miércoles, agosto 21, 2024

Tributo a Borges, Café literario Parque Bustamante, 2014


 

Pérez-Santiago, Emiliano Navarrete


 

Aldo Astete Cuadra, Pérez-Santiago, Rodrigo Barriga Fernández


 

Emersson Pérez, Pérez-Santiago, Reinaldo Carreño


 

Pérez-Santiago


 

Pérez-Santiago, Francisco Reyes


 

Perez-Santiago, Sergio Badilla


 

lunes, agosto 12, 2024

Requiem en El Mesón del Buen Comer. La muerte de José Luis. Publicado en "Elogio del Bar, Bares & Poetas de Chile". Edición de Gonzalo Contreras. 2014

 




José Luis Hernández salió una noche de aquí del Mesón del buen comer, después que se había bebido unos ron, con su morral naranja, su camisa gris de manga corta y sus pantalones de jeans. En la madrugada estará su cuerpo reventado en la sala de la morgue, inerte, tirado sobre una bandeja de metal, cubierto de una tela de polietileno.

Patricio Igor Melillanca, su compañero y colega, fue al reconocimiento en el depósito de cadáveres.
Su cabeza -dijo cuando nos contó más tarde-, era como si un niño la hubiese hecho con plasticina y luego la hubiese aplastado con el dedo pulgar. Era una plasta, una masa. El cuerpo estaba reventado, un vehículo pesado le pasó a lo largo.
***
El año 2005 las oficinas de nuestro trabajo estaban ubicadas en el Barrio Cívico, o lo que queda de él, en el paseo Bulnes, al llegar a Alonso de Ovalle. Solíamos almorzar en el paseo peatonal, quizás uno de los proyectos urbanos frustrados más bellos de Santiago. El paseo comienza frente al palacio La Moneda en La Alameda. Caminábamos hacia el sur hasta el final del paseo, hasta casi llegar a la estatua de piedra de don Pedro Aguirre Cerda y dos niños, obra del escultor Galvarino Ponce, en el parque Diego de Almagro. Cerca de allí hay un letrero de neón, algo sucio, algo bastante sucio, que dice Mesón del buen comer, al que finalmente yo y el periodista José Luis Hernández escogimos como refugio, por ser el más amplio y el más barato de todos los lugares del paseo. El lugar está atendido por el hijo del dueño, Patricio Toro, moteado por nosotros como Pato Mesón.
El almuerzo era una ganga, costaba 1450 pesos e incluía ensalada o sopa, plato de la casa, jugo y postre. Por las tardes, cuando salíamos de la pega, volvíamos a la misma fuente o abrevadero, a sentarnos, sobre todo en primavera o verano, en unas sillas de plástico azules que ponía Pato Mesón en el bulevar. El aire fresco que dan los plátanos orientales, los jardines tuliperos, el agua corriendo de una fuente en medio del paseo peatonal, hacían del lugar especial para pasar el calor, antes de irnos a casa, y olvidarnos del ajetreo áspero y el duro stress del día.
Había otro encanto. Por allí pasaban las jóvenes estudiantes de las universidades, y era grato ver bambolearse a las chicas sueltas de cuerpos con sus morrales a un costado del hombro, convirtiendo el bar en una agradable pasarela.
En el ocaso de los espacios públicos, el Mesón del buen comer era un respiro.
El padre de Pato Mesón autorizó a Pato que administrara el negocio por las tardes. Pero Pato no tenía más capital que unas cuantas cervezas que compraba en el supermercado. Llegado el momento, cuando nos habíamos tomado esas chelas, Pato iba corriendo al mini market de la otra cuadra, a comprar nuevas. Nosotros quedábamos momentáneamente a cargo del bar. No había nada para picar. No había vino y no había licor. Cuando queríamos tomar vino, teníamos que pagarle anticipado. Así él podía ir corriendo al mini mercado.
Así es la capitalización de la pequeña empresa chilena. Así es la gente emprendedora. Corriendo y corriendo al mini mercado. Agentes del estado han querido construir el mito de Chile como gran potencia emprendedora. Pato Mesón es el contramito, la contrahistoria. Pato Mesón, sin apoyo de un banco ni del Estado, creó su fuente de ingresos, marchando al mini market.
Un día Pato Mesón trajo un televisor con pantalla gigante y ofreció pasar el fútbol. José Luis le prometió realizar un impreso digital para que se avisara la hora y el día de los partidos del mundial de fútbol de Alemania, en junio y julio del 2006. Pato Mesón lo colgó en la entrada y entonces el bar se llenó de parroquianos devotos de la pelota. Y el negocio, a esas alturas, comenzó a fructificar. Por la tarde ya se podía consumir sánguches, vino y ron. Y nosotros para ver el fútbol teníamos que reservar mesas.
Un día ocurrió lo inevitable.
Se nos acabó el dinero, pero no la sed.
Entonces José Luis le pidió fiado unos rones, para pagarlos a fin de mes, solicitud que Pato Mesón aceptó. José Luis le sugirió que anotara en un papel el monto de la deuda y que él ponía la firma. Así nació la popular Pato-Card, una tarjeta de crédito mejor que cualquier otra tarjeta usurera del mercado financiero, pues no incluye intereses ni costos del servicio.
Con el tiempo Pato Mesón guardaba un montón de papelitos de sus deudores
El Mesón del buen comer no es un bar de escritores como los que he conocido como El Floridita de La Habana donde iba Ernest Hemingwey a beber sus daiquiris, ni El Tortoni de Buenos Aires donde iba Jorge Luis Borges. Tampoco el Bar de la Unión Chica de Santiago donde conversé con Jorge Teillier, (“un boxeador contra las cuerdas”, Boccanera dixit). Ciertos escritores jóvenes y también viejos bohemios afirman a veces que la literatura está ligada a la musa sedienta y glorifican el licor como químico creativo. Pero, muchas veces, el trago es una musa cruel de autodestrucción nocturna y pendenciero malditismo.
Digo: El Mesón no es un bar de escritores, aunque he bebido y comido allí con varios de ellos: Teresa Calderón, Sergio Badilla, Reinaldo Marchant, Mario Artigas, José María Memet, entre otros. A veces, sólo a veces, hablamos de literatura. La mayoría de las ocasiones nos reímos y nos reímos mucho con nuestro mal hábito y deporte favorito de desplumar finamente a otros escritores.
Ese escritor está sobrevalorado, ¿no creen?
Mmm, irregular...
Editado a la mitad, su libro sería mejor.
Ja, ja, ja…
Ja, ja, ja…
Qué cosas nuestros queridos escritores.
Hay cosas que la historia quiere dejar pasar. Es la ocasión para recordar otra anécdota de contrahistoria: era la época, la primera década del siglo XXI, en que esos escritores criticaban públicamente a la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, por un turbio manejo de las becas de escritores. Y algunas de esas estrategias de lucha contra la cultura manoseada, se discutieron en el Mesón. El jueves 12 de Julio del 2007, ese grupo de escritores y escritoras llegamos a la calle San Camilo de Santiago y subimos al séptimo piso para reunirnos con la menuda señora Paulina Urrutia que parecía haber dormido poco. Llevamos una carta titulada La crisis de la cultura nacional. La infelicidad permanente, firmada por más de 300 escritores y que reflejaba un creciente malestar en la cofradía literaria. La periodista de El Mercurio nos catalogó al otro día como “los escritores disidentes“.
Vueltas de tuerca. Somos precarios los chilenos, somos frágiles y olvidadizos, aunque se quiera hacer creer otra cosa. Muchos operantes de la Concertación creían, según recuerdo, que su autocomplacencia -el peso de su noche-, sería sempiterna. Estaban de la realidad, lejos. De los barrios, lejos. Y más lejos aún de estos bares chilenos que antes visitaban y en los cuales soñaron cambiar, alguna vez, la insidiosa realidad.
El Mesón es un bar muy parecido a la mayoría de los bares chilenos, donde todos olemos a pan con ajo, tomate y ají. El único con el que yo realmente hablaba de literatura en el Mesón, era Mathius, un parroquiano moreno, de panza abultada, de voz whiskosa, habitué del Mesón. Lo conocí aquí y las únicas veces que lo vi, fue sentado en estas sillas de plástico azules. Le gustaba el escritor nazi Miguel Serrano.
-No me gusta, le dije.
¿No te gusta por nazi?
No es el escritor, es su literatura pringosa.
Mathius, tal vez por herencia de su sangre, hablaba muy seguro de sus gustos literarios extravagantes y decía que tenía una obra poética muy delicada; talento literario que permanecerá en el mito, pues yo nunca leí nada.
Una tarde José Luis me dio la noticia lúgubre:
Se murió
¿Quién?
Tu amigo Mathius.
La musa sedienta y cruel cobraba una víctima del Mesón.
Fui a saludar a sus amigos de trabajo que estaban en otra mesa, pero a ellos les extrañó que alguien como yo estuviese interesado en darles el pésame por la muerte de Mathius.
De repente pienso que el fantasma literario del presunto escritor, vuela por el Mesón del Buen comer.
La higiene de los urinarios de los bares darían para una crónica propia, tan sucios y con mal olor, pues parece que la autoridad sanitaria nunca controla. El baño del Mesón del buen comer, es un miadero respetable. Lo difícil, como tantos baños de tantos bares de Santiago, es cuando uno decide cagar. Por que el retrete no tiene puerta y cualquiera puede verte cuando uno está con cara descompuesta vaciando la tripa. Siempre es conveniente llegar con la tripa vacía.
He visto aquí el formidable apetito sexual de dos jóvenes noctívagos. Una mujer en la semipenumbra de un rincón –ya cerca de la medianoche- le solicita al oído de su joven pareja ser corrida en el lugar. Y mientras su amigo la besa y la besa con besos mojados, le hace cositas con los dedos por debajo del mantel. Ella ponía cara de inocente y cara de pervertida, sin comedimiento ni moderación.
¡Lo que hace el alcohol, dios mío!
El destino de esos dos calientes sería el baño de mujeres, que sí tenía puerta. Así procrean los jóvenes a veces en Chile, sentados en un retrete del Mesón del buen comer.
Los miércoles era un día muy especial.
A las siete de la tarde aparecía un pequeño pero compacto y convencido grupo de evangélicos con un micrófono y un parlante portátil y se instalaban al otro lado del paseo, frente al Mesón. Traían unas guitarras viejas y panderos hechizos con los que iniciaban una plegaria cantada. Venían muy bien peinados al agua, y venían, eso se notaba desde el inicio, con la clara y decidida intención de sabotear a los que estábamos plácidamente bebiendo cerveza en la terraza del Mesón.
El show estelar de la noche lo protagonizaba una canuta muy guapa, de pelo largo, de aspecto lábil, de falda ajustada a la rodilla, que desde el micrófono con voz de canario invocaba a dios, para que nos sacara del infierno del alcohol.
Cuídense pecadores, cuídense que llegarán al infierno, el alcohol a nada conduce.
Con ritmo tiraba hacia adelante su cadera y hacía notar su pubis, mientras nos apuntaba con el dedo.
José Luis miraba a la canuta con admiración y al final del sermón, aplaudía, aunque no veía en la alerta de la canuta ningún mal presentimiento. Todo parecía trivial.
Nuestro jefe era un gordo cuyo único talento era hablar de todo, sin tener conocimiento de nada. Al desgraciado le decíamos Walala, arquetipo del jefe ignaro. Un Walala que se infla de inmediato como un sapo, cuando tiene un gramo de poder. Un Walala soez y prepotente.
¿Usted conoce un Walala? ¿Tiene uno cerca?
El jefacho mediocre que cree que tu dignidad es insolencia, Walala.
Una secretaria salió llorando de su oficina.
-El Walala me acosó sexualmente, dijo ella, no sé que haré.
-Demándalo, dijo José Luis.
Esa tarde llegaron al Mesón y José Luis decidió apoyarla para que hiciera la denuncia ante la Dirección de Trabajo. Se puso el honor de la secretaria a favor de la cólera colectiva. Había engendrado mucho odio, el villano del Walala.
José Luis Hernández era un buen amigo.
Nadie pensaba que se iba a morir tan pronto.
Nadie piensa que uno va a morir joven, aunque siempre somos candidatos a la disolución.
Sé que a José Luis le gustaría que lo recordara como un periodista no intimidado por las grandes corporaciones, las monopólicas empresas de alimentos, de comunicaciones o las tabacaleras. José Luis quería dar su testimonio de contrahistoria.
Pero también sé que a José Luis le gustaría que lo recordaran como social y comunitario, que adoraba contar chistes y reírse bebiendo una chela helada.
Salió de aquí, un día 12 de enero del 2009, y caminó iluminado por los faroles del paseo Bulnes, salió de aquí después de haberse tomado unos ron y de haber firmado una deuda en la Pato-Card. Dejó estampada allí su firma por los últimos tragos que bebió y que algún día pagaría.
En nuestros países, el martes 13 es un día de mala suerte.
En la madrugada del día martes 13 de enero, como si el martes 13 fuese realmente un día de fatalidad, José Luis estaba tirado inerte en una bandeja de metal, cubierto por polietileno, en la morgue de Santiago.
Esa noche fue atropellado por un bus del Transantiago. El bus le pasó a lo largo y con el peso lo reventó. El chofer huyó del lugar, practica cobarde común, y el fiscal que estuvo a cargo no investigó nada.
La página de Facebook de José Luis evolucionó a una moderna animita. Una muy digital y fascinante animita donde sus amigos, amigas y familiares empezaron a colgar saludos, versos, canciones. Y mujeres enviando saludos consternados.
“-Mi José Luis no te imaginas como me duele tu partida...te quiero mucho mucho.”
“ya nos encontraremos, amigo mío...en la mesa del bar ...o”
“putas hermanito duele tu ausencia”
Patricio Igor Melillanca escribió un poema:
“Yo no me despido de las flores ni de las estrellas
Ni de las piedras que les tiramos a la dictadura y al patrón”
Yo subí desde Youtube una sevillana que se llama “Cuando un amigo se va”.
Una de sus amigas subió unas fotos sensuales que José Luis le había tomado hace diez años. Fotos en calzones pequeños de una mujer de veintún años.
Su página en Facebook se había transformado en la materialización de su alma en bits. Era un alma digital, energía eléctrica, una especie de holograma.
El día del sepelio volvimos por la tarde aquí al Mesón, desde donde José Luis había salido la última vez. Aquí estuvimos sus numerosos amigos haciendo salud por él.
Salud.
Como si la musa sedienta, la musa re sedienta, no tuviese ninguna culpa. Como si el sombrío panorama de la embriaguez, la pulsión autodestructiva, el licor de olvido, blackout y embrutecimiento y que lleva al fracaso a los frágiles y sensibles, no fuese culpable.
Pato Mesón dijo esa tarde que guardaría como una reliquia de la buena suerte la Pato-Card con la firma de José Luis.
A veces me ha contado que cuando las cosas no van bien en el bar, saca la Pato-Card firmada por José Luis y le ruega que lo ayude.
Dice que siempre le da buena suerte.

