domingo, octubre 17, 2021

Visionarios. Nueva novela negra. Espejismo Cruel de Juan Colil Abricot. Por Pérez Santiago

Centro Cultural de Manuel Rojas, octubre 2021.

1. Me place hablar de una nueva e imaginativa novela negra que aparece hoy publicada por los visionarios de Los Perros Románticos, Espejismo Cruel de Juan Colil.

Es un enigma que germine un nuevo tipo de novela en Chile. A veces, ocurren cosas misteriosas, por ejemplo, a veces se enciende una luz.

Lo explicaré aquí rápidamente.

2. La cosa es sencilla. Edgar Allan Poe creó el primer detective literario de la historia, Auguste Dupin, en  Los crímenes de la calle Morgue de 1841.  La muerte de dos mujeres en un departamento de París.  

Era la época de la primera revolución industrial, las máquinas a vapor, las factorías, el crecimiento de las urbes y la escasez de la seguridad policial. La primera oficina de detectives privados se abrió en EEUU a fines de los años 30. Un ladrón y criminal llamado Vidoc, se pasó al lado de la policía, y con su  astuta y vigorosa mentalidad comercial, luego formó su propia oficina de detectives, con la que se hizo rico y famoso. Poe lo tomó como inspiración.

3. Por supuesto, en la literatura ya habían ocurrido muchos asesinatos. La gracia de Poe fue que el crimen era una forma de misterio susceptible de ser resuelto con un método basado en el positivismo científico, el juego o arte deductivo. El detective usaba la lógica, el razonamiento y la observación analítica. De hecho, en las primeras páginas de su obra, Poe explica los valores de la mente analítica.

4. La moda se extendió y nacieron los más famosos detectives literarios. Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle. Hercules Poirot  de Agatha Christie. Philip Marlow de Raymond Chandler. Sam Spade del norteamericano Dashiell Hammett. Martin Beck de la pareja sueca Maj Sjöwall y Per Wahlöö y Kurt Wallander de  Henning Mankell, base de toda una industria millonaria de novela negra escandinava.

5. En Chile, el historiador Alberto Edwards creó en 1914 el  detective Román Calvo. En nuestra época tenemos a Cayetano Brulé de Roberto Ampuero y el detective Heredia de Ramón Díaz Eterovic, un detective solitario literario y que vive junto a su gato Simenon en un departamento santiaguino.

6. Hasta ahora todo claro, sencillo.

La pregunta que sigue es ¿Qué época vivimos ahora?

Según Latinobarómetro la pobreza ha aumentado en América Latina.  50 millones de habitantes viven en la extrema pobreza.  Hemos retrocedido 20 años. Los Estados viven en crisis política,  sanitaria y económica. Hay desconfianza de las instituciones. ¿Qué tipo de sujeto ha nacido? Sujetos resentidos, melancólicos, tristes y solitarios que salen todos los días a ganarse la vida.

7. La labor editorial es pesquisar obras de nuevas sensibilidades. Los visionarios de Los Perros románticos publicaron anteriormente otra novela de alta imaginación del novelista peruano, Al Pancorbo, sobre un taxista que debe resolver crímenes. La novela El duro despertar es una trepidante y entretenida aventura de intrigas en la Lima sucia. Un  joven taxista de 23 años  recorre con el peligro diario de que un navajero le corte el cuello, desde las cervecerías del barrio Miraflores hasta los que venden cerdo y chicharrones cerca del Rímac.

 8. En la novela de Juan Colil un supuesto dentista intenta zafar de su mala suerte, Gino Medina, en un thriller noir de nuevo tipo.

¿Por qué?

 Aquí no hay detective, ni policías, sanos o corruptos.

Simplemente, Medina es involucrado en crímenes por simple mala suerte.

Gino Medina se mueve por el centro de Santiago.

Al leer, recordé como si fuese un sueño, cuando yo egresé de la universidad e hice mi práctica profesional en una oficina en la calle Bandera, en el centro de Santiago e ingresé al mundo adulto del trabajo. Pronto, mi jefe, un vividor,  me invitó a que saliéramos a tomarnos unos tragos con unas colegas. Y así, gracias al vividor, conocí ese mundo nocturno del centro de Santiago donde se divertían los chilenos, generalmente en subterráneos que no se veían de día desde la superficie, y donde uno aprendía cosas que no se enseñaban en la universidad, como hacer amigas y sobrevivir a las noches intensas. Esa ráfaga de vida nocturna era una linda manera de soportar el aburrimiento.

La novela de Colil me recuerda a ese mundo subterráneo que aún existe, pero más degradado.

9. Gino Medina tiene un valor que yo aprecio en cualquiera: no se victimiza, no lloriquea y le gusta la aventura. En el fondo, como buen chileno, se tiene fe.

Su  lucha cotidiana por la supervivencia lo convierte a él, quizá sin saberlo, en un ser existencialista. Existencialista chileno, eso sí.

Qué chileno de hoy no ha sentido el deseo de llevar a una bella mujer extranjera llamada Svetlana, al Kaleuche, el restaurant estrella de El Tabo, y querer lucirse al invitar a comer unas almejas y beber vino blanco frente al Pacífico.  

O qué chileno –que no ha tenido más hogar que este- no ha soñado con ser un patiperro y que alguien le regale un pasaje y dos mil dólares para irse al culo del mundo, en este caso al Cáucaso, con la promesa además, que allí se arreglarán sus cosas.

Y Medina llega a Osetia del sur, un país casi risible, de 50 mil habitantes y que viene saliendo de una guerra..

No me río fuerte por respeto. Pero Osetia era un espejismo cruel de Santiago. Como en un cuento de Chesterton, dar vuelta al mundo, es al fin, volver al hogar, como hijo pródigo.

Así, él aprende que todo el mundo huele igual.

A la vez, la novela nos enfrenta a una exigencia. La de comprender, sin prejuicios, el desamparo. Es una escritura comprometida con la gente que vive en las oscuridades de ciudades destrozadas.

10. Si tuviera que nombrar un precedente sería al argentino Osvaldo Soriano,  y su novela Cuarteles de Invierno con ese boxeador y ese cantante de tangos, dos solitarios, por instinto, dignos.

El maestro de la novela negra, mi estimado Ramón Díaz Eterovic, me mencionó una lista de escritores argentinos que han trabajado en esta nueva novela negra, la que él llama la antinovela policial.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Escenas de la vida posmoderna: intelectuales, arte y videocultura en la Argentina de Beatriz Sarlo

Hace treinta años, el diario La Época de Chile publicó mi reseña del importante libro de Beatriz Sarlo, "Escenas de la vida posmodern...