miércoles, noviembre 05, 2025

La risa. Ensayo sobre la significación de lo cómico

 

Por Omar Pérez-Santiago



El libro de Bergson de 77 páginas sobre la risa no es precisamente una lectura divertida, se los advierto. Ningún chiste. No es un compendio de bromas.

Sostiene Bergson que, en lo principal, lo cómico surge de lo rígido, de los ambientes estirados, duros. Por ejemplo, y para entender, soltar un pedo en sociedad, rompe la rigidez del ambiente y produce risa de inmediato. Lo que se quiebra es la huevonería. La risa servirí­a para corregir desatinos.

En resumen, consiste en la importancia de saber que estamos vivos, pues hay muchos sujetos que están muertos sin saberlo.

Las mujeres chilenas son muy risotonas, se rí­en más y les gusta, por ejemplo, los chistes con doble sentido. Picaronas. Es lo que yo he aprendido en mi larga relación con mujeres chilenas, pues sí­,  soy chileno. Y ellas se ríen, se ríen de los arrogantes y se rí­en de los solemnes.

En eso Bergson quizá tiene razón. La risa se produce cuando un ambiente es un poquito pedante, un poquito levantado de raja.

Henri Bergson (1859-1941) no fue un cualquiera, fue un influyente filósofo y escritor francés, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1927. Figura importante de la filosofí­a de finales del siglo XIX y principios del XX, representante del vitalismo y el intuitivismo de su época.

El final la vida de Henri Bergson no fue chistosa ni risible. Tuvo un final trágico marcado por la persecución nazi en Parí­s. A pesar de su fama y su premio Nobel, en sus últimos años sufrió las penurias del invierno, la falta de calefacción y la congestión pulmonar que lo llevó a la muerte en 1941.

Las ideas centrales del ensayo "La risa: Ensayo sobre la significación de lo cómico" de Henri Bergson giran en torno a la naturaleza, función y origen social de lo cómico y la risa.

Resumo la teorí­a de Bergson en tres observaciones:

UNO. Sostiene Bergson que lo cómico es exclusivamente humano.

Mmm. Sobre este punto, dudo. Ahora en las redes sociales vemos perros que se rí­en, o parecen reí­rse. ¿El humano es el único ser que se rí­e?

DOS. Sostiene Bergson que la risa requiere una "Anestesia del Corazón":

Hay que tomar distancia. En esto tiene razón. No vale reí­rse cuando uno está picado o resentido, o cuando recién te abandona la novia, entonces no es risa, es sarcasmo. Según Bergson para que lo cómico surta efecto, se necesita una cierta indiferencia o desapego de la emoción y la sensibilidad.

Sostiene Bergson que la risa se dirige a la inteligencia pura

Si la situación nos afecta emocionalmente, si tenemos pena, si sufrimos compasión, deja de ser cómica. La emoción es el mayor enemigo de la risa.

TRES. Sostiene Bergson que la risa es un fenómeno social:

La risa se produce y se siente más fácilmente en grupo; pues tiene una función social.

¿Para qué sirve?

Sostiene Bergson que su principal función es ser una sanción o correctivo social. La sociedad se rí­e de las rigideces, automatismos, distracciones o inadaptaciones de un individuo. Al reírse, la sociedad castiga la falta de elasticidad y adaptación que amenaza la vida social, forzando al individuo a ser más consciente y flexible.

Aunque la risa es buena, según Bergson, parece que hoy el mal humor, ser un desgraciado y emitir opiniones amargas es lo que vende en las redes sociales

Piensen en las dictaduras, la risa como forma de reírse de los pelotudos que nos mandan. Cuando la risa se acalla, la democracia se ve amenazada.

 


viernes, octubre 31, 2025

EL RUSO TARKOVSKI Y EL SUECO BERGMAN, Omar Pérez Santiago, (Revista Off the record. Febrero 2021)

 


Yo tenía 28 años y un atardecer fui a ver Stalker, la película de Tarkovski, en un cine de la ciudad de Malmö, Suecia.

Fíjate que ahora ya pasaron casi 40 años desde aquel atardecer.