sábado, agosto 10, 2024

Gestión Pública de Cultura. Propuesta de Ministerio de Cultura. Por Pérez-Santiago. Escuela de Gestión Pública. Universidad de Chile.

 

Preámbulo

Historia académica

 Miro por el espejo del retrovisor. El año 1977 fue un año, según recuerdo con contenida turbación, conmovedor. Yo tenía 24 años y a pesar del paso de tantos años, lo recuerdo con claridad; mis neuronas en el hipocampo se iluminan con solo decir: año 1977.

 El año 1977 aprobé mi examen de grado en la escuela de administración pública de la Universidad de Chile. Un hito en mi vida de estudiante que había comenzado en 1971. Mi monografía ya estaba terminada y trataba sobre administración pública colonial, tutorizada por el joven profesor de administración, Carlos Varas, uno de los maestros más lúcidos de esa escuela.

Pero, no tengo copia de esa monografía, pues entonces ocurrió lo terrible ese año, y mirado en el tiempo, triste: la policía política del dictador Pinochet, es decir, una tropa de imbéciles armados, entró una noche a mi hogar y se llevó todo, libros, revistas y la monografía. Como si a esos imbéciles les gustara la lectura.

En esos cuatro años de dictadura que sufrimos desde el 1973, ya en la escuela de la universidad habían arrestado a algunos compañeros y amigos. A algunos de ellos se los llevaron a la tumba (como a mis amigos Jaime Caldés y Pepe Bomcompte). Eran crueles asesinos. Eran esos días en que me habría gustado que Dios existiera y fuera justo y les dejara caer un rayo en la cabeza.

Ahora me tocó a mí, el año es 1977.

Me fueron a buscar a mi casa. Pero, alertado por amigos, yo no estaba en casa.

Pero se llevaron raptados a mi padre y a mi hermano Lorenzo, como rehenes. La casa de mi familia permaneció ocupada por largas horas, vigilada por días, para espanto de mis queridos vecinos. Como entenderán, yo y mis amigos vivimos una larga travesía de desagradables pellejerías. 

Meses escondidos, meses de tensión ayudado por numerosos y valientes amigos.  Aunque ahora es historia, toda mi vida estaba desintegrada.

Un día realizamos una operación de salvataje. Ayudados por amigos ingresé con otros compañeros a la embajada de Venezuela. Era un viernes y había allí una fiesta diplomática, para recibir al nuevo embajador de Venezuela, el abogado Enrique Azpurúa Ayala. A él le pedimos asilo. La cordialidad y habilidad del embajador Azpurúa nos permitió después de meses, viajar a Suecia, la Suecia del gran Olof Palme. 

Durante años estuve en una lista negra de la dictadura, no podía regresar a Chile. Recién cuando se instauró un gobierno democrático volví en 1990. 

Mi madre Fresia me acostumbró a no dejar asuntos pendientes.

Entonces, le escribí al rector de la Universidad de Chile sobre mi situación académica. Quería, después de muchos años, titularme. Para eso, se me solicitó dos cosas: escribir una nueva monografía y dar un nuevo examen de grado, el que volví a aprobar por segunda vez. Entonces, escribí esta monografía que entregué a la Universidad y que ahora pueden leer a continuación.

Así, ahora podía titularme. 

La monografía trataba sobre la administración cultural la había aprendido en la práctica en Suecia, tras trabajar varios años como administrador cultural y organizador de múltiples actividades culturales. 

Creo que fue un aporte a un debate necesario para la modernización chilena.

Chile no tenía aún un Ministerio de Cultura, como hoy. Mi propuesta era, por tanto, nueva y era la primera monografía en gestión cultural del Chile. Fue una propuesta orgánica para construir una Ministerio de la Cultura, que circuló en el debate. Extractos de ella se publicaron en diversos medios.

Omar Pérez-Santiago



 

Introducción. 6

Capítulo 1. El Sector Público y la Cultura. 7

El Sector Público. 7

Capítulo 2. Portada teórica Gestión Pública de Cultura. 12

Enfoque de Teoría Administrativa para el análisis de la Gestión Pública de la cultura. 12

Conceptualización de la Gestión Pública de Cultura. 13

Definición de Gestión pública cultural 14

Estructura de la Gestión Pública de la Cultura. 15

Capítulo 3. La cultura chilena. 18

Características de la Cultura Chilena. 18

Capítulo 4. Políticas Culturales. 20

¿Qué es una Política Pública?. 20

Políticas Culturales a nivel Internacional 20

Políticas Culturales en Chile. 21

Años 80 al 90: Nueva Política Cultural. 23

Capítulo 5. 25

Estructura de la Gestión Pública de Cultura. 25

Antecedentes históricos. 25

Estructura Actual 25

Capítulo 6. 28

Características de la Gestión Pública de la Cultura en Chile. 28

Capítulo 7. 30

Propuesta Institucional Ministerio de Arte y Cultura. 30

Ministerio de Arte y Cultura. 30

Estructura del Ministerio de Cultura. 32

Cuatro Propuestas de Política Cultural 34




 Introducción


Chile carece de una sistematización administrativa de operaciones y procedimientos de gestión pública en el área cultural.

Los objetivos de esta monografía, parcial y limitada en sus alcances, son los siguientes:
1 Iniciar, desde una perspectiva administrativa, los estudios e investigaciones que conduzcan a conocer y/o desarrollar procedimientos técnicos tendiente a mejorar la asignación, administración y evaluación de las políticas públicas en el área de la gestión cultural.

2. Enfrentar la problemática que encierra la cultura nacional desde el punto de vista administrativo de la Gestión Pública y procurar sistematizar un conjunto de procesos y actividades propios de la Gestión Pública cultural.

3. Proponer una estructura organizativa para la Gestión Pública en el área de la cultura. Esta propuesta no intenta ser excluyente de otras, procura ser un aporte al debate público sobre estos asuntos.





Capítulo 1. El Sector Público y la Cultura

El Sector Público

El Estado

 El Estado es una y la primera persona jurídica y, como tal, sujeto de derechos y deberes es una corporación ordenada y organizada política, jurídica y administrativamente. Personifica a la comunidad humana que constituye la nación, la cual está sentada en un territorio propio y determinado. El Estado es poseedor de un poder superior originario y jerarquizado, el cual utiliza para gobernar al pueblo, como instrumento anti conflictivo entre los diversos grupos sociales de la comunidad, para ejercer la soberanía nacional y para hacer que prevalezca el interés particular, con lo cual satisface el propósito de su origen y de su finalidad social. El Estado se concibe como el pueblo que constituye una unidad jurídica organizada dentro de un territorio determinado, bajo el imperio de la ley, con el objeto de realizar fines públicos de orden jurídico y social (J. M. Quinze, 1994).

La organización política del Estado

El poder estatal constituye un factor de cohesión de la sociedad política. El poder está compuesto así de dos elementos básicos: la fuerza y la idea. La idea está constituida por los valores e ideologías en que se funda la fuerza. El poder político se transforma en autoridad cuando no cuenta sólo con la fuerza, sino que fundamentalmente obedecido por su legitimidad, por el consentimiento de sus ciudadanos.

La concepción de la autoridad democrática está basada en el consentimiento libre y voluntario de los gobernados, es un poder con autoridad.

El gobierno constituye la conducción política general del Estado, es el ejercicio del poder supremo que reside en el Estado.

El gobierno ejerce, a su vez, diversas actividades para cumplir los fines del Estado. Ella se denomina funciones del estado.

Las funciones clásicas del estado son tres: la función legislativa, la función ejecutiva y la función jurisdiccional.

