LA AUTONOMIA DE
LA LITERATURA
En 1967 Julio Cortázar envió una carta a
Roberto Fernández Retamar y puso de moda
en América Latina un tema de título ampuloso: el rol del escritor
latinoamericano contemporáneo. Criticó la estrecha, parroquial y aldeana
obstinación de los escritores en exaltar los valores del terruño local contra
los valores a secas. José María Arguedas se ofendió y contragolpeó con artículos
punzantes. La polémica fue estereotipada
como la lucha entre el provincianismo
versus el cosmopolitismo. La antinomia: el
burdo nacionalismo literario, obras folclóricas o esencialistas versus la
internacionalización de la literatura.
Entre los 60 y 90
hubo una elipsis y el debate parecía superado en sus aspectos anecdóticos. En los 90 Alberto Fuguet y Sergio Gómez banalizaron
el tema dando muerte definitiva a las literaturas nacionales. Fuguet y Gómez publicaron McOndo, antología que reunió a 17
escritores latinoamericanos. En la introducción quemaban al Macondo de García
Márquez, es decir, al realismo mágico. No existía la literatura nacional o
local. ¿Qué existía? Una literatura individual de aeropuerto para los deseos de
consumo de productos culturosos. Era
un falso debate, de contornos políticos: una operación de promoción para brillar
en una Feria del Libro y no eran asuntos internos de la literatura.
Los periodistas
culturales y los sociólogos ven la literatura en relación a otra cosa, a la
política, a los partidos políticos, a las generaciones o las tendencias de la
moda y buscan establecer un manipulable statu
quo. Por supuesto, les es servicial un lato realismo en uso común en Chile.
La emancipación
de la literatura de estas naderías ha sido lenta.
ARGUMENTOS
DE LA AUTONOMÍA DE LA NARRATIVA.
“Por su naturaleza, la literatura sirve de
poco a no ser que sirva por sí misma”. (Flannery O’Connor). Un escritor
elabora personajes, construye una trama, define un narrador dentro de una
unidad dramática autosuficiente. Para construir una realidad ficcional tiene
dos ojos, además de una experiencia personal: uno ojo para imaginar y el ojo otro
para pensar. Su
herramienta es la composición o su armazón general. (Philip Roth). Las técnicas narrativas son centrípetas, es decir, se mueven hacia el
centro (Borges). Uno escribe un libro y uno construye un laberinto.
Ubicada en un caos
de cruces identitarios o culturales, la
literatura se teje, pues, con los hilos de todas las culturas literarias, es
decir, con la aceptación de las influencias: Placas téctonicas literarias interconectadas. El lenguaje
literario con estilo no nace en una tabula rasa. Los lenguajes literarios son
capas tectónicas intercaladas, que conviven entre ellas, a veces en juego o colisión
crean terremotos y temblores, y a veces una de ellas se monta sobra la otra. Es la historia genética y dinámica, de desplazamiento de placas de un
mundo en movimiento y de sus fallas, en una cultura
literaria milenaria. Por eso, escribir necesita tiempo.
Notas
MORANA,
Mabel. Territorialidad y forasterismo: la polémica Arguedas/Cortázar
revisitada (2006), Iberoamericana 2010.
CIPRIANI LÓPEZ,
Carlos. La
polémica "Arguedas-Cortázar" (1967-1969) Golpe por golpe.
CORTÁZAR, Julio. Carta de Julio Cortázar a Roberto Fernández
Retamar – 10 de mayo de 1967. Casa de
las Américas, Nº 45 (1967).
Entrevista de Rita Guilbert para Life, París, enero de 1968.
Creador solitario en Life en español,
Vol. 33, Nº 7, Chicago, abril de 1969
ARGUEDAS, José
María . Primer Diario, Arguedas,
número 6 de Amaru abril junio 1968
Inevitable comentario a unas ideas de
Julio Cortázar, El
Comercio, 1 de junio 1969
El zorro de arriba y el zorro de abajo, 2013.
PÉREZ
SANTIAGO, Omar. Escritores de la guerra. Vigencia
de una generación de narradores chilenos, ensayo, Editorial Universidad
Bolivariana, Santiago, 2007.
(El Origen del fuego. Placas de la poesía,
2012. Premio Nobel. Tranströmer, Placas de la poesía, 2017)
O'CONNOR, Mary Flannery. Misterio y maneras: Prosa ocasional. Ediciones
encuentro, Madrid. 2007
Dibujos: Pablo
Gallo
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