propia ciudad. Y, sobre todo,  Håkan Sandell y yo partíamos de un tipo de celebración de la periferia regional y geográfica. En cierto sentido, es verdad que la innovación poética a menudo proviene de la periferia. En el Reino Unido, es muy claro. Pero, cultivar lo regional, y escribir en una especie de “Escania” hecho en casa resultó ser un callejón sin salida. Hoy en día, tanto yo como Håkan Sandell nos hemos liberado de esos pensamientos en alto grado. Håkan está viviendo en Oslo, capital de Noruega. Yo me he quedado en Malmö y pienso en un Malmö multicultural, un crisol como un aspecto interesante e importante de la ciudad, como una especie de centro de Escania. La región en sí mismo tiene una cierta autonomía – Región de Escania.

Ruben Aguilera
Carlos Capelán
Carlos Capelán
Omar Pérez Santiago:  Gran parte del estilo de “poetas callejeros” creó simpatía y cierta alquimia también entre los inmigrantes y los refugiados de América Latina, como yo. Llegamos a Malmö desde la dictadura de Pinochet, y fue emocionante estar involucrado en algo estimulante.  Éramos jóvenes  latinoamericanos que veníamos de una gran derrota, como si nos hubiese caído la bomba de hidrógeno. Piensa que el poeta Rubén Aguilera (n. 1949) venía de sobrevivir  dos años en un campo de concentración. Yo mismo, había vivido una estresante vida  clandestina bajo la dictadura de Pinochet. Sentíamos que estábamos en el mismo barco, que también veníamos de la calle, tal vez no de una calle principal, pero sí de un callejón.  Además, había algo dadaísta o de los situacionistas en leer textos en  diferentes idiomas, tal como lo habían hecho los dadaístas originales, y nos sonaba vanguardista o cautivador. Quizá sonaba horrible, pero era potente hacerlo.  O recuerdo al artista uruguayo, de una obra muy punk,  Carlos Capelán, y su performance de quema de libros en el Konsthallen  de Malmö, cuando presentamos  una película que produjo el fotógrafo peruano Ricardo Arroyo sobre Jorge Luis Borges, La Novia de Borges.  O sus ilustraciones en nuestras revistas, dibujos muy de manchas, muy punk, del artista uruguayo, José Luis Liard. El arte nos había dicho que la vida tenía de nuevo un sentido.

Clemens Altgård:  Sí, nos hallamos muy pronto en una especie de comunidad. Todos somos “extraños” en la cultura sueca. Entonces pensé que había otro “salvajismo” en ustedes, y  una especie de herencia de la época barroca de la literatura española,  que no es realmente bien visto en el luterano clima literario sueco, de color protestante. Recordarás que hablé de eso a veces. Que el asceta sueco “IKEA ideal”, tenía sus raíces en la guerra de la cultura protestante contra los católicos durante la Contrarreforma, cuando el estilo barroco era el arma “secreta” del Papa. Que “era absurdo” y sigue siendo un proverbio sueco al decir que algo es malo o incorrecto. La historia ha dejado su huella en el lenguaje y también en la manera de pensar. Pero eso está cambiando. Aunque lleva su tiempo.

Omar Pérez Santiago:  Sí. Con respecto a eso, yo recuerdo muy bien un sábado que organizamos una velada literaria en la casa de la juventud en Norra Skolgatan. Propuse iniciar la velada con una bella morena y bailarina de samba brasileña, que vivía en Copenhague. Mi amigo, el saxofonista  del Río de la Plata, José Luis Liard, tenía una pequeña banda y comenzaron a tocar ritmos brasileños y yo hago entrar a escena a la morena voluptuosa  y sus plumas, bajo la música de Liard. Hubo un silencio temible en el público. Yo pensé: a estos suecos luteranos no los conmueve nada. Al rato se me acerca el administrador de la Casa de la Juventud y me dice eufórico: Se llenó el local, tuvimos que cerrar y aún hay una fila de gente que da vuelta la cuadra y que quiere entrar. Por los grandes ventanales, la gente había visto el show de la hermosa brasileña y se había corrido la voz de inmediato. Ahí descubrí que los suecos también tienen sentimientos calientes, je je je.
Y ahora, el tiempo siguió su marcha inevitable, Clemens ¿Cómo es tu  relación con los nuevos poetas jóvenes de Malmö hoy?
          