La función legislativa consiste en la creación, modificación o supresión de normas generales, abstractas, permanentes y obligatorias que regulan la conducta de los miembros de todo sociedad política o Estado, es en su calidad de gobernantes o de gobernados, como asimismo tas relaciones existentes entre unos y otros.

 La función legislativa es aquella que produce la ley en ella participan, normalmente el órgano ejecutivo (Presidente del República) y el órgano legislativo (Congreso Nacional)

La Función ejecutiva tiene por objeto poner en ejecución las leyes aprobadas en el Parlamento. La función ejecutiva puede subdividirse en una función administrativa. mediante el cual se desarrollan los fines específicos del Estado subordinada a a la ley en forma corriente (actividad de los ministerios, servicios públicos, intendencias gobernaciones, empresas del estado) y una función política que tiene por objeto dirigir al conjunto de la sociedad por el camino que permita satisfacer en mejor forma sus fines específicos, tomando decisiones ante situaciones nuevas que no están reguladas por ley (envío o no de un determinado proyecto de ley al congreso, a quienes nombrar ministros que tratados internacionales negociar, que intercambios comerciales o económicos con otros estados concretar, etc.).

La función jurisdiccional tiene por finalidad expresar el derecho Así, a los tribunales, que son órganos que ejercen la función jurisdiccional, les corresponde determinar el derecho que resulta de la aplicación de los preceptos o normas jurídicas, para aplicarlo en cada caso particular.

En Chile la acción de conducir el país, de gobernar, corresponde principalmente al Presidente del República, el cual actúa en la implementación de las políticas con el apoyo de autoridades regionales provinciales y comunales, ministros de Estado y jefes de servicios públicos como asimismo de los intendentes y Gobernadores (Constitución Política de la República. 1980)

Definición de Sector Público

La tareas de gobierno se realizan a través de los Ministerios y Servicios Públicos los cuales coordinan e implementan las instituciones emanadas del Presidente del república con el fin de hacerlas efectivas en sus respectivas esferas y campos de trabajo según las funciones y atribuciones que cada uno de ellos corresponde Ellos forman parte del Administración del Estado El conjunto de instituciones que tienen algún grado de dependencia del Presidente del república y desarrollan una actividad administrativa orientada y regulada por un conjunto de normas y operacionalizada a través de métodos y procedimientos expresamente definidos, todo ellos dirigido a la consecución de los fines del Estado

Estructura del Sector Público

El Gobierno Central: La Administración Pública Chilena está constituida por los Ministerios, las Intendencias, las Gobernaciones y los Servicios Públicos creados para el cumplimiento de la función administrativa.

El gobierno y la administración del estado corresponden al Presidente de la República, quien es el jefe de Estado.

El ámbito sectorial de la Administración Pública está cubierto básicamente, por los Ministerios y los servicios respectivos. Los Ministerios son los órganos superiores de colaboración del Presidente de la República en las funciones de gobierno y administración de sus respectivos sectores

Los Servicios Públicos:

Los Servicios Públicos son órganos administrativos encargados de satisfacer necesidades colectivas, de manera regular y continua. Los Servicios Públicos pueden ser centralizados y descentralizados Los servicios centralizados actúan bajo la responsabilidad jurídica y los bienes y recursos del Fisco y están sometidos a la supervigilancia del Presidente de la República, a través del Ministerio correspondiente

Los servicios descentralizados actúan con la personalidad jurídica y el patrimonio propio que la ley les asigne y están sometidos a la supervigilancia del Presidente de la República, a través del Ministerio correspondiente (Guía de Ministerios, Ministerio del Interior, 1993)

 El Sector Público como unidad Cultural

 El rol del estado en la cultura

No se trata aquí de saber si el Estado tiene algo que hacer o no en el campo de la cultura y en el desarrollo de un dinámico mercado cultural. Se trata, más bien, de conocer la manera en que actúa y si, en consecuencia, practica una política de "intervención administrativa o si permite a las colectividades de este sector, a sus protagonistas independientes, a las agencias culturales y, por último, a cada individuo profesionalmente activo o simplemente comprometido en este terreno el disfrute libremente de todo el espacio justificable posible para la expansión cultural.

a) Proteger la libertad de expresión

Contribuir a que se proteja la libertad de expresión y crear condiciones reales para que se pueda hacer uso de tal libertad.

b) Bienestar de la población.

El estado debe apoyar el fomento de la expresión y el acceso a la cultura de todos los ciudadanos. El estado debe potenciar la cultura, debe asegurar que la Identidad y la diversidad cultural logren expresarse. La actividad cultural de una sociedad está encaminada principalmente a lograr el bienestar espiritual de la población a través de las combinaciones de recursos e iniciativas que resulten óptimas desde el punto de vista de los que la sociedad requiere.

c) Incentivar la cultura.

El Estado no debe dirigir la creación artística y cultural, pero si puede, y es su deber, incentivar las expresiones culturales y hacer posible su renovación y desarrollo cualitativo

d) Equidad.

El estado debe compensar la desigualdad en el acceso a los bienes culturales. Difundir la cultura, acercaría a todos los sectores sociales.

e) Gestión Cultural moderna

Todos estos propósitos deben basarse en una visión moderna, eficiente y eficaz de la gestión cultural El Estado debe promover la modernización de la vida cultural, adecuarse a los cambios y ritmos de los tiempos. El norte es potenciar la capacidad de creación del país Estas ideas pasan por una tecnificación de la administración cultural, por programas de capacitación y por dotar de oportunidades al desarrollo de la capacidad gerencial de las empresas creativas

El desafío está en encontrar el mecanismo más adecuado para armonizar y coordinar las decisiones y esfuerzos de la infinidad de agentes que participan constantemente en el proceso creativo

f) Proyección internacional

La cultura debe integrarse planificadamente a los programas para profundizar la inserción internacional de un país Es el pais como un todo el que se proyecta al exterior Para avanzar se requiere una tarea conjunta entre el Estado, los agentes culturales y las empresas

Objetivos del Sector Público en la Cultura

Tomando como referencia lo expuesto anteriormente, los objetivos que el sector público desarrolle en el ámbito cultural son dos:

a. Orientar las decisiones de los agentes culturales privados para el logro de una eficiente asignación de los recursos que conlleve a un estado de bienestar espiritual

b. Realizar una acción directa, con el objetivo de asegurar a la población un nivel de acceso básico produciendo determinados bienes y servicios culturales. (bibliotecas, centros culturales, etc.) y traspasar poder adquisitivo a determinados sectores mediante, subsidios, transferencias, concesión de créditos, o aportes de capital como incentivo para que los agentes culturales privados desarrollen algún tipo de actividad cultural.

Funciones del Sector Público en la Cultural

Hay cinco responsabilidades específicas del Estado en materia cultural

a. Fomento cultural:

El fomento y estímulo de la creatividad, tanto a nivel profesional, por ejemplo, el fomento de la actividad artística, como de la gente común Ello implica el fomento del desarrollo de industrias culturales, del libro cine, televisión, etc.

b. Patrimonio cultural:

Una política de fomento de desarrollo del patrimonio cultural nacional en sus

diversas dimensiones.

c. Igualdad de oportunidades:

La creación de condiciones para que la gente pueda desarrollarse como receptores y productores de cultura, es decir acceder en forma equitativa, en igualdad de oportunidades y con su propia libertad y diversidad, tanto a la creatividad como al patrimonio cultural nacional y universal y a las diversas manifestaciones de la vida cultural

d. Interlocutor:

Una función de interlocución con el sector económico, la comunidad artística y de creadores, el conjunto de actores culturales, y, muy especialmente, como de representante de la comunidad ante la comunidad internacional a través del fomento de la proyección cultural del país en el mundo.

e. Marco normativo:

Todo lo anterior supone la generación de un marco normativo para la cultura consensual y respetuoso de los valores y la libertad (M A Garretón, 1992, p. 66).

 Acciones del Sector Público en la Cultura

El desarrollo de las funciones señaladas anteriormente requiere que el Sector Público lleve a cabo un conjunto de acciones en el campo cultural, las cuales se señalan a continuación

a. Acciones de regulación

Acciones destinadas a orientar el comportamiento de los agentes culturales, corrigiendo las decisiones que éstos adoptaría basándose exclusivamente en los predicamentos del mercado.

b. Acciones de producción e inversión

Tienen por objeto la producción directa por parte del Sector Público de ciertos bienes y servicios culturales, y a través de las acciones de inversión, la realización de instalaciones de capital para la producción de bienes y servicios culturales por parte de los organismos públicos, como también las actividades de inversión destinadas a generar beneficios a la actividad de los agentes culturales privados (inversión para la construcción de bibliotecas, centros culturales, teatros, etc.)

c. Acciones de transferencias:

Permiten alterar la distribución primaria del ingreso a través del traspaso de poder adquisitivo a determinados sectores sociales, a objeto de proporcionarles un ingreso relativamente mayor del que obtendrían del mercado por su participación en el proceso de producción (Subsidios culturales, concursos, etc.)

d. Acciones de financiamiento

Permiten obtener al Sector Público, los recursos financieros para movilizar los bienes y factores que demanda la realización de las actividades de producción e inversión y las de transferencias

e. Acciones de representación e información

Tienen como objeto promover la presencia cultural en el exterior e informar a los agentes culturales (organización de muestras culturales, ferias de libros, etc.).

 




Capítulo 2. Portada teórica Gestión Pública de Cultura

 

Enfoque de Teoría Administrativa para el análisis de la Gestión Pública de la cultura

 

Definición de Administración

Administrar es influenciar la acción de las unidades de una organización para lograr los objetivos de la organización. La palabra administración implica un sentido de interés por la acción, especialmente por el procurar una acción efectiva, mediante el cual se puede lograr un objetivo

Teorías administrativas

Desde la segunda guerra mundial se ha hecho una serie de intentos para desarrollar una investigación "científica del campo de la "administración" recientemente consolidado. Podemos distinguir básicamente tres tendencias diferente es que ha contribuido a este desarrollo.

 

a. Ciencia de la Administración o Teoría Racionalista. El fin de la ciencia de la administración sería producir una teoría normativa de toma de decisiones y de conducta social en las organizaciones, que se basa en teoría de sistemas, investigación operacional, teoría de toma de decisiones y otras decisiones (Frederik W Taylor y Fayol).

Este movimiento se desarrolló durante la década de los 50 y floreció en los años 60 con la formación de nuevas escuelas entre las que ha habido frecuentes y ásperas disputas metodológicas.

b. Teoría general de las organizaciones: Sociólogos laborales y sicólogos comenzaron a estudiar los factores que podrían influenciar la productividad La productividad no solo se determinaba por las posibilidades físicas y técnicas, sino también por normas sociales. (Elton Mayo, Douglas McGregor The Human Side of Enterprise 1960, Bernard, Selznick).

d. Teoría moderna integrada

Enfoque Administrativo de la Gestión Pública de Cultura.

Desde el punto de vista conceptual de la organización nuestra perspectiva adquiere la perspectiva del sistema abierto Nuestra perspectiva es integrada Incorporamos a ella nuevas teorías de la comunicación.

En esta perspectiva consideramos las teorías que remarcan la competencia comunicativa y vislumbra a las organizaciones como redes de conversaciones La comunicación y la organización están totalmente ligadas. La organización se realiza a través de la comunicación.
Tres preguntas están incorporadas allí.

