viernes, febrero 26, 2021

Literatura fantástica. Aproximaciones.

El libro contiene tres ponencias del autor sobre literatura fantástica, presentadas el 2012, 2015 y 2016 al Congreso Internacional de Narrativa Fantástica de Lima en Perú, una de las instancias más importante de América Latina sobre los estudios de la literatura fantástica. 
La primera ponencia trata sobre la literatura fantástica chilena, la segunda sobre el destacado escritor chileno de ciencia ficción, Hugo Correa y la tercera sobre literatura fantástica sueca. 
La conferencia Hamlet versus Amleth fue presentada en la Casa Colorada de Santiago, durante las jornadas organizadas por la Sociedad de Escritores de Chile, en julio del año 2017. 
En la Biblioteca Nacional de Chile, el 14 de junio de 2006, con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de Jorge Luis Borges, el autor pronunció la conferencia que hoy llega a los lectores de este libro. 
El libro incluye además el texto de homenaje a Edgar Allan Poe, realizado en junio del 2015 en el Café literario de Providencia en Santiago de Chile y 
una presentación de un libro sobre la literatura fantástica peruana del destacado profesor, Elton Honores.

jueves, febrero 18, 2021

Pushkin

Aleksandr Pushkin en versión de María Camila Quiceno



 I value little those much vaunted rights

that have for some the lure of dizzy heights;

I do not fret because te gods refuse

to let me wrangle over revenues,

or thwart the wars of kings; and ‘tis to me

of no concern whether the press be free

to dupe poor oafs or whether censors cramp

the current fancies of some scribbling scamp.

These things are word, words, words. My spirit fights

for deeper Liberty, for better rights.

Whom shall we serve -the people or the State?

The poet does not care -so let them wait.

To give account to none, to be one’s own

vassal and lord, to please oneself alone,

to bend neither one’s neck, nor inner schemes

nor conscience to obtain some thing that seems

power but is a flunkey’s coat; to stroll

in one’s own wake, admiring the divine

beauties of Nature and to feel one’s soul

melt in the glow of man’s inspired design

-that is a blessing, those are the rights!

Traducción al inglés de Vladmir Nabokov. Curso de literatura rusa.


Poco estimo esos derechos tan cacareados 

que para otros encierran el señuelo de las altas cumbres, 

ni me apura que los dioses no me hayan concedido 

pelearme por una renta o torcer las guerras de los reyes, 

ni me preocupa que la prensa sea libre para engañar a los simples 

o que el censor estorbe las fantasías en curso de un tunante de la pluma. 

Todo eso son palabras, palabras, palabras. Mi espíritu lucha 

por otra Libertad más profunda, por otros derechos mejores. 

Si hay que servir al pueblo o al Estado, 

es cuestión que al poeta no le importa. 

No rendir cuentas a nadie; ser vasallo y señor de sí mismo

 y sólo a mí mismo complacer; no doblegar ni la testuz, 

ni el proyecto interior, ni la conciencia, 

a cambio de lo que parece poder y no es sino librea de lacayo; 

seguir tranquilo la propia senda, admirando las bellezas divinas

 de la Naturaleza y sentir cómo el alma

 se derrite al calor del designio inspirado del hombre,

 ¡esa es la bendición, esos son los derechos!

Traducción inglés castellano de María Luisa Balseiro.

NABOKOV. Literatura, pedofilia y Víctor Gutiérrez


El utopista pragmático, diario La Nación 

 

jueves, febrero 04, 2021

EL RUSO TARKOVSKI Y EL SUECO BERGMAN EN UN MUNDO FRAGMENTADO

 


EL RUSO TARKOVSKI Y EL SUECO BERGMAN EN UN MUNDO FRAGMENTADO

(Revista Off the record. Febrero 2021) https://www.offtherecordonline.cl/PDF/OFF_2021_02.pdf )


Yo tenía 28 años y un atardecer fui a ver "Stalker", el film de Tarkovski, en un cine de la ciudad de Malmö, Suecia..

Fíjate que ahora ya pasaron casi 40 años desde aquel atardecer.