                                                 
Jose Luis Liard


La Pandilla de Malmo

Clemens Altgård:  La poesía en Suecia ha cambiado mucho durante lo primera década del siglo XXI.  El Language poetry o el idioma materialista se convirtió en la gran moda en las páginas de cultura. Así que la poesía escrita se hizo más experimental, “académica”. Pero, La Pandilla de Malmö es ajena a ambas escuelas. Del mismo modo, sé que Hakan Sandelll odia la Poetry Slam, porque él piensa que es una perversión populista de lo que la poesía debe o puede ser. Yo mismo vi con frialdad a  los nuevos que vinieron y he escrito principalmente sobre la prosa o la poesía extranjera en traducción. En los últimos años, sin embargo, trato de tener una actitud más curiosa y abierta, incluso hacia la poesía que no está de acuerdo con mis propios ideales. No quiero caer en la trampa de la edad, que no les gusta nada nuevo ni nada de lo que los jóvenes hacen. Hay que tratar de tener la mente abierta. Pero, por lo general no soy demasiado aficionado a la poesía  demasiado programática. O académica para el papel. A través de los nuevos medios sociales como Facebook he estado en contacto con poetas de todo tipo de lugares. Algunos de ellos son jóvenes y la geografía es menos importante. Pero en términos de motivo,  mi ciudad tiene significado para mí. Se trata de tener una relación más profunda con las cosas que uno escribe. Si escribo sobre un lugar que nunca he estado antes, tengo la mirada de un turista, que ve sólo ciertas cosas. Pero después de cinco años en un lugar, se puede ver la ciudad de una manera diferente. Creo que ya sabes lo que quiero decir. Y tengo contacto con algunos poetas jóvenes muy talentosos que, hasta ahora o generalmente, sólo publican en la web. Antes había esténcils,  fanzines y hoy en día hay revistas digitales. Es una escena que está creciendo.
Portada de La pandilla de Malmö
Portada de La pandilla de Malmö
Clemens Altgård:  nacido en 1959 en Laholm, Suecia, poeta, crítico de arte, crítico literario y traductor. Debutó como poeta en 1986 con el libro Pandemonium.
Omar Pérez Santiago:  nacido en 1953 en Santiago de Chile. Fue creador de la editorial  Aura Latina. En 1990 publicó la antología La Pandilla de Malmö. Recientemente, publicó una colección de cuentos Nefilim Alhué y Otros Relatos Sobre la muerte y el libro “Introducción para Inquietos. Tomas Tranströmer. Premio Nobel 2011”,  Cinosargo Ediciones
omar
Omar Pérez Santiago en Club Fredman. Foto de Ricardo Arroyo

Latinamerika i Skane

Malmö, 1991. 
Foto: Ricardo Arroyo Guevara 
Prefacio Lars Engqvist 
Portada Abelardo Gonzalez 
mi presentación
Kulturarbetsfrmedling i Malm
Foluniversitet i Malm

Malmö är litet, novela, Suecia, 1988.

Malmö är litet novela, Suecia, 1988. 

Malmö : Skrivareförl. i Skåne, 1988 ;



jueves, enero 22, 2015

Viejo tema: la literatura y la muerte.El sepulturero y la muerte de Melker Garay


El sepulturero y la muerte de Melker Garay es un libro sobre la espiritualidad, escrito con elegancia, cultura y humor. Creo que el libro está arraigado en una corriente literaria sueca muy principal, la tendencia de la literatura mística, quizá  la más poderosa de todas.

Pertenece, entre nosotros, a una corriente literaria onírica,  mágica, tal vez real. La corriente que moderniza la vieja escuela de los asuntos existenciales góticos, lo terrorífico, lo mágico, lo onírico o lo diabólico de la cultura popular.  Es una literatura fantástica relacionada con la creación de personalidades, de caracteres profanos, con sus tragedias, su memoria, su soledad y con la altura del idioma. Lo que llamamos Literatura de Imaginación. Narraciones que hablan sobre anécdotas supuestamente imposibles, pero que facultan para hablar sobre los límites de la realidad.