1 ¿Cómo movilizar una empresa?, ¿cómo cambiar la cultura y el estilo de cultura de los individuos? La imagen corporativa estética de la organización, pero, fundamentalmente, la vitalidad del sentido de la organización

2 ¿Cómo tener estrategias de diseño de herramientas? La mente de la organización, el conjunto de prácticas de la organización como una manera de vivir
3. El estilo de la organización es una marca que puede ser transformado en una El estilo, lo cultural de la organización que puede ser transformado en actividad, desarrollo, movilización (F. Flores, 1994).

Conceptualización de la Gestión Pública de Cultura


Definición de Cultura

Los etnólogos y antropólogos definen a la cultura en términos amplios, como un conjunto de normas, hábitos, técnicas, etc., que caracterizan la civilización de un pueblo Podemos hablar así de cultura chilena, germánica, china, islámica, etc.

También usan la palabra cultura quienes analizan los medios de comunicación de masas desde el punto de vista sociológico, lo que ellos llaman "cultura de masas.

Ninguno de esos sentidos es el que nosotros, para efectos operativos, usamos.
Nuestro concepto es operativo y restringido.

La cultura es el conjunto de creaciones artísticas específicas la pintura, la música, el teatro, la escultura, la danza, la literatura y el arte cinematográfico ofertada por agentes culturales y propuestas para ser consumidas por la comunidad.

Elementos de la definición

  1. Creaciones culturales:

En una visión operativa las creaciones culturales son obras, son libros, son bibliotecas, son teatros, pinturas, la estructura urbana de la ciudad y sus edificios, etc. Es decir. las manifestaciones positivas de creación y en la que todos proyectamos el imaginario colectivo. Esta línea de cultura es práctica, concreta Son elementos concretos, medibles, cuantificables y propenso a ser reflejados en estadísticas.

B. Agentes culturales:

Son los creadores, sus artistas, y las inquietudes de los que producen obras artísticas y culturales, los empresarios culturales (editoriales, empresas de discos. productoras) Hay tres clases de agentes culturales:

a. Los artistas individuales

b. Las organizaciones culturales

Grupos de teatros, de baile, de danza, de música. Las secciones de extensión cultural de la universidades e institutos, etc.

c. Las industrias culturales:

Denota toda la maquinaria física y social, comercial y sin fines de lucro. dedicada a producir y distribuir los bienes y servicios de los artistas.

C. El Mercado Cultural

Una vez que las obras son comunicadas más allá del círculo íntimo se incorpora al sistema económico y obtienen un significado especial para el mercado. La obra necesita distribución. Requiere inversión, no sólo de imaginación, sino también cantidades mensurables de tiempo y dinero.

a. La Oferta cultural.

Son todos los agentes culturales que producen y proponen para ser consumidas por el público

b. El consumo cultural.

El consumo cultural es la acción que realizan personas que oyen música, concurren a conciertos, representaciones teatrales, operas, recitales de danzas o proyecciones películas de arte, vista museos o galerías, o realiza lecturas que reflejan un interés por el arte Por definición, de incluyen a todos aquellos que participan, como profesionales o aficionados, en lo que, en forma general, llamamos actividades artísticas, es decir, pintores. actores, bailarines, músicos, etc. Se incluyen también a los millones de niños que "consumen lecciones de arte o música en sus casas o en la escuela (A. Toffler. 1987) 

Definición de Gestión pública cultural

Es el conjunto integrado de órganos y procesos que, basados en orientaciones políticas, normas jurídicas y administrativas, tendiente a la obtención administración y uso de recursos financieros, a través de los cuales se movilizan recursos humanos, materiales y financiero propiamente tales, a fin de lograr los objetivos de fomentos y promoción cultural y artística que el Estado se ha propuesto.

a. Conjunto integrado de órganos y procesos: La integración de órganos, exige la presencia de éstos a nivel central capaces de homologar la actividad de las diversas oficinas de planificación presupuesto contabilidad y control, que administran los recursos financieros de cada Institución del sector público. La integración de procesos, requiere definir y relacionar en tiempos simultáneos o sucesivos, todas las etapas adscritas a los distintos órganos y que constituyen la Gestión cultural pública, esto es programación presupuestaria, organización financiera, ejecución presupuestaria y control financiero

b. Basado en administrativas. orientaciones políticas, normas Jurídicas

La gestión pública de cultura debe enmarcarse en orientaciones políticas, por la necesidad de reforzar las decisiones de carácter político adoptadas a nivel nacional y sectorial, y porque en definitiva el proceso cultural público afecta la composición y orientación de magnitudes macroeconómicas básicas, tales como producto e ingreso nacional, consumo, ahorro e inversión balanza de pagos. oferta monetaria, etc. Lo anterior significa que este proceso, debe considerar el rol asignando al Estado, las Políticas sectoriales y los planes de Desarrollo económico y Social, entre otros. Los órganos y procesos que se desarrollen a nivel institucional, lo hacen conforme a decisiones adoptadas a nivel nacional, en donde se concibe la idea de imprimir un mayor o menor desarrollo a ciertos sectores de la actividad cultural. El basamento en normas jurídicas se justifica por la necesidad de actuar dentro de un marco reglado, que sirva de pauta a la discrecionalidad de la acción administrativa financiera. La administración de la cultura pública debe desarrollarse conforme a normas administrativas, por tener que adecuarse a ciertas pautas que asignan los objetivos y funciones a cada órgano del proceso, que fijan un actuar en forma coordinada, que establecen ciertos criterios de racionalidad, etc. Esto requiere de una clara delimitación del ámbito de acción de cada órgano y agente del proceso, del establecimiento de procedimientos que permitan transformar los insumos en productos sin duplicación de esfuerzos y con el máximo beneficio

c. Tienden a la obtención, administración y uso de recursos financieros

A través de esos recursos se movilizan recursos humanos, materiales y financieros propiamente tales que se mueven en el mercado cultural

d. A fin de lograr los objetivos que el Estado se ha propuesto

La administración de los recursos persigue en definitiva lograr las metas y objetivos de desarrollo cultural y artístico que el Estado se ha propuesto para un periodo determinado. La prioridad con que se pretenden alcanzar estos objetivos, varía en tiempo y espacio, según sean las condiciones históricas económica, políticas, sociales y culturales de un país. 

Estructura de la Gestión Pública de la Cultura

La participación del Sector Público en la cultura solo se concreta al movilizar recursos humanos, materiales y financieros y operacionalizar los distintos instrumentos con que cuenta el Estado para el cumplimiento de sus objetivos. La gestión pública de la cultura conlleva una serie de etapas coordina entradas de tal manera que constituyen un proceso Sobre la estructura de la Gestión Cultural existen en término generales diferentes formas de enfrentarla. Con fines metodológicos escogimos tres modelos: el modelo norteamericano, el modelo de Ministerio de Cultura, el modelo de subsecretaria y el modelo del Consejo de Cultura.

El modelo norteamericano:

Grandes instituciones de fomento artístico y patrimonio in conexiones estructurales entre sí y sin las pertenencias de ellas un solo ente orgánicos, donde se combina organismos federales con los estados que componen la Unión Dado el tamaño de estas instituciones y la magnitud de recursos que manejan además del componente federal, la inserción de ellas en un solo ente es impensable. La impresión de desorden y caos es intensa. Debajo de la superficie, sin embargo, actúa una tendencia opuesta favorable al orden Es la aparición de consejos de arte el auge de la construcción para la cultura y el surgimiento de los centros de arte.

  1. Consejos de arte

El consejo de arte es una federación libre que reúne las instituciones culturales de una comunidad con propósitos cooperativos son independientes, libres y abiertas. No existe un modelo standard de consejos de arte Algunos consejos son asociaciones sólo en el papel, otras están a bien establecidas y cuentan con un registro de realizaciones. Entre 1945 y 1950 se formaron consejos de arte en ocho ciudades norteamericanas en 1955 su número se tabla multiplicado a 25. En la actualidad existen cerca de 200 consejos de arte en diferentes ciudades

2. Construcciones para la cultura:

Estados Unidos tenía una escasez de teatros salas de concierto y otros edificios de primera clase para las artes. Las universidades señalaron la de actividad en el campo de las construcciones destinadas a proporcionar edificios para las artes en las universidades. Por otro lado, las migraciones al interior de las ciudades dejaron centros arruinados. Se reconoció que debería realizarse algo para procurar el deterioro el redesarrollo urbano, a menudo apoyada por intereses comerciales fijó una base para el auge de la construcción cuyo símbolo es el centro cultural de propósitos múltiples.

3. Centros de Arte:

El propósito de estos centros multidisciplinarios es el Lincoln Center, el centro cultural más grande e importante del país. El Lincoln Center se empezó a construir en 1964 sobre un terreno de 6 hectáreas con un complejo de seis edificios Con el Center los procesos que participan de la comunicación del arte se hicieron más complejos, especializados y refinados La complejidad de la administración de estos edificios dio paso al administrador cultural un profesional experto en la gestión cultural (A. Toffler 1987) 

Ministerios de Cultura:

Existen en España y Francia. Agrupa al conjunto de entes y funciones culturales en una instancia de alto rango para la formulación de políticas de obtención de recursos.

Subsecretarias de Culturas.

En algunos países latinoamericanos, dependientes de algún Ministerio.

Consejos o Institutos Nacionales de Cultura.

Existen en algunos países nórdicos y latinoamericanos. Adscritos a algún ministerio, pero autónomos de ellos y a veces con rango Ministerial para su autoridad máxima. Tiene autonomía administrativa y capacidad de iniciativa.

El país más paradigmático es Suecia. En los años 60 maceró el gran debate de la cultura en Suecia. El país contaba además, con un político de genio, llamado Olof Palme asesinado en una calle de Estocolmo un día frío y tenebroso de invierno de 1986, que a fines de los 60 ejercía como Ministro de Educación.

Entonces se creó el Instituto del Cine, Los Consejos de teatro y música. Se amplió las labores extensión del Riksteatern a la música y la plástica (Rikskoncerter y el Riksuststallningar) Se crearon los consejos de teatro y música. En 1972 el gobierno publicó un estudio con propuestas de reformas para apoyar a los artistas y el desarrollo cultural, se le llamó Ny kulturpolitik, nueva política cultural. El gobierno tuvo la bienaventurada delicadeza de enviar las propuestas a 450 diferentes autoridades y organizaciones que tenían que ver con el tema. Luego de dos años de consultas el gobierno envió la proposición al congreso Las determinaciones unánimes del congreso significaron un significativo crecimiento de la responsabilidad del estado en la cultura
Se creó, finalmente, la nueva estructura administrativa que buscaba apoyar a los artistas, para que pudiesen desarrollar sus actividades. Bajo el Statens Kulturrad, el Consejo de Cultura Sueco, se desarrollaron labores de apoyo a todas las disciplinas artísticas. Este sistema ha sido paradigmático para Europa. El apoyo que le otorga la sociedad a la cultura es grande.

El Consejo de Cultura Sueco:

El Consejo depende del Misterio de Educación. El Consejo tiene responsabilidad de dirigir la política cultural sueca en las áreas de teatro danza, música literatura, biblioteca y revistas, el arte, los museos y las exposiciones.

