miércoles, febrero 26, 2025

Buenos Aires: distopía cyberpunk anarcocapitalista y sabiduría de vedette, Revista Off the record, septiembre 2024

 


Buenos Aires: distopía cyberpunk anarcocapitalista y sabiduría de vedette

Omar Pérez-Santiago. Revista Off The Record, septiembre 2024.

Dibujos de Luis Martínez Solorza y Emilio Gutiérrez.


El cielo del puerto de Buenos Aires tiene el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto. Es septiembre de fría llovizna. La calle Corrientes, la que nunca dormía, ahora ya no es, ya no es lo que alguna vez fue: esa era dorada de cabarets donde hombres habitués iban a bailar con las “alternadoras” o “coperas”, muñecas bravas con vestidos de satén.



Pero hoy la calle Corrientes es un antro sucio, decadente, precario, turbio de sedimentos o residuos culturales. Cientos de pañoleros venden ropas en el suelo. 

Hay pobreza. 

El puñal del obelisco la desangra sin cesar. 

Triste, sí.



Hay un olor a carne cocida y flotantes cardúmenes de basura. Familias bonaerenses hacen de todo para sobrevivir de los despojos. Comedores populares dan de comer a los infantes hambrientos bajo el cielo eléctrico de Buenos Aires.



El hambre, siempre el hambre.

Un padre con un carrito de compras prepara comida para sus chicos, acurrucados el uno junto al otro para evitar el frío. Después el padre les lee un comic de valor y justicia: El Eternauta. La distopía que Oesterheld y Solano crearon en los años 50, y que parece ahora real: sobre Buenos Aires cae una mortal lluvia tóxica, una nevada fosforescente de polvo radioactivo.


Cada uno de los días más gris que el día anterior. No hay consenso social. La crónica incertidumbre económica demuele lo que se construyó con esfuerzo. Hoy se agravó con el inmoral salivazo del actual presidente de Argentina: “podés elegir morirte de hambre.”
Un trastornado experimento de darwinismo social.

Mientras tanto…



Mientras tanto, en la Quinta de Olivos el presidente de Argentina está feliz en su Retrosexualidad con su nueva novia. Es una mature women, una ex vedette que fue una sensual biscuit y papusa de los gloriosos cabarets. Luce una lencería piel de leopardo con lentejuelas y un tapado de armiño forrado en lamé.


El presidente vive su retrosexualidad: su ilusión adolescente de libídine con la que fue la gran cachet del cabaret. Su sueño erótico que lo mareaba de pibe, cuando ella era diosa de hielo y boca fresca de color carmín.
“Cómo me calentaba!”

La señora ya no es la papusa del cabaret, pero conserva su simpatía condescendiente. Baja sus pestañas arqueadas con piedad vanidosa.

Para superar su disfunción eréctil, el presidente adopta actitud de sexo tántrico, meditativo. Hace contacto visual con la ex vedette en lencería piel de leopardo. Respira profundo. Entrada y salida de aire por la nariz, los ojos cerrados por minutos.
— Conéctate con mi respiración, le ordena a la ex vedette.
Entonces, con la respiración sincronizada, él parece disfrutar.
La sabia ex vedette le sigue el juego.
Al final, la ex vedette quedó algo insatisfecha.
— Tengo la sensación de que algo me faltó, pensó la ex vedette.
Eso pensó, pero no dijo nada.
No se queja. Sonríe. Ya ha visto languidecer el vergel de sus primaveras. La insatisfacción sexual ya no es su problema.

El presidente sale del estado tántrico y de inmediato lo publica en twitter.

Luego le sirve champán bien frappé que la pone mimosa.
Él cojea.
— Tengo un dolor crónico de mi cadera. Por eso renqueo. Y lucho por repararla con implantes de cyber chips.
— ¿Cómo? preguntó ella.
— Elon Musk, el multimillonario gurú del futuro tecnológico, me ha prometido mejorar mi cadera y potenciarme en su empresa Neuralink.
— ¿Elon Musk?
— Sí. Ya hay un caso de un hombre con esquizofrenia que fue sanado mediante modelos cibernéticos. Elon dirigió la operación de alucinación consensuada.
— Oh, mirá, tú…
— Con Elon tenemos una colaboración como un dúo de artistas futuristas, metafísicos, carismáticos, experimentales.
A ella le dio risa su chamullo lisérgico. Pero de nuevo no dijo nada. Coqueta bajó sus pestañas bien arqueadas.
Él agregó:
— Yo he viajado a diferentes lugares para realizarme implantes.
— ¿Cyber implantes como RoboCob?
— Sí. Implantes de chips que desafectan la carne. Cromos fundidos sumergidos en plasma de carbones pirolíticos.
“Como Frankenstein”, pensó la vedette.
Eso pensó, pero tampoco dijo nada.
— Cuando se me cante el orto seré el primer argentino en colonizar Marte en una nave de SpaceX. Los zurdos pelotudos no lo ven. Si domino el espacio, el black powder, nada me puede pasar.
— Oh, serás un cyber presidente…
— Sí. Cuando se me cante el orto seré un presidente neuromante. En Argentina todo estará permitido. Todo se comprará y todo se venderá: los niños, los órganos, el agua y el aire. Nadie regalará nada. ¡Viva la libertad, carajo!
La vedette tuvo un risueño chispazo sensorial en sus ojos picarescos de pippermint. 