El sepulturero y la muerte de Melker Garay contiene un prefacio, un epilogo y 28 capítulos en 200 páginas, traducido de modo muy solvente por Juan Antonio Pérez.

El barbero Nikolai está recién muerto. Y sin embargo, alguien le ha solicitado que escriba la forma de pensar de un sepulturero, llamado Josef Kinski.

Josej Kinski es un enterrador de oficio. En su currículo se cuenta que ha cavado 2.300 tumbas y ha enterrado alrededor de 700 cadáveres. Posee en su escritorio una calavera que compró de ocasión.
El otro día entre amigos hablábamos de con cuantos cadáveres nos hemos encontrado en nuestra larga vida. La mayoría de los que estábamos en la mesa habíamos estado circunstancialmente con solo algunos cadáveres.

Es imaginable, por tanto, que para un sepulturero de oficio como Joseph Kinski, el tema de la muerte sea un asunto muy serio y que está en todas las preocupaciones existenciales de su vida.
Es un personaje notable. Solitario y con aristas. Con un puñado de personas a su alrededor o en su recuerdo, como sus padres, Herman y Elizabeth, su abuelo Gunther, su colega Nestor y sus mascotas, la cacatúa Vicent y el pez Roland.

También es solitaria su hermana Margareta, con quien Josef se relaciona por cartas. Dentro de la cual juega ajedrez con su hermano.

Es un guiño, creo. Este tema de jugar ajedrez en el marco de una conversación sobre la muerte, me lleva inmediatamente a la película de Igmar Bergman, el Séptimo Sello de 1957, donde el caballero cruzado, Antonius Block, para alargar su vida, juega ajedrez con la muerte. Idea que Bergman tomó del pintor medieval sueco Albert Pictor, sobre una imagen que se encuentra en la iglesia de Târby, cerca de Estocolmo. Igmar Bergman tuvo una recepción positiva en América del Sur, cuando  presentó Juventud divino tesoro, en el año 1952, en el festival de Punta del Este. El primer libro sobre Bergman fue editado también en el Mar del Plata, lo que refleja una afinidad con cierto espíritu del tango.

A través de los diarios de Kinski y de las cartas con su hermana, Nikolai reconstruye las preocupaciones del sepulturero.

El sepulturero es un lector de la biblia, de Santa Brígida, de John Donne, del simbolista Maurice Maeterlinck, de Hoffman, Rimbaud y naturalmente, de Emanuel Swedenborg. Swedenborg se dedicó durante gran parte de su vida a las ciencias, donde hizo aportes notables. Después se realizó en las reflexiones sobre el cielo, los ángeles y Dios.

Es un autor tremendamente influyente en muchos escritores y le debemos a Jorge Luis Borges son introducción en América latina.

Uno podría imaginarse que el libro de Garay se iría en la línea de los llamados poetas del cementerio, poetas prerrománticos ingleses que abundaron en disgregaciones sobre la nocturnidad y la muerte en los cementerios y que continuó el maestro de lo macabro, el genial Edgar Allan Poe.

El libro El sepulturero y la muerte navega con elegancia en la línea de un cierto espiritualismo racional, con distancia y con ese controlado humor sueco, que siempre nos desconcierta.
Bajo este registro se tocan asuntos claves. Nombraré algunos:

¿Es la muerte buena o mala? ¿Hay que tenerle miedo a la muerte? Hay quienes ni siquiera se atreven a nombrarla. Los padres de Josef, Herman y Elizabeth, inspirados en Swedenborg creen que se abrirá un sello en el cielo, donde todo será bueno. Claro está, todo será bueno si es que uno no va a parar en el infierno.

La muerte de los animales. Dueño de dos mascotas atípicas, un pez una cacatúa, la muerte de los animales es una preocupación para Kinski. El otro día se le murió el perro a una amiga, y le pregunté que hizo con el cadáver. Me dijo que lo había enterrado en al patio. Ah, dije yo. Los patios de los chilenos están llenos de cadáveres de perros. Debí haber guardado mi reflexión. Ella me preguntó: y dónde llevan los perros muertos en otros países? Me sentí raro. Qué sé yo que hacen los chinos o el japonés con sus perros muertos. No soy experto en perros muertos.

