diario La
Época, viernes 1 de octubre de 1993
La ciudad de Temuco huela a leña quemada. Extrañamente no
llueve en Temuco: un sol cálido hace brillar los florecidos y amarillentos
pica-pica en la vera del camino. Temuco ha crecido. Los economistas –los sabios
de la década- informan que Temuco es la ciudad que más crece en Sudamérica. El
nuevo e inmenso edificio del Arzobispado en la Plaza de armas, con una cruz católica pintada al
costado, domina el valle. ¿Qué impostergable necesidad tenía el Arzobispado de
construir este elevado edificio, en una ciudad de 250 mil habitantes, en que la
mayoría de las casas son de un piso?