Salimos del cine y caminamos al bar. Caminar al bar. Saludar a la gente: hola, hola. Hoy caminar está restringido por la pandemia. Y luego pocos miran por donde van, encorvados en el celular.

La vida era más fácil en la democrática Suecia. Aún para un chileno exiliado como yo. A fines de los 70, en el Chile de Pinochet entramos con invitaciones falsas a una fiesta diplomática en la embajada de Venezuela.

¡Quiero huir de este pozo de desdoro!

Del zumbido de voces que había en el bar. Un panal. Podría escribir una notable crónica de esa colmena, de opiniones sonoras, divergentes, subjetivas. Era feliz en el bar y parlotear sobre la película que vi, o sobre el libro que leí. Era feliz y liviano como pájaro.

Ese recuerdo es como un sueño.

Después de ver el film de Tarkovski, caminé al Bullen, mi bar preferido de aquella dorada juventud, (la juventud es siempre dorada).

De eso quería hablarles.

La película lenta y poética estaba basada en el clásico de la ciencia ficción rusa, la novela "Picnic Extraterrestre" de 1971, de los hermanos Strugatsky, Arkadi y Boris. En la novela hay numerosos stalkers. En el guión hay un stalker y la trama ocurre en un día. La ciencia ficción fue un punto de partida táctico.

Stalker, rodada en 1979, trata sobre una Visitación extraterrestre que dejó una zona prohibida de basura extraterrestre. Un stalker o acechador se infiltra en la zona en busca de la habitación donde, uh, se cumplirá su más hondo deseo.

Uno amable, quizá irónico, el otro, huraño.

Después Tarkovski llegó exiliado a Suecia y vio a Ingmar Bergman en persona por primera vez en el Film Institutet. Bergman daba una charla a jóvenes sobre "Fanny y Alexander", su lujosa obra cumbre sobre un padrastro, un arzobispo sádico. Bergman consideraba un genio a Tarkovski, “sus películas son como milagros”.

A Tarkovski le causó una extraña impresión. Lo encontró egocéntrico, frío, superficial.

Lo que son las cosas.

Se desencantó de Sven Nykvist, el director de fotografía, y escribió con ánimo gruñón: “Es viejo y lento para absorber nuevas ideas”.

Yo había visto al maestro Bergman en un funeral. El año 82, yo aún tenía 28 años. A mediodía paseaba frente a la catedral gótica de Uppsala.

Mira, ahí está, Bergman.

Filmaba la escena del funeral de Oscar, el padre de los niños Fanny y Alexander.

1985. Tarkovski grabó "Sacrificio" sobre un enfermo de cáncer que se cura al inmolarse.

En la isla Gotland con el equipo de Bergman, la dirigió en ruso y una asistente traducía.

Un mes después, en la planta nuclear sueca Forsmark, detectaron radiación en los zapatos de un funcionario. Se descubrió que la fuente de radiación venía en una nube radioactiva desde Chernóbil. Llovió y la radioactividad cayó en Suecia.

Entonces, Tarkovski fue mortal herido de cáncer. Stalker se filmó en 1979 en una zona de sacrificio, en el río Jägala, Estonia, en dos plantas eléctricas abandonadas y una industria química que había contaminado las aguas. Solonitsin, el actor de sus películas, había ya muerto de cáncer.

La edición de "Sacrificio" la terminó desde la cama. El film se presentó en Cannes en mayo del 1986.

Cierren ventanas y puertas –se nos dijo- y coman tabletas de yodo.

Chernóbil fue una zona de exclusión.

Hoy todos los frágiles ecosistemas del mundo están dañados.

A los 54 años, diciembre del 86, Tarkovski murió de cáncer. Una muerte sin pathos, con la paz de los caballos que pastan en silencio después de la lluvia.

Es un deber mío recordar que todo era entonces muy humano. No obstante, fragmentado como un espejo roto. Cuando yo tenía 28 años, hace casi 40 años, y un atardecer fui a ver Stalker.

Escenas de la vida posmoderna: intelectuales, arte y videocultura en la Argentina de Beatriz Sarlo

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