Sus tareas son:

Coordinar los esfuerzos del gobierno en el área cultural, juzgar las necesidades de financiamiento para diferentes objetivos culturales y planificar la futura política
cultural.
Distribuir ciertos subsidios a las actividades culturales.

Ser líder de opinión, entregar información y dar consejos a las comunas, provincias organizaciones y trabajadores de la cultura.

Investigar problemas relativas a la política cultural y seguir la investigación y el desarrollo.
Su Organización:

Tiene una directiva y cinco consejos en las diferentes áreas de la cultural. En la directiva están representados los artistas, los partidos políticos, las comunas, y organizaciones todos propuestos por el gobierno. La directiva tiene 12 miembros nombrados por el gobierno y determina la política nacional del consejo (Kulturpolitik 1988) 

 


Capítulo 3. La cultura chilena

Características de la Cultura Chilena


La Cultura Chilena se encuentra hoy mal evaluada. Las principales características de hoy es que es una cultura que no tiene buenas relaciones entre la oferta cultural y el consumo cultural, el mercado cultural tiene carácter monopólico, la industria cultural tiene una estructura artesanal, y la información estadística no existe.

Cultura escindida

La creación cultural en Chile brota aislada y sin coordinación Los canales de comunicación entre los creadores con su público están fragmentados La oferta cultural es reducida.

La vida cultural es un sector escindido un segmento pequeño -generalmente concentrado en la metropoli junto a un restante rezagado, condenado a subsistir precariamente, generalmente desconectado en provincias o bien en comunas pobres La oferta cultural está domina por pequeños grupos que copan el espacio existente. Esta oferta cultural no está al alcance de la gran población, normalmente marginada del consumo cultural. La producción editorial, por ejemplo, de los último cinco o seis años, es explicativa. A parte de Planeta y la Editorial Andrés Bello las demás editoriales son anémicas. Las desigualdades estructurales son evidentes. Hay comunas que no tienen ni un cine, ni un teatro ni una sala de exposiciones Los artistas y creadores jamás han tenido estímulos, ni apoyos estables, la pobreza infraestructural e institucional es abismante La brecha cultural es peligrosa. No tienen universidades ni academias. Mucho menos se ven escuelas de arte o corporaciones culturales. Las escuelas municipalizadas de esas comunas carecen de elementos pedagógicos para alentar a los alumnos en el terreno del arte y la cultura. Es esas condiciones es muy difícil crear consumidores de arte y cultura Y sino se activa el sector de consumo en el mercado cultural, no se romperá la pasividad y la falta de iniciativa y de espíritu creativo. 

Conglomerado monopólico

El monopolio cultural -un mercado cultural de escasa competitividad caracteriza a Chile El conglomerado monopólico consigue franquicias y de ese modo se "internaliza la actual concentración del poder cultural Las imperfecciones en el mecanismo del mercado cultural baja competitividad, poca movilidad vertical y horizontal atrofian el desarrollo cultural. El conglomerado impone al mercado cultural sus intereses individuales.

País pre-industrial y de Estructura artesanal

Los chilenos producen arte en diferentes áreas y dimensiones, Pero no llega a todos La industria cultura chilena apenas alcanza para proto-industria de la cultura.

Chile carece de una maquinaria cultural estable y de una necesaria industria cultural, es decir, de una maquinaria física y social dedicada a producir y distribuir los bienes y servicios de los artistas Para tener grandes poetas hay que tener grandes públicos Y para tener grandes públicos se necesita canales de distribución, requiere inversión. La descentralización de la actividad cultural es desconocida en Chile y existen, en cambio, conglomerados culturales, un auditorio tan reducido, en relación con el tamaño de la población, como para haber creado un monopolio por defecto. El consumidor de la cultura es reducido, y, además, no constituye una sección transversal representativa del conjunto de la sociedad El trabajo cultural mantiene un carácter piramidal, está politizado y hay ausencia de mecanismo democráticos de presión Bernardo Subercaseaux realizó el más completo estudio sobre la industria del Libro en Chile La época de oro del libro en Chile es desde el año 1930 hasta el año 1950. Su conclusión es que desde la fecha existe un industria anémica y atrofiada (B Subercaseaux, 1993).

Ausencia de estudios sobre la realidad cultural

Las imperfecciones y atrofias del mercado cultural chileno, la relación, o más bien, la falta de relación público-creadores, la ausencia de una red de creadores, la inexistencia de los debates sobre los productos culturales o las cuestiones de las identidades regionales. Hay ausencia de estudios sobre la realidad concreta del mundo cultural y no hay para los efectos de la planificación y elaboración de programas de estadísticas amplias y confiables relativas al mercado cultural. 


Capítulo 4. Políticas Culturales

¿Qué es una Política Pública?

La realización de una política pública puede ser considerada como una actividad.
durante el cual son movilizados los actores sociales y los recursos para efectuar los objetivos de una política definida previamente Tres variables aparecen unidas a una política pública.

La primera es la del grado de supervisión política. La ejecución de una política pública es una secuencia de acciones sociales que sobrevienen después de que se haya definido legalmente una política. Esto significa que está sometida a la vigilancia de los subordinados circunscritos por las actividades reglamentarias, de poderes políticos y administrativos y de públicos externos de gran variedad (mass-media, asociaciones, etc).

En segundo lugar, los fenómenos de organización conocidos se insertan en las actividades reglamentarias que le otorga su legitimidad.

La tercera variable se refiere al lugar en que se ejerce la política pública. Cuando éste es descentralizado, en general aumentan las posibilidades de moderación y variantes de interpretación de las normas. Atribuir responsabilidad a las autoridades centrales favorece la aplicación uniforme de la política pública (J G. Padioleau, 1989).

La política cultural en la agenda pública

La agenda pública comprende el conjunto de problemas que se perciben como pidiendo debate público y aun la intervención de las autoridades políticas legitimas. Cuatro elementos puntualizan la carrera de una controversia.

1 La aparición del problema. Este problema tiene un carácter más o menos sobresaliente.
2. La especificación del problema. Carácter de los proyectos rivalidades en la formulación, etc.
3. La difusión del problema entre el público.

4. La última fase es la entrada en el sistema formal de decisión política.

¿Cuál ha sido el destino de una política cultural en la agenda pública? Existen dos fases generales que analizaremos a continuación, a nivel internacional y en sus formas nacionales.

Políticas Culturales a nivel Internacional

El debate internacional sobre políticas públicas como discusión pública, plural y colectiva data sólo de las tres últimas décadas. Aun cuando se trata de una discusión relativamente reciente ella ha dado origen a una amplia y extensa bibliografía. Esta ha tenido dos etapas, la primera, que empieza en los años 60 y continúa en los 80 y la segunda, que empieza a fines de los 80 hasta nuestros días.



 

De la década del 60 al 80: Concepto amplio y estatista.

Características
a. Centrado en el Estado:

El debate sobre política cultural fue propuesto desde fines de la década del 60 por UNESCO y el sistema de Naciones Unidas y que luego se desplaza a otros foros e instituciones de carácter regional Esta primera etapa tiene como actor privilegiado y como interlocutor casi único al Estado.
b. Concepto amplio de cultura:

En la primera etapa se entiende por políticas culturales un espectro que abarca desde las políticas en favor del desarrollo de actividades artístico profesionales hasta las llamadas políticas de bienestar cultural o de las dimensiones culturales del desarrollo (calidad de vida, medio ambiente, educación, tiempo libre, vida laboral, etc).


Desde la década del 80 al 90: el mercado

a. Ingresa el sector privado y el mercado.

Se amplia en área hacia las industrias de la cultura y las políticas de comunicación: La llegada masiva de productos tecnológicos al mercado, su impacto sobre el consumo cultural y la uniformación sin precedentes de los modelos culturales resultantes, colocan en primer plano de la discusión el tema de las industrias culturales. El tema se amplía al sector privado
b. Concepto restringido de cultura:

La discusión tiende más bien a circunscribirse a políticas que intervienen en la producción, circulación y consumo de obras artísticas. (B. Subercaseaux, 1991).

 

Políticas Culturales en Chile

El desplazamiento de las políticas culturales desarrolladas a nivel internacional tiene su correlato también a nivel nacional. En Chile, entre los años 60 y 80 los esbozos de política cultural se centraron en la labor del Estado y se definía la cultura en forma amplia, en sentido antropológico. A partir de los años 80 surge un nuevo impulso que enriquece el debate. Se incorpora el sector privado y el tema de las industrias culturales y el mercado. El concepto de cultura se operacionaliza centrándose en los productos culturales. la comunicación con el público y la gerencia de los procesos productivos culturales. En los años 90 adquiere, pues, una nueva visión de las políticas culturales


 

Desde la década del 60 al 80: La Prehistoria

El gobierno de Frei Montalva

En el mismo mundo DC la participación ha sido un tema muy fundamental. No se tendría una idea exacta de los estilos de acción e incluso de propósitos de la DC, sin una referencia especial a una de sus iniciativas del Gobierno de Frei la promoción popular. La promoción popular era un organismo de acción gubernamental constituido bajo la forma de Consejo Nacional vinculado a la Presidencia de la República Sergio Ossa, dirige desde el comienza del Gobierno el Consejo con poderes de Ministro de Estado.

Según Frei Montalva, una de las características esenciales de las áreas subdesarrolladas en la América Latina y en Chile, era la existencia de conglomerados humanos cuya condición ya incorporó una nueva palabra a la terminología sociológica marginalidad. La marginalidad es la condición de grandes sectores de la población urbana y rural privados de participación efectiva en la comunidad nacional a que pertenecen y en los beneficios propiciados por una sociedad organizada y un estado constituido. Para integrar al pueblo al proceso histórico del país se creó la promoción popular.

1)      Las reservas que se aplicaron entonces, desde todos los sectores, contra la promoción popular, fue el temor de que la promoción popular se convirtiera en un poderoso instrumento electoral o en un sistema de invasión de las atribuciones de los poderes constituidos.

2)      Desde el punto de vista cultural, este proyecto considera a la cultura en el sentido amplio, designaba al conjunto de normas de conductas vigentes en un grupo determinado en el hacer, el vivir y el convivir. Concepción muy ligada al ideario freista, donde la cultura se entendía como el sistema de ideas que informan al hombre en un momento determinado.

3)      Esta concepción limitó a la cultura a un evento promocional, educativo. Se
promovieron los talleres teatrales y musicales en las poblaciones, los cursos para monitores, etc. La tarea cultural se asemejaba, por un lado, a los aspectos sociales. Es indudable que esa tarea no es inoficiosa en un país pobre como el chileno. Mas, su debilidad, en este aspecto, residió en que no era una política para el desarrollo del artista propiamente tal. La política cultural de este no hablaba a ellos, como agentes independientes de cambio, sino ligados a las organizaciones sociales y educativas. Ausencia de política cultural, que se haga cargo de los problemas directos de la creación y sus creadores.

Hubo, sin duda, iniciativas culturales importantes, como, por ejemplo, la ley n 16.617 de 1967 que devolvía a la película chilena los impuestos de las entradas de la misma, con la cual, en parte, se financiaban con las producciones fílmicas del país. Fue así como se produjeron, en ese corto periodo, alrededor de dieciséis películas como Caliche Sangriento, Ayúdeme usted compadre. Valparaíso mi amor. New Love, Morir un poco. El Chacal de Nahueltoro. Ya no basta con rezar. Ciao, amore, Ciao, etc.