El asunto se complica cuando el personaje Kinski tiene un pez muerto.
Para Kinski es un problema. No lo tirará por el desagüe, como yo lo haría.
He ahí un problema.

Ese tema del entierro de mascota es bonito comparado a este otro que aparece en el libro: el asunto de comer cadáveres. Ahora hay un gran movimiento animalista que ha puesto de moda este tema. Pero aquí en el libro se reflexiona, se nos pide reflexionar sobre la idea de alimentarnos de cadáveres.

La resurrección, o no. El misterio expresado por Ezequiel quien creía que adquiríamos nervios, carne, piel, en algún momento. Yo a Ezequiel lo tengo por un profeta  juicioso. Pero, Es claro que, como lo expresa Kinski en el libro de Garay, hay varios problemillas. Kinski tiene una calavera cuyo dueño vivió casi 30 años, según él averiguó. Esa es la edad, según los teólogos medievales, sería la edad de la resurrección promedio. Pero el asunto parece risible, pues ahora dentro de poco, la gente va para morirse a los cien años. Las expectativas de vida es uno de los grandes saltos de la humanidad. ¿Entonces? ¿Resucitaremos viejos, viejos?

El libro de Garay no es de lectura rápida, como un best seller. Es de combustión lenta. Pues un párrafo lo detiene a uno en sus propias reflexiones. Por ejemplo.

Cuando yo era joven, empezando la universidad, a los 19 años, tuve un amigo, Mario Canales, de esos amigos que uno no olvida, pues con ellos uno comienza a preguntarse cosas de verdad acerca de la vida. Pero este joven Mario Canales, un día se cayó de la micro y murió. Y cada vez que me acuerdo de él, no puedo dejar de pensar que Mario ha pasado el doble del tiempo muerto, del que vivió. Vivió 20 años y ya lleva muerto 40. ¿Y cuando resucite? ¿Qué tendré yo de común con él? Acabo de publicar mi novela Allende, el retorno. Allende aparece en Santiago, después de 40 años. Igual como estaba antes de morir en La Moneda.

La eternidad. Llegará Dios y el Diablo. Llegaremos los justos y los injustos. Estarán los ángeles y los arcángeles. El día del juicio final ha llegado. Pesarán una a una nuestras almas. Y de modo preciso se sabrá la verdad. Y el resultado será para siempre.

El año pasado organizamos en Santiago un encuentro donde conversamos sobre la muerte y la literatura, a raíz de un homenaje a Edgar Allan Poe.

La sala estaba llena de gente joven a quienes el tema les importaba.
Hay un gran interés por los temas de la espiritualidad.


Estoy seguro que este libro de Melker Garay será interesante para ellos, como lo ha sido para mí. 

martes, enero 13, 2015

La Novia de Borges, novela.


En octubre de 1986 nos sorprendió un viejo marinero noruego en la capital de Dinamarca, Copenhague. Vagábamos junto a un par de amigas suecas, por el costado del quieto y colorido canal de NyHavn. Nuestras amigas habían puesto de moda cepillarse hacia atrás, como un chico, y usaban pantalones ajustados. Hacía frío. Omar Pérez Santiago llevaba un abrigo y bufanda negra y un sombrero alón en su cabeza. Entramos a uno de los epicúreos bares del puerto. Pedimos tequilas y cervezas. Un hombre de unos 70 años –vestía chaleco y un gorro de lana y tenía cara de boxeador, como si un caballo le hubiese pateado la cara-, ojeó descarada e insistentemente a nuestras amigas. Escuchó algunas de nuestras palabras en español y entonces dirigió la vista a Omar Pérez y lanzó la pregunta:

—¿Sudamericanos?
—Sí, chilenos, le respondió Omar.
—Ah, Chile…, Valparaíso…


Era un viejo marinero noruego, que había navegado por Sudamérica. Traía muchas anécdotas de Valparaíso o Montevideo donde había estado en los años cuarenta, esas típicas historias de bar, sin aparente lógica. Era un tipo excéntrico. Pero, nosotros, mal acostumbrados a esa bohemia, no nos dejábamos sorprender fácilmente ni nos dejábamos llevar por la vaga y sentimental idea de que es bonito conversar con un tipo desconocido en el bar. Omar demostraba escaso interés y más bien se sentía importunado.