Salimos del cine y caminamos al bar. Caminar al bar. Saludar a la gente: hola, hola.

Hoy caminar está restringido por la pandemia. Y luego pocos miran por donde van, encorvados en el celular.

La vida era más fácil en la democrática Suecia. Aún para un chileno exiliado como yo. A fines de los 70, en el Chile de Pinochet entré con invitaciones falsas a una fiesta diplomática en la embajada de Venezuela. ¡Quiero huir de este pozo de desdoro!

Ese recuerdo es como un sueño.

Después de ver la película de Tarkovski, caminé al Bullen, mi bar preferido de aquella dorada juventud, (la juventud es siempre dorada).

De eso quería hablarles.

Del zumbido de voces que había en el bar. Un panel. Podría escribir una notable crónica de esa colmena, de opiniones sonoras, divergentes, subjetivas. Era feliz en el bar y parlotear sobre la película que vi, o sobre el libro que leí. Era feliz y liviano como pájaro.

Stalker, rodada en 1979, trata sobre una Visitación extraterrestre que dejó una zona prohibida de basura extraterrestre. Un acosador o acechador se infiltra en la zona en busca de la habitación donde, uh, se cumplirá su más hondo deseo. La película lenta y poética estaba basada en el clásico de la ciencia ficción rusa, la novela Picnic Extraterrestre de 1971, de los hermanos Strugatsky, Arkadi y Boris. En la novela hay numerosos acosadores. En el guión hay un acosador y la trama ocurre en un día. La ciencia ficción fue un punto de partida táctica.

Después de que Tarkovski llegó exiliado a Suecia y vio a Ingmar Bergman en persona por primera vez en el Film Institutet de Estocolmo. Bergman dio una charla a jóvenes sobre Fanny y Alexander, su lujosa obra cumbre sobre un padrastro, un arzobispo sádico.

Bergman consideraba un genio a Tarkovski, “sus películas son como milagros”.

A Tarkovski le provocó una extraña impresión. "Lo encontré egocéntrico, frío, superficial."

Lo que son las cosas. Uno amable, quizás irónico, el otro, huraño.

Yo había visto al maestro Bergman en un funeral. El año 82, yo aún tenía 28 años. A mediodía paseaba frente a la catedral gótica de Uppsala.

"Mira, ahí está, Bergman."

Filmaba la escena del funeral de Oscar, el padre de los niños de Fanny y Alexander.

1985. Tarkovski grabó Sacrificio sobre un enfermo de cáncer que se cura al inmolarse. En la isla Gotland con el equipo de Bergman, la dirección en ruso y una asistente traducida. Se desencantó de Sven Nykvist, el director de fotografía, y escribió con ánimo gruñón: “Es viejo y lento para absorber nuevas ideas”.

Entonces, Tarkovski fue mortal herido de cáncer.

Stalker se filmó en 1979 en una zona de sacrificio, en el río Jägala, Estonia, en dos plantas eléctricas abandonadas y una industria química que había contaminado las aguas. Solonitsin, el actor de sus películas, había ya muerto de cáncer.

La edición de Sacrificio la terminó desde la cama. La película se presentó en Cannes en mayo de 1986.

Un mes después, en la planta nuclear sueca Forsmark, detectó radiación en los zapatos de un funcionario. Se descubrió que la fuente de radiación venía en una nube radioactiva desde Chernóbil. Llovió y la radioactividad cayó en Suecia.

Cierren ventanas y puertas –se nos dijo- y coman tabletas de yodo.

Chernóbil fue una zona de exclusión.

Hoy todos los ecosistemas frágiles del mundo están dañados.

A los 54 años, diciembre del 86, Tarkovski murió de cáncer. Una muerte sin pathos, con la paz de los caballos que pastan en silencio después de la lluvia.

Es un deber mío recordar que todo era entonces muy humano. No obstante, fragmentado como un espejo roto. Cuando yo tenía 28 años, hace casi 40 años, y un atardecer fui a ver Stalker.


Omar Pérez-Santiago 

La risa. Ensayo sobre la significación de lo cómico

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