También se publicó la Ley de Difusión del Arte, también llamada Ley Pacheco. Esta ley considera que en todas las construcciones públicas debe asignarse un 1 por ciento
a la ornamentación artística de la construcción Desgraciadamente esta ley nunca se aplicó

Pero lo que no hubo fue una explícita política cultural, hacia el mundo cultural.
Se produjo un vacío en el ámbito de la cultura DC. que se notaría más y más a medida que avanzaron los años. Es imprescindible notar esto los dirigentes DC aplicaron una concepción de la cultura como una forma de vida, y no de política cultural, como cuestión autónoma.

El gobierno de Allende

La irrupción de la cultura de izquierda a finales de los 60 incorporó una apreciación relativamente distinta. Se habló de una cultura con influencias populares. Una cultura comprometida con los procesos políticos y sociales. La nueva canción chilena, por ejemplo, estaba definida en función de los problemas sociales, ligados a los sindicatos, a los movimientos estudiantiles de las universidades. Había quienes la velan en función exclusivamente instrumental, como herramienta política.

Esta forma apuntó a un elemento importante que la diferenció de la visión DC colocó al artista, en el centro de la acción. Rescató y vitalizó la función del artista como tarea específica Salvó el arte de individualidades. No confundió cultura como elemento general de la vida social, sino como agentes específicos Los artistas se incorporaron al movimiento social, como artistas.

Las debilidades de esta visión son ya bastante conocidas y reconocidas por sus propios actores:

a)        Se tendió al panfletarismo, en instrumentalizar el arte y la cultura.

b)        A pesar de considerarse un movimiento popular, olvidó (a veces, despreció). otras formas de cultura popular como el jazz, el rock, los intérpretes de boleros y valses. La izquierda tuvo, paradojalmente, una actitud aristocrática y, a veces presumida, frente a expresiones culturales populares.


Gobierno de Pinochet

El gobierno de Pinochet tiene al comienzo una actitud reactiva de la cultura política del pasado. Sin embargo, el régimen intenta mantener el campo de la cultura e función de su propio proyecto. La política cultural no ingresa nunca a la agenda pública. 

Años 80 al 90: Nueva Política Cultural.

El gobierno de Aylwin

Al inaugurarse el gobierno de Aylwin en 1990 se había producidos conatos de debates sobre la cultura, pero no se habla dado en Chile un intenso debate sobre la necesidad de una política cultural De hecho, el Estado carecía de una institucionalidad orgánica para tratar estos temas

De esa manera, la Concertación no podía moverse, al comienzo, entre estas dos grandes nostalgias: la nostalgia DC por la promoción popular y la nostalgia de la izquierda de una cultura comprometida. La ambigüedad se hizo notoria al comienzo.

Finalmente, la Concertación definió con actitud programática la labor subsidiaria del Estado en la cultura El Estado debe participar como agente de promoción, ejecutor y productor, organizador del esfuerzo colectivo, pero el Estado no puede dominar ni imponer una cultura, ni una forma de pensar, porque la cultura se considera una expresión superior de la actividad humana. El Estado se declara incompetente para crear arte, pero no es necesario que lo sea para la creación de situaciones sociales favorables para el arte. El Estado puede, con imaginación, idear medidas gubernamentales inteligentes e imaginativas para estimular el arte.

El gobierno de Aylwin tomó tres grandes medidas concretas:

a) primero, la creación de un Fondo de Desarrollo del Arte y la Cultura, estableciendo en la Ley de Presupuestos un Fondo para el financiamiento de iniciativas culturales. El Estado tomó la decisión de apoyar la actividad cultural después de un periodo no sólo de ausencia de apoyo sino también de deterioro de los espacios culturales, en su sentido más amplio. Del mismo modo, se requería definir una forma de apoyo que no implicara una intervención indebida del Estado en la creación cultura
b) Segundo, la legislación en diversas áreas la ley tributaria, la Ley de Fomento del Libro, la Ley de Premios Nacionales, la Ley de Calificación Cinematográfica y la Ley de Propiedad intelectual.
c) Tercero, el inicio de un debate sobre las formas organizativas del Estado en la cultura y la proposición de una alternativa de organización Existe el convencimiento por parte del gobierno de la necesidad de avanzar en la modernización de las estructuras del Estado, debido a la dispersión y al abandono de éste aspecto fundamental del quehacer nacional 

El aporte a la cultura del Gobierno de Aylwin

En el diseño de la política cultural del gobierno de Aylwin hay puntos importantes del pasado que se desechan. Una crítica a la actuación dirigista, antropológica y basista de la promoción popular DC Y, a la vez una visión crítica del llamado arte comprometido de la izquierda Estas dos autocríticas irán, por la vía de los hechos, creando nuevas visiones y serán la base de una modernización de la política cultural, apuntando a sus niveles de excelencia y colocándola en los nuevos ejes de desarrollo social. El gobierno evitó adoptar decisiones en un campo en que puede tener intereses políticos creados.

El gobierno definió el mundo cultural desde una perspectiva operativa y no antropológica, que facilitaba la operatividad de las acciones culturales. La política cultural estuvo dirigida hacia la pintura, la música, el teatro, la escultura, la danza, la literatura y el arte cinematográfico Se ejercita una acción dirigida a los agentes culturales, a sus productores y no al consumidor Luego, hay un rescate pluralista de la función del arte. superando las visiones más maniqueístas de la cultura, sin pedirle a la cultura una visión única de la realidad, o que exprese una visión política de ciertos sectores sociales.

 


Capítulo 5

Estructura de la Gestión Pública de Cultura


Antecedentes históricos

Históricamente Chile ha tenido varios hitos de institucionalización orgánica de la Función cultural del Estado La Creación de las Universidades, la creación de la Dirección de Bibliotecas. Archivos y museos y la creación de departamentos de cultura en el Estado dependientes de otros ministerios y la creación de departamentos de cultura en las Municipalidades.

Creación de la Universidades

La creación de las Universidades y sus respectivas facultades o instancias de formación y cultivo artístico y de extensión cultural. La Universidad de Chile se fundó el año 1942 Fue desde sus inicios una especie de superintendencia de educación, ejerciendo labores de promoción, organización y control del sistema de educación. Desde el núcleo de la Facultad de Filosofía y Humanidades, se creó entonces un sistema nacional de educación En estos casos el Estado trasladaba recursos para ser destinados al desarrollo cultural autónomamente por parte de las Universidades.
La Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.

Le dio un impulso respecto de la política patrimonial Con el apoyo del Ministro Montt. Sarmiento promovió la creación en 1845 de más de 40 Bibliotecas populares La Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos fue fundada en 1929

Estructura Actual

Ministerio de Educación

Organismo dependientes

Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos

Es el organismo que desde 1929 ha cumplido con la obligación constitucional del estado de velar por la conservación, incremento y conocimiento del patrimonio cultural de la nación De la institución dependen 25 museos y 300 bibliotecas públicas.

División de cultura

La División se concentra en tareas de fomento a la creación, a la extensión cultural, a la creación de espacios e iniciativas culturales y a la proposición de leyes y normas jurídicas para el sector
Oficina de Coordinación del Fondart.

En el año 1992 se estableció en la Ley de Presupuesto un fondo para el financiamiento de iniciativas culturales. El Fondo de Arte y Cultura. Fondart, fue creado para financiar. mediante concurso público de carácter nacional, proyectos artísticos culturales.


Consejo Nacional del Libro y la Lectura

El Consejo fue creado por Ley N° 19.277 el año 1993 con el objetivo de asignar los recursos del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura y asesorar al Ministerio de Educación en la formulación de una política nacional del libro y la lectura. El Consejo está integrado por un representante del Ministerio de Educación, dos representantes de la Sociedad de escritores de Chile, un representante del Colegio de Profesores, un representante del Colegio de Bibliotecarios, dos representantes del Consejo de Rectores. un representante de la DIBAM y un representante del Presidente de la República.

Consejo Calificador de Donaciones Privadas

Por ley n 18.985 se creó el consejo calificador de Donaciones privadas, cuya función es aprobar o rechazar los proyectos que se le presentan. El beneficio impositivo sólo opera respecto de los proyectos aprobados por el Comité.

Ministerio Secretaría General de Gobierno

Secretaría de Comunicación y Cultura.

En el plano cultural, la Secretaría de Comunicación y Cultura tiene la misión de estudiar y fomentar los valores propios de la cultura nacional en coordinación con el Ministerio de Educación y colaborar con el Ministerio de relaciones exteriores en la vinculación e inserción cultural de Chile a nivel internacional. A través de su Departamento de Cultura focaliza sus funciones en la información y comunicación cultural; difusión del cine chileno actual y apoyo a la gestión cultural de las regiones.

Ministerio de Relaciones exteriores

Dirección de Asuntos Culturales e Información (DIRACI)

Es una estructura de política exterior, a la que le compete promover, proyectar y eventualmente administrar, los bienes culturales chilenos en el extranjero, a través de información especializada, servicios y subsidios. 

Ministerio de Planificación y Cooperación

Instituto Nacional de la Juventus

El Instituto fue creado en 1991 como organismo 16cnice su función primordial escoltar con el Poder Ejecutivo en el diseño la planificación y la coordinación de las políticas relativas a asuntos juveniles. A través de Departamento de Cultura se administra al Fondo de iniciativas Culturales y diversas actividades de extensión y promoción cultural dentro de los jóvenes.

Municipalidades
Las Municipalidades mantienen claras diferencias normativas funcionales y organizativas con respecto de la cultura, no mantienen ninguna colaboración entre ellas y no hay ninguna política unitaria. Aquí el desorden y si caos es también evidente.


1. Grandes Departamento de cultura

El ejemplo más claro es el caso de la Municipalidad de Santiago que sólo en aporte al Teatro Municipal entrega 600 millones de pesos al año. Es casi un Ministerio de Cultura en sí.
2. Corporaciones Culturales.

Varias Municipalidades cuentan con una corporación que funcionan en forma autónoma. Aquí se se cuentan las Corporaciones Culturales de Las Condes,  Ñunoa. Providencia.

Departamentos de Cultura:

Existen otras municipalidades que cuentan con un departamento de cultura asociado a la Dirección de Desarrollo Social. Aquí se encuentran municipalidad tales como La Florida. Recoleta, San Joaquín. 


Capítulo 6

Características de la Gestión Pública de la Cultura en Chile

La discusión y la controversia sobre la Gestión Pública de la cultura ha sido intensa durante los últimos años Como formulación simbólica presenta una proyección de familiaridad y de credibilidad en la agenda pública. Los ciudadanos y las élites emiten juicios positivos y se dibuja una línea, por lo menos aparente, de acuerdo en la materia. Son muy pocos los que niegan directamente el valor de obtener una política cultural de carácter público. Paradojamente las estrategias de posicionamiento de la materia cultural, no han logrado traducirse en la formulación de una institucionalidad nacional. Las maniobras de creación organizacional están, claramente, retrasadas. La actual institucionalidad carece una institucionalidad centralizada, jerárquica, unitaria y con sentido programático. Veamos.