Pero, entonces, fuimos sorprendidos por el marinero de gorro de lana y rostro de boxeador. Nos contó, con su lenguaje directo y crudo, la siguiente historia pudorosa, un sucsexo.
“Llegué a Buenos Aires con el barco TreStjärnor de Malmö. Me fui a un bar del puerto. De pronto entró una rica argentinita. Diferente a las otras mujeres del bar. No llevaba las polleras muy ajustadas ni se pintaba como mono. En silencio nos miró a todos. Luego volvió su vista hacía mí. Se me acercó y sin decir nada me tomó de una mano y me llevó a una pieza contigua. Oiga, no le miento, allí rápidamente me la cogí. Yo estaba sorprendido. Ella tenía prisa, la yegüita. La argentinita no tenía experiencia. No les miento, esa mujer era virgen. Se los juro. Yo sé distinguir. Lo hice con placer y sorpresa. Luego saqué unos dólares para pagar los servicios, pero la mujer los rechazó, como asustada y ofendida. Se los dejé sobre la mesa y me marché a seguir bebiendo con mis colegas. ¿Qué les parece? …Ah…, las sudamericanas…!”


El relato nos conmocionó. Omar estaba boquiabierto y luego de unos segundos dijo como iluminado:


—Emma Zunz, ella era Emma Zunz…
—¿Quién? Preguntó el marinero.
—La argentina se llamaba Emma Zunz…
—Y ¿Cómo puedes saberlo tú? El marinero podía también ser hosco.


Omar se alteró un poco. El ambiente se empañó. No quiso refutarle nada.
Pero, la historia, por razones que ahora explicaré era increíble, sin duda. Un cuento escrito por Jorge Luis Borges se llama, precisamente, “Emma Zuns”
La joven Emma Zunz desea vengar la muerte de su padre, quien se suicidó tras ser estafado por un socio. La venganza adopta una forma extraña: acusará al socio de “violación” y luego lo matará en supuesta defensa propia. Para conseguir su objetivo, se hace “violar” por un marinero noruego, desconocido, que venía en el barco TreStjärnor” de Malmö; ella va al puerto, entra en uno de esos bares, busca a un hombre extranjero y en una pieza contigua hace el amor con él. El marinero se retira, y ella rompe el dinero. Luego va a visitar con un pretexto al socio, y lo mata. Cuando llega la policía, ella puede probar que ha sido violada.
La venganza ha sido cumplida.
Otro sucsexo.
¿Estaba allí frente a nosotros el marinero que había “violado” a Emma Zunz en Buenos Aires?
Las coincidencias eran curiosas. Jorge Luis Borges había muerto hacia unos meses, en agosto de 1986. Omar ya estaba puliendo un cuento sobre Borges. Este cuento fue finalmente un guion de cine para un mediometraje sobre Borges. Este film fue presentado en una jornada de homenaje a Borges en el Konsthallen de Malmö, Suecia.


Esta experiencia fue colectiva. El artista uruguayo José Luis Liard, diseñó el catálogo de la muestra y se le ocurrió que llegáramos con bastones, de ciegos, haciendo una performance cultural lúdica. Nuestro amigo Carlos capelán, otro artista uruguayo, realizó una notable performance. Fue un homenaje a Borges. Tenía, en el fondo, un cierto aire de protesta. La academia Sueca no le había dado el premio Nobel a Borges, por razones extraliterarias.
El texto de La Novia de Borges fue publicado entonces en una revistilla de exiliados. Este es el texto que corregido se publica aquí.


La Novia de Borges es una historia sensible, desplegada con gracia fílmica e imágenes paródicas de la literatura borgeana. Una historia de amor imposible. “me enseñó que algo más terrible que la muerte es amar y no ser amado”.


