viernes, julio 27, 2012

Diario de un libertino


El libro  “Diario de um fescenino”  de  Rubem Fonseca estuvo largos días mirándome. Sabía que tenía que darme el tiempo de leerlo. Sabía que era un libro que estaba escrito para gente como yo y que contiene un valor que es escaso  en otros libros: la imaginación. 

Un libro que habla sobre un tópico: los escritores y sus chismes de amor feroz con las mujeres: Henriette, Lucia, Clorinda o Virna, o como se llamen, da lo mismo. Un tópico común, pero que a mí me divierte siempre.

Un escritor mujeriego, Rufus, intenta escribir un Bildungsroman, una novela de iniciación, aunque su editor lo intenta convencer que escriba una biografía sobre Casanova. Vendería más, ganaría mucho dinero.
Pero,  al final, por flojera, Rufus escribe un diario de vida. Rufus es un hedonista holgazán.

“Hay mujeres precipitadas, arrebatadas. Una con la que hablé alguna vez, me dijo que se dedicaba al ocio. “Sólo haces eso” , bromeé. La chica respondió: “También lamo, muerdo y chupo”. Tenía prisa.”

“¿El arte de amar? Consiste en saber unir a un temperamento de vampiro la discreción de una anémona.”

“¿Estás escribiendo un libro nuevo? Preguntó Lucía
-Sí
-¿Y sobre qué es?
-Querida, mirándote a ti no tengo ninguna gana de hablar del libro
-¿De qué tienes deseo?
-De besarte.
En segundos estábamos en la cama”

Las relaciones sexuales con Virna y Clorinda, madre e hija respectivamente:

"Tener dos mujeres puede ser confortable y bueno también para ellas, aumenta la atracción que el macho siente por las dos, ese intercambio hace del hombre un amante más apasionado. Es una pena que ellas no logren entenderlo. Es fácil tener dos amantes, cuando ambas tienen marido; si son solteras, la cosa se complica, las dos quieren dormir acompañadas todas las noches."

El otro tópico de este libro son los pequeños asuntos que preocupan a un escritor:
Por ejemplo, el síndrome de Zuckerman (tomado de  un personaje de Philip Roth), que consiste en sufrir cuando las mujeres creen que tus libros son tus confesiones personales.

“Leí todos tus libros, los adoré, dijo Lucia.
Prefiero que las personas que conozco no hayan leídos mis escritos.”

“¿Por que te hiciste escritor?
La única respuesta inteligente para pregunta es la Montalbán, me hice escritor para volverme alto y bonito. “

“¿Sabes cuál es la mayor tristeza de mi vida? Que mi padre haya muerto sin ver publicada mi novela”

En fin. Leer Diario de un libertino (Diario de un fescenino) fue un placer. ¿Qué más les puedo decir?
La traducción desde el portugués es del colombiano Elkin Obregón S.

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