Organización Asistémica:

Mirados desde una perspectiva sistémica, el conjunto de órganos, principios y normas, que componen la Gestión cultural del Estado no están enlazados o coordinados entre sí. No constituyen un todo indisoluble. Sus partes actúan sin orientación común y no persiguen fines comunes los órganos que participan no mantienen relación jerárquica. Sus partes no comprenden subsistemas y por lo tanto, no confieren sinergia. Las municipalidades tienen sus institutos culturales, las universidades cuentan con sus departamentos, los institutos binacionales tienen sus divisiones y sus instituciones culturales. El gobierno central tiene diversos organismos para realizar gestión cultural. Pero cado uno funciona para si mismo, no hay relaciones, no se producen proyectos comunes, no hay diálogo, no hay un elemento transversal que permita que las regiones se incorporen con Santiago a un trabajo cultural conjunto, y que las organizaciones locales tengan un desarrollo.

Por último, existen las municipalidades, la mayoría, que no tienen unidad orgánica específica para el trabajo cultural.

No hay uno, sino muchos procesos involucrados Están anticuados y son Inconsistentes. Es una debilidad estratégica.

No es parte del Macrosistema.

No hay una instancia en el Estado encargada de pensar y formular las legislación y normativa cultural del país. Tampoco existen planificación anual, ejecución planificada ni control de los objetivos.
No constituye un sistema con sentido programático:

No está regido por directrices globales imperativas para todos los órganos involucrados. No hay un lugar institucional para elaborar y realizar una política cultural No hay política estatal.
No tiene Unidad:

Los procesos no se rigen por normas únicas y dictadas centralmente por la autoridad. Existe una multiplicidad dispersa y sobrepuesta de leyes y reglamentos, a veces contradictorios entre sí, otras sumamente atrasadas, con grandes vacíos sin cubrir o con regulaciones que no guardan relación con el desarrollo cultural del país y del mundo. Hay una sobreposición de cuerpos legales.

No centraliza la información para la toma de decisiones:

La información de los órganos que administran la cultura pública no converge hacia organismos de nivel nacional, a fin de facilitar la toma de decisiones a este nivel.

Débil visibilidad pública.

Desde el punto de vista comunicacional, el desorden y la deformación organizativa influye sobre un elemento clave: la débil presencia pública de los asuntos de la cultura. Uno de los elementos nuevos de las organizaciones es su desarrollo en las técnicas comunicacionales y los estudios de su impacto. El tiempo mediático en el que ocurren los hechos adquieren significación práctica. Inaugurar bibliotecas necesita cobertura mediática. apoyo de los medios, etc, para que sea conocida por la gente de cualquier comuna Debilitado los mecanismos de actuación organizada, se empobrece la posibilidad de apostar por el éxito de determinadas obras. 


Capítulo 7

Propuesta Institucional Ministerio de Arte y Cultura

Después de una larga vuelta hemos regresado al principio De esta manera se define el arte desde sus propias reglas internas, desde sus problemáticas especificas Apoyar y estimular a los artistas, desarrollar el mercado artístico nacional, articulario internamente Este es. sin duda, el gran avance en el debate cultural chileno.

Revolución organizativa

Frente a la realidad mediocre realidad cultural se necesitan nuevas opciones y soluciones. El país necesita un nuevo público para el arte y la cultura, necesita superar una escasez crónica de apoyo financiero y necesitas insertar a la cultura chilena en un mundo internacional. El mundo cultural tiene que sufrir una revolución organizativa de enormes proporciones. La revolución organizativa implica que al mismo tiempo que se hace todo lo posible para estimular el desarrollo de consejos, centros y administraciones eficaces, debe también esforzarnos por fortalecer instituciones culturales demasiado débiles Cada ciudad, cada comuna, a medida que pase el tiempo, desarrollará un núcleo de instituciones establecidas, quizás vinculadas entre si. Alrededor de este núcleo se desarrollarán instituciones más débiles, menas sólidas, pero parte integrantes de una red intercomunicada.

Una cultura posible

Pero hay otra situación posible: la cultura que a través de un acto colectivo- rehúsa a ese futuro de mediocridad Existe, por un lado, la voluntad política de descentralizar la vida cultural Por otro lado, se comprueba que en núcleos regionales y comunales existen grupos y creadores de diferentes áreas que, aunque no acierten aún a promover y comunicar su creación con el ámbito más inmediato, sus intentos de superar el aislamiento e inducir procesos de innovación son loables y la base de una reformulación. Sus actividades de cultura se caracterizan por ser espontáneas, sin apoyo y sin continuidad. No existe una operacionalización del trabajo y de la promoción cultural.

Pero, este trabajo no se potenciará sino existe la voluntad política de hacerlo, la lucidez de sus dirigentes políticos y de capacitar recursos humanos preparados para entender el fenómeno cultural. No se puede esperar la brujería del mercado, la indiferencia. de los estamentos más acomodados o de diletantes funcionarios públicos. El arte no se puede someter a la política ni al mercado mediático. 

Ministerio de Arte y Cultura

Creación de un Ministerio de Cultura

He aquí un tema que produce fuertes controversias. La forma de estructurar la organicidad del Gestión Pública de la Cultura produce varios desafíos. Nuestra proposición es crear directamente un Ministerio de Cultura Otorgarle rango ministerial a la gestión de la Cultura ¿Por qué?

Las razones fundamentales son dos.

La cultura necesita legitimidad y necesita visibilidad pública.

Legitimidad política:

La definición de un Ministerio exige un acuerdo amplio de las fuerzas políticas, que le otorga, a su vez, una legitimidad. La conformación de un Ministerio permite que la oposición pueda ejercer el control político directo de la oposición. La priorización y la gestión de recursos es más fácil cuando el tema está ingresado al interior del Gabinete del Presidente de la República Cualquier otra institución no alcanzará este trámite sino luego de varias instancias anteriores. Normalmente, las instituciones públicas, cuando llega el momento de restringir el gasto público, eliminan, en primer lugar, los gastos de cultura Son gastos que se les asemejan superfluos a muchos políticos u operadores políticos Tampoco la opinión pública los castiga directamente. Los costos políticos les parecen menores La presencia de un Ministerio no elimina estos riesgos, pero los menguan. Si efectivamente el tema de la cultura ingresará en la institucionalidad nacional, ella debe entrar por la puerta ancha
Visibilidad pública de un Ministerio:

Su capacidad de estar en el debate público sin interlocutores intermedios, sin niveles jerárquicos intermedios es mayor Cualquier mediación tendrá la posibilidad de reorientar la prioridades y necesidades de acuerdo a parámetros distintos de un Ministerio de Cultura.
Esto no es hoy día superfluo. El actual debate sobre el Estado pantalla, la marketinización de la política, el estado seductor el Estado- Kodak, etc., avalan esta afirmación. La carrera por la audiencia es la lógica de los medios ("Tres programas seguidos con seis puntos y me hundo"). La carrera por la audiencia de los medios será la lógica del gobierno. El precio de la audiencia, la llamada marketinización de la República en la época de la videoesfera, etc. coloca los temas de la agenda pública a través de mecanismos de opinión directa. No estar presente en los medios es, sencillamente, no estar Tener bajo perfil público es tener bajo perfil privado. (Regis Debray, 1995).

La presencia de los temas en la agenda pública, es un fenómeno simbólico que se mueve, en gran parte, en la esfera de las comunicaciones. Cualquier institución pública subordinada a otra. un Consejo de Cultura una Subsecretaria, etc. será superada en la realidad práctica por el simple hecho de no contar con la autonomía necesaria para agenciar públicamente sus propios temas: 


Estructura del Ministerio de Cultura



Organigrama



Organización del Ministerio

El Ministerio de Cultura es el órgano superior de colaboración del Presidente de la República en las funciones de gobierno y administración del sector cultural.

Dicha autoridad se ejerce mediante las proposición y evaluación de las políticas y planes correspondientes, et estudio y proposición de las normas aplicables al sector cultural, el control del cumplimiento de las normas dictadas, la asignación de recursos, y la fiscalización de las actividades del respectivo sector.


Desde un punto de vista organizativo, el Ministerio cuenta con un Ministro, una Subsecretaria y las Secretarias Regionales Ministeriales.

El Ministro de Cultura, en su calidad de colaborar directo e inmediato del
Presidente de la República, es el responsable de la conducción del Ministerio en
conformidad con las políticas e instrucciones que imparte.

El Subsecretario es el Jefe Superior de la Subsecretaria y tienen carácter de colaboradores inmediatos del Ministro Le corresponde coordinar la acción de los órganos y servicios públicos del sector actuar como Ministro de fe ejercer la administración interna del Ministerio y cumple tes demás Funciones que le señala la ley.

Las secretaries Regionales Ministeriales constituyen una desconcentración Territorial del Ministerio Están a su cargo de un Secretario Regional Ministerial quien representa a respectivo Ministro en la Región. Sin perjuicio de su condición de representante del Ministerio respectivo en la región será colaborador directo del Intendente al que estará subordinado en todo lo relativo a la elaboración, ejecución y coordinación de las políticas, planes, proyectos de desarrollo y demás materias que sean de competencia del gobierno regional.

Funciones del Ministerio

  1. Planificar y fomentar la actividad y creación artística y la protección e Incremento del patrimonio cultural de la Nación.
  2. Constituir un canal de vinculación entre el Gobierno y los gerentes culturales de la Nación.
  3. Estudiar y fomentar los valores propios de la cultura nacional.
  4. Colaborar con el Ministerio de Relaciones Exteriores en la vinculación e inserción cultural de Chile a nivel internacional.

La División de Cultura y Arte

Tiene la responsabilidad de desarrollar la política cultural del estado. La División tiene también la responsabilidad central en las áreas de las políticas de fomento y apoyo al teatro danza y música, literatura, revistas culturales y bibliotecas públicas además del arte museos y exposiciones, así como ciertas cuestiones relacionadas con las organizaciones culturales del país.

La secretaria es responsable del diseño de la política anual.

La División tiene 5 Departamentos.

1.       Departamento de teatro, danza y música.

2.       Departamento de arte museos y exposiciones.

3.       Departamento de literatura, bibliotecas públicas y revistas culturales.

4.       Departamento de Cine y Video.

5.       Departamento de Organizaciones Culturales.

La División de Planificación y presupuesto

Responde por los planes de largo y mediano plazo del Ministerio, planifica
realiza investigaciones y desarrolla proyectos de información entrega bosquejos de los resultados y desarrollo de los proyectos de desarrollo de la política cultural y entrega propuesta de reformas legales y mantiene actualizada las estadísticas sobre el sector.

La División Administrativa

Responde por la política de personal y otros elementos administrativos.

La División Jurídica

Responde por todos los elementos jurídicos involucrados en las acciones
administrativos.

Asesora al Ministerio en los aspectos jurídicos. 

Cuatro Propuestas de Política Cultural


1. Oficina Técnica

Et estado debe crear en la División de Planificación y Presupuesto, una oficina técnica de gobierno que compile estadísticas amplias y confiables relativas a la cultura nacional.

El desorden respecto del problema artístico es la consecuencia de la falta de estadísticas amplias y confiables relativas a la cultura El Estado debe crear sin demora una oficina cuya función sea compilar con precisión el tipo de datos que nos hacen falta acerca. de la economía de las artes.

Hacer un inventario de la realidad y proyectar lo que existe, para dar un salto adelante Acercarse a la realidad cultural, ir por parcialidades Aceptar la complejidad del mundo real, constatar el proceso cultural con una visión menos normativa e ideológica. Bajar la retórica y las ilusiones y aceptar conocer la realidad de las artes para, sólo a partir de allí buscar caminos posibles de promoción y desarrollo cultural.

