martes, febrero 13, 2007

Henrik Ibsen, Jon Fosse y Víctor Carrasco y su fomedad nórdica

El montaje de Víctor Carrasco de la obra del noruego Henrik Ibsen, Hedda Gabler, convocó a mucho público en el teatro Matucana 100, en el enero santiaguino. Víctor Carrasco por años ha sido el encargado de los guiones de las precarias telenovelas: Sucupira, Pampa Ilusión, Puertas Adentro y Los Pincheira.
Seguramente el elenco tele novelero (con la altiva armada que encabeza Claudia Di Girirolamo, Delfina Guzmán y Willy Semler) puso su inevitable cota comercial y la clásica obra sobre una mujer insatisfecha, puso el resto.

El montaje de Carrasco es peculiar.
Las mesas, las sillas, las cortinas son blancas. Los trajes de los actores y actrices también. Los actores y actrices no actúan: declaman. Quietos en el escenario mientras modulan. Además el escenario tiene una malla fina, una fina tela que el da al escenario –mirada desde la platea- una insólita capa de ensuciamiento visual. Los autores se ven borrosos, en una especie de neblina matinal, a ver si me entienden.

Vistas así las cosas, bien pudo ser una producción radial. Los textos en la traducción de Sergio Badilla es de calidad, moderna y actualizada y la obra podría ser escuchada por la radio Hubiésemos estado obligados a imaginar una escenografía y unos movimientos que la versión de Carrasco no tiene.

¿Por qué hace esto Víctor Carrasco?
Vean ustedes, Carrasco ya lo hizo en otra obra de otro noruego que tuve también la oportunidad de ver. En Nadie va a venir del actualísimo Jon Fosse, el talento de la actriz Amparo Noruega, es obligada a declamar el texto sin moverse del escenario.
El estilo de Carrasco es espectralmente frío, espectralmente fome.
¿Las razones? No sé.
¿Un prejuicio, quizás?
Un mal entendido sobre el estilo: si la tierra y el clima es frío…entonces….los seres humanos son fríos y distantes.
O sea, reduccionismo de estilo.
O sea una mirada condolida -basada en un prejuicio poco sutil -un pasaje mental, una visión llena de compasión caritativa sobre una supuesta frialdad y distancia de los nórdicos. Entonces el teatro de Carrasco es esto: una falsa postal nórdica.
Si Carrasco exagera un poco más, Carrasco sería un director cómico.
(A lo mejor lo suyo es la caricatura).

Pero esta versión de Ibsen (y la versión de Jon Fosse) es fome, una broma algo pesada.

(Al revés: hubo (hay) nórdicos que creían en el prejuicio de que el estilo latinoamericano era el realismo mágico. Así Borges, por ejemplo, no podía ser latinoamericano. Un mal entendido. Fuguet y Cía crearon el MACcondo, a partir del mismo malentendido).)

Del mismo modo, pero al revés, (a ver si me siguen) Víctor Carrasco es un director que pretende hacernos creer que los nórdicos son unos fomes cargados de tensiones.
Cuando uno vive con una creciente histeria, entonces, supone Carrasco, lo que uno quiere es aburrirse.

5 comentarios:

  1. Anónimo2:20 p.m.

    Creo que te pasaste Omar al equiparar como precarias telenovelas a Sucupira (primeriza y burda) con Pampa Ilusión (una verdadera obra maestra del género) Puertas Adentro (mediocre) y Los Pincheira (excelente), Creo que hay una decadencia general del área dramática de TVN, producto de una política managerial impuesta desde arriba. Ver mis comentarios al respecto en El Mostrador (17.12.06) y otros en GranValparaiso.cl

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  2. Anónimo3:01 p.m.

    Los links mencionados en mi comentario anterior son:
    La decadencia del área dramática de TVN
    http://www.elmostrador.cl/modulos/noticias/constructor/detalle_noticia.asp?id_noticia=204580

    Los Pincheira
    http://www.granvalparaiso.cl/publimedios/tv/tvn/pincheira1.htm

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  3. “No se sabe por qué, tantos protagonistas de la dramaturgia televisiva chilena resultan preservados de los conflictos intensos, prolongados y plenos de situaciones inesperadas, que caracterizan al discurso del género en el ámbito internacional. Carentes de una motivación verosímil, desprovistos de una cantidad adecuada de obstáculos o enfrentados a dificultades intrascendentes, que se resuelven por sí solas o simplemente caen el olvido, ellos se encuentran privados de la posibilidad de despertar en la audiencia proyecciones e identificaciones intensas.”
    Ve Oscar Goraycochea Dramaturgia Televisiva en Chile (http://dramateatro.fundacite.arg.gov.ve/ensayos/n_0003/dramaturgia_televisiva.html)
    Vale.
    Hernán, puede, puede que esa “obras de época” sean lo que tú dices. Par ami gusto menos malas.
    Interesantes tus artículos. Discutir las telenovelas en sí, es una tarea pendiente.

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  4. POR LA CRESTA!

    Se me borró el tremendo comentario lapidario sobre las novelas y sus guionistas.

    Lo voy a resumir:

    Todas las novelas chilenas son UNA MIERDA, sus guiones patéticos, la producción indecente y las actuaciones pésimas.

    Nada que venga de ese hato de ignorantes puede ser bueno.

    No era tan así, pero quería ponerle énfasis.

    Ni loco voy a ver una obra donde colabora alguien de la TV. Es un prejuicio bien fundado que tengo.

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  5. Anónimo5:31 p.m.

    Caro Omar, gracias por tu respuesta on-line. Traté de ver ese sitio de Goraycochea pero está reportado como "not found" Habrá otra manera de ver ese texto? Desde luego, me parece equivocado su juicio, porque las telenovelas mexicanas (que son las que se ven en los EE.UU. pero cuentan como el 80% al menos de la producción internacional de telecebollas) son precisamentelo lo contrario de lo que se dice. Creo que hay una actitud autoflagelante al degradar a las telenovelas chilenas, acaso producto de la rabia de vivir confinados en la angosta faja de tierra, como lo demuestra el desaforado comentario de Roscoe. Cuando Telemundo transformo a Los Pinchira en Los Plateados y a Amores de Mercado en Amoes Descarados, entonces sí se las transformó en mierda televisada. La degradación que va de la literatura a Corín Tellado. Creo que en Chile Sabatini y Rencoret, al menos, quisieron dignificar el género. Lo lograron en su momento, pero ahora la inescrupulosidad manda. Un abrazo, HCG

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