Hay un juego adicional.
El buen lector de Borges, notará fácilmente que este es un cuento intertextual, infectado de literatura, de réplicas borgianas y de leyendas que hacen a su mito.
Uno de los más preciados y sutiles placeres de Borges era sacralizar la literatura, ironizar sobre la superchería literaria y la petrificación racionalista, reinventar autores y resumir otros.
En la Novia de Borges se reinventa al propio maestro, el Borges iconoclasta e irreverente.
Hay aquí también los gustos literarios de Omar Pérez santiago, y su tema central: los espejos de un hombre y una mujer, la irreductible diferencia de los sexos, el amor como paraíso y como infierno. El amor y el desamor, el deseo y el no-deseo, los celos y la fidelidad.
El marinero noruego se puso descortés esa noche. Nuestro silencio lo interpretó como arrogancia. De mal humor, volcó un coñac y se volvió sobre otros parroquianos que en la barra de cinc discutían de fútbol.


Omar se colocó sus sombreros y salimos por el Stroget, el paseo peatonal, con las chicas cimbrándose con sus pantalones ajustados. Entramos a un club de jazz.
Nunca más volvimos a ver al marinero noruego, el “violador” de Emma Zunz.


R. Aguilera, Lund, Suecia, 1993

martes, enero 06, 2015

Ey, escucha. Los escritores hemos perdido batallas, muchas batallas, pero oye, no vamos a perder la guerra.


Sociedad de escritores de Chile, 6 de noviembre de 2014

En el día aniversario de la Sociedad de Escritores de Chile, creada un 6 de noviembre de 1931, una sociedad histórica dirigida por escritores como Pablo Neruda o Manuel Rojas, es un orgullo estar aquí esta tarde.
La escritora y académica brasileña Nélida Piñón aseguró recientemente que Brasil se perdió el boom latinoamericano de la década de 1970 y que por ello, entre otras cosas, pagó el precio de ser un país "periférico" en las letras mundiales. "La creación brasileña es de primera, pero el reconocimiento nos vuelve un país periférico." Nélida Piñon dice que los escritores brasileños tampoco tuvieron el apoyo del gobierno. Todo el esfuerzo lo tuvieron que pagar los escritores.

lunes, enero 05, 2015

Melker Garay, creador de libro “m c v” de la Biblioteca de Babel inventado por Borges, visita Chile



En el cuento La Biblioteca de Babel -una biblioteca infinita e interminable de libros confusos y donde no hay dos libros idénticos-, el maestro Jorge Luis Borges recuerda un libro que “constaba de las letras  M C V perversamente repetidas desde el renglón primero hasta el último.”  Según afirma el cuento, cada libro de la Biblioteca de Babel es de 410 páginas; cada página, de 40 renglones; cada renglón, de unas 80 letras. 1.312.000 caracteres por libro.

domingo, enero 04, 2015

Nicanor Parra al Nobel y la necesaria gestión cultural en la era global.


Don Nicanor Parra ha tenido dificultades para recibir el premio Nobel. Se justifican con razones variadas. Pero lo cierto es que Chile no ha tenido una política cultural de inserción en el flujo mundial de arte y cultura.

El boom de la cultura gastronómica peruana y el éxito de la gestión cultural de Estado


Desde hace años el Perú vive bajo un increíble boom gastronómico. La cocina peruana genera una gran cadena de valor. Es una verdadera locomotora económica. Se han creado muchos nuevos restaurantes peruanos. Hay cursos universitarios sobre cocina peruana. Los jóvenes quieren ser chefs.
Hace quince o veinte años, la comida peruana era un placer de iniciados.
Pero, ahora se organizan  viajes turísticos gastronómicos al Perú. Los chupes de camarones, los piqueos, la causa, las pachamancas, los cebiches, el lomito saltado, el ají de gallina, los picarones, el suspiro a la limeña, atraen a Perú a miles de turistas.

Boom de la literatura sueca y como Chile carece de una gestión cultural en la era global


Los últimos años los escritores suecos de novelas policíacas han estado en las listas de los libros más vendidos en el mundo.
A pesar que los suecos son un pueblo pequeño, casi 9 millones de habitantes. Europa tiene más de 850 millones de habitantes.

¿CÓMO SE HAN CONVERTIDO EN UN SUCESO DE VENTAS?
La respuesta es multifactorial.

Escenas de la vida posmoderna: intelectuales, arte y videocultura en la Argentina de Beatriz Sarlo

Hace treinta años, el diario La Época de Chile publicó mi reseña del importante libro de Beatriz Sarlo, "Escenas de la vida posmodern...