Una renovación y modernización de enfoques operativos supone pues. redescubrir la dimensión de la vida cultural, construir un catastro de su real capacidad de sus ofertas, sus posibilidades generar empleo. Una primera parte requiere ubicar a todos los agentes culturales, que refleje la riqueza de su diversidad, que acepta, por lo tanto, el pluralismo.

El gobierno debe estimular la conformación de un detallado catastro de los agentes culturales (artistas, organizaciones culturales e industriales de la cultura) a niveles comunales que posibilita la creación de bolsas de trabajo cultural Un proyecto que facilite el reencuentro, y que permita ir definiendo a la región, a la comuna, su propio perfil cultural su vocación regional.



Los objetivos específicos están orientados a tres ejes:

a) Reconstituir los tejidos de la identidad comunal mediante la amplitud de la comunicación Constituir una red de creadores, empresarios de la cultura organizaciones culturales El objetivo de una política cultural debe, pues, rescatar la creación cultural, ponerla en contacto con el público, respetar la libertad de éste proceso y sentar las bases para un movimiento cultural en cada comunidad Se busca evitar que la creación sea dirigida desde el nivel institucional. El objetivo es que emerja desde sus protagonistas para ser propuesta a niveles institucionales o lograr autonomía, incluso en lo económico.

b) Informar a la comunidad sobre la existencia de sus agentes culturales para que ayude a darle proyección y aprendan a usarlos dentro de sus actividades. El desafío le corresponde a la sociedad civil, las instituciones sociales debe hacer cargo del desafío de desarrollar la cultura y de invertir en los agente culturales Sino se activa el sector consumo en el mercado cultural, no se romper la pasividad y la falta de iniciativa y de espíritu creativo El Estado debe ayudar articular una comunicación fluida, pluralista y democrática que actúe en favor de conocimiento de la población.

c) Incrementar la eficacia comunicativa de los agentes culturales con el público e general Suministrar a todos los agentes culturales información general para mejorar su perfomance comunicacional La información facilita la toma decisiones y el acceso al circuito del sistema económico y social En consecuencia, sistematizando la producción del conocimiento sobre los agentes culturales y el público, el mercado cultural, aumentando el impulso cultural La velocidad del flujo de la información de los agentes culturales acelera toda la actividad humana.
La información es el procedimiento necesario para preparar a los individuos y
sociedades a actuar en el sentido de los preceptos de las nuevas situaciones La transformación silenciosa cimentada en la operatividad de las tecnologías de las comunicaciones pide dos cosas: primero, formación de unidades productoras de información y segundo, reorientar el trabajo de los agentes culturales.

2. Administradores Culturales

El Estado debe apoyar e incentivar la formación y capacitación de administradores.
La revolución organizativa del mundo cultural requiere el surgimiento de una nueva carrera la de administrador de las artes Existe una clara y urgente mayor número de burócratas de la cultura. La escasez de administradores competentes inhibe el desarrollo del arte Chile necesita abrir a la brevedad un curso universitario autorizado sobre la administración de las artes.

Las formas primitivas de organización son incapaces de conducir un proceso de enormes transformaciones eso ya se deja ver en los municipios y en otras instituciones nacionales La carencia de personal competente que, por un lado, tenga conocimiento del funcionamiento del are y, por otro, de la administración de recursos lleva a la pérdida de tiempo y dinero.

Los críticos de la burocracia señalan sus terribles defectos con una sonrisa irónica. Mas, desconocen los cambios que se están produciendo en el área y el tamaño de los proyectos involucrados (eventos tales como la Feria del Libro) Desconocen además que la burocracia es una moneda de dos caras. Si no tuviera aspectos positivos jamás se habría aplicado a las empresas o al funcionamiento del Estado.

Lejos de constituir un derroche tiende a conservar los recursos y aplicarlos más racionalmente. La burocracia puede producir continuidad. El carácter efímero que tiene hasta hoy tantos grupos artísticos es un derroche económico muy destructivo en un sentido artístico.

La burocracia hace posible la planificación.

 Por ejemplo, una institución del tamaño de la Corporación Cultural de Ñuñoa, no funciona con criterios de aficionados, o desconociendo los costos económicos para montar una exposición Se necesitan funcionarios que saben de contabilidad, promoción publicidad y marketing. Son cuestiones importantes para el éxito Y el éxito es una cuestión importante para el artista

Se necesita alta formación administrativa para conducir una institución en formación como el Centro Cultural Mapocho o el Centro de Extensión de la Universidad Católica. Se necesita tiempo, a menudo muchos años, para que una corporación o una Institución de esas dimensiones se desarrolle, para que encuentre un lugar apropiado en la vida Comunitaria. Todos esperamos que con la Ley de Fomento del Libro se desarrolle una poderosa empresa editorial chilena de carácter internacional. En ese tipo de tareas queda poco lugar para el capricho, el brillo o la inclinación individual estamos entrando en la esfera de la producción cultural y no un mero trabajo de aficionados 

Estas tareas son trabajos técnicos que no necesariamente son del ámbito de los artistas. Son tareas que se mueven en otra esfera de la actividad humana, más cercanos a los administradores públicas o de empresas, que al mundo de los artistas.

El gerente o administrador cultural es el eje operativo es el eje operativo de los lineamientos de política cultural y su relación directa con los artistas de una comunidad. Impulsando la información y la comunicación. No sólo funciona como articulador de los que mandan o de los que piden. Atenuando el control que ejerce la clase política y dando más libertad para que los agentes culturales se asocien de acuerdo a intereses cruzados que no siempre se conforman a un eje doctrinario-político.

En Chile existen administradores culturales que se han hecho solos, en la experiencia práctica Empezaron armando y organizando actividades culturales en una universidad, o eran actores que pasaron a administrar un teatrino, etc. Esos administradores culturales chilenos de viejo cuño tenían capacidad aventurera y realizaban actividades culturales sin grandes inversiones financieras Sus dotes de promotor cultural eran intuitivas. Pero las nuevas exigencias lo cambiarán por un administrador profesional, menos aventurero, pero que ofrece la estabilidad y la continuidad de las actividades.

Subsidios a la construcción para la cultura

Desde hace mucho tiempo Chile ha tenido y tiene todavía una escasez de teatros, salas de concierto, salas de exposiciones y otros edificios para las artes en todo el país es la carencia de instalaciones adecuadas Hay un descuido de generaciones. En los últimos años ha habido un aumento de las construcciones relacionadas con la cultura. En Santiago, por ejemplo, han remodelado la vieja estación en el Centro Cultural Mapocho, y el viejo teatro Normandí en el Centro Cultural Alameda Estos centros de arte de múltiples propósitos albergan una variedad de actividades culturales y no solo una disciplina artística. La renovación urbana depende en gran medida del desarrollo de instituciones culturales y educativas En esto también las transformaciones son significativas. La economía cultural y mediática tiende a invertir en donde hay, paralelamente a realizaciones públicas en el campo del arte y de la formación, las correspondientes ayudas públicas. Las interacciones entre zonas públicas y zonas privadas de la escena artística parecen funcionar convenientemente como se puede constatar lanzando una ojeada en el mercado cultural.

El juego de influencias reciprocas es altamente positivo.

Los subsidios de dinero para financiar construcciones destinadas al arte deben adquirir alta prioridad. El gobierno debe estipular un apoyo especial en construir teatros municipales, salas de concierto o salas de uso múltiple en todas las comunas donde no existen. El Estado debe ayudar a estimular la construcción de escenarios, salas de exposiciones teatros y salas de concierto en comunas y ciudades culturalmente desmedradas. El objetivo es desmontar las desigualdades y buscar un mínimo de equidad entre los bienes culturales Difundir la cultura, acercarla a todos los sectores sociales. El argumento en favor de los subsidios para la construcción es desde muchos puntos de vista, fuerte. Si el gobierno ofreciera modestas concesiones o comodatos o aliviados para locales. las instituciones de arte dispondrían de más dinero para mejorar la calidad de sus servicios Un movimiento en favor de los subsidios para la construcción atraería un amplio apoyo particularmente de la industria de la construcción y de los sindicatos del ramo. 

Subsidios Indirectos

El Estado debe desarrollar los subsidios indirectos mediante el sistema tributario Un manejo inteligente de la maquinaria fiscal es un aporte substancial a la cultura Proponemos desarrollar, en forma coordinada y dirigida, los incentivos fiscales para artistas y mecenas Esta medida es la que supone la menor cantidad de burocracia y es la que puede entregar la mayor cantidad de dinero al arte. Comencemos por buscar formas de estimular las donaciones de empresas y fundaciones Es posible aumentar notablemente las sumas destinadas para realizar aportes Se debe fortalecer el incentivo para hacer donaciones. En la actualidad existe un acápite de la Ley Tributaria, (La Ley de Donaciones Culturales también llamada Ley Valdés, aprobada en junio de 1990 que autoriza a las empresas deducir de los impuestos el 50 por ciento de sus aportes a la cultura). Este aporte necesita ser mejorado e incorporado a una visión global de apoyo del Arte a través de los impuestos.

No habría que reducir el mercado de la cultura a sólo financieros o a anónimos consorcios mediáticos.

Hacer una presentación ante una empresa o una fundación es, a menudo, una tarea compleja y costosa para una pequeña institución del arte, en especial cuando existen grandes probabilidades de que, tras una larga consideración por parte de una comisión anónima, no sea satisfecho el pedido Para los artistas individuales la tarea es casi imposible. Se necesita una secretaria especial para inventar proyectos y
gestionarlos. Y como sabemos, una gran parte del arte y la cultura no procede en Chile de las grandes instituciones Son, en la mayoría de los casos, artistas individuales apoyados por sus iguales, sus amigos y familiares Son iniciativas de artistas y ciudadanos comprometidos, así como de empresas productoras e intermediarias de la pequeña economía cultural. Es el sector del compromiso voluntario el que proporciona mayor rentabilidad artística. Esas miles de personas que actúan por lo que les interesa de verdad, a veces sin remuneración o solamente a cambio de no perder dinero. Asociaciones culturales en las que pelean por sus intereses. Esta es una realidad. En este aspecto, el mayor aporte que puede realizar el Estado es proporcionar mayores incentivos a los mecenas individuales. Al estimular al individuo para que dé ayuda al artista se asegura el apoyo para lo no convencional, lo nuevo, lo que vale el esfuerzo, aunque pueda fracasar. Refuerza el arte que plantea nuevos problemas o busca nuevas formas de expresión, que eleva el nivel de sugerencia, complejidad y profundidad.

Si queremos estimular el espíritu de experimentación y de aventura debemos ampliar la base de mecenazgo individual como diferente del colectivo.

La mejor manera y las más directa es apoyarse sobre la deducción impositiva que el gobierno concede al individuo en relación con las contribuciones filantrópicas.

Por último, el enfoque fiscal podría usarse para lanzar un ataque directo contra el problema crónico de las entradas del artista.

Proponemos medidas concretas

Otorgarles un 25% de rebajas de sus impuestos por aquellos ingresos que provengan de instituciones sin fines de lucro.

Otorgarles créditos anuales porcentualmente de acuerdo a sus ingresos.