Ella conoce bien el alma de un porteño que se presume bacán. 

Lo deja pasar y finge amor.
“Ñoño”.
Ella pensó decir eso en voz alta.
“Mejor no digo nada”.
Ella optó por beber champán bien frappé. Eso la pone mimosa, como en los lujosos cabarets de Corrientes y sus rojas cortinas de pana. Una época que, al parecer, ya no volverá.
El cielo del puerto tenía un color eléctrico.



viernes, febrero 21, 2025

Las angustias de un mal pagado amor. Sergio Badilla y Pérez-Santiago en el castillo de Hamlet

 

Sergio Badilla y Omar Pérez-Santiago



Las angustias de un mal pagado amor

Permítanme ser autobiográfico.


Un día de marzo, hace ya muchos años, hace ya muchos años, un día frío y mustio de marzo andaba con mi amigo Sergio Badilla, perdidos en una ciudad de nombre Helsinborg.
Pertenecíamos entonces a la secta de los Transterrados Escarchados.

Éramos un par de entristecidos y macilentos chilenos exiliados, cruzando un estrecho, perdidos en el frío.

Andábamos perdidos, ya lo dije.
Sergio andaba perdido -sufriendo las angustias de un mal pagado amor- por una señorita alemana de rizos cortos y de nombre simple como una gota de agua, Ute. Ella había desaparecido de su vida. 
Yo andaba afligido por una sueca con nombre de soberana, Anna, cuyo recuerdo -miren lo que son las cosas- aún me desconcierta.
Mientras tanto y como un modo de dejar pasar el tiempo, desde Helsinborg tomamos un ferry, y desembarcamos luego en Elsinor (Helsingör). De ahí fuimos a ver el castillo Kronborg donde Hamlet consumó su tragedia.

En la explanada frente las altas entradas al castillo, Sergio saca de su mochila un sombrero doblado de pluma roja, y esperó y esperó colocarselo y decir unas palabras en su inglés algo afectado.

For who would bear the whips and 
The pangs of despised love, 

Creo recordar que Badilla repitió dos veces:
"The pangs of despised love, The pangs of despised love."

De algún modo, con este rito Badilla viajaba en el tiempo, con zozobra. En ese momento Badilla estaba atado al surrealismo o a un cierto tipo de estética automática. Allí quizás, frotó la lámpara para que apareciera un genio que le hablo de transrealidad. Como en el poema de Coleridge, fue al sueño y del sueño volvió con una rosa.

Las sorpresas no terminarían ahí.
En el restaurante pedimos un vino español de La Rioja y unos emparedados de alce. De pronto, fue el vino o la poesía trágica y melancólica, que nos hizo sentir cosas fantásticas en el castillo.

Una vela de nuestra mesa se encendió sola frente a nosotros.
Nos dio algo de miedo y no éramos lo únicos.
Le contamos a la camarera y ella nos explicó que estaba acostumbrada.
-A veces veo una sombra detrás de mí, agregó.

Inmediatamente una botella cayó de las estanterías.

Yo de pronto sentí un frío en la espalda y un olor a cadáver.

Inspirado en esta visita, hace ya muchos muchos  años, Badilla escribió este poema:

EL PRÍNCIPE ACOSADO

Habito desde hace unos meses en una fortaleza de
paredes altas donde las puertas están siempre cerradas
Un príncipe como yo, necesita morar en un castillo verdadero
Sin embargo, Kronborg Slot está encantado
He visto varias veces al fantasma de mi padre en las escalinatas
y he observado desde lejos a mi madre con Claudio

Poeta Juan Cameron: "Aquí nací yo. En pleno puerto. Para que nadie desmienta que soy un verdadero choro del puerto."

Juan Cameron,  calle Cochrane 579, Valparaíso

Después que Juan Cameron presentó el libro de Jesús Ortega, “Con Alas de Papel”, después que reveló la amistad de Enrique Lihn con Jesús Ortega y después que aclaró el rol de una mujer en el derrumbe del poeta, salimos del centro de extensión del Ministerio de las Culturas a la plaza Sotomayor de Valparaíso.

Es domingo y hace calor.
Cruzamos la plaza por el lado de una feria artesanal.
En el número 579 de la calle Cochrane, en una gran puerta arrasada de graffitis que afean todo, Cameron afirma:
-Aquí nací yo. En pleno puerto. Para que nadie desmienta que soy un verdadero choro del puerto.
Un día de 1947, Cameron nació allí sencillamente.
Y el puerto herido quizá vigiló su infancia con rostro de fría indiferencia.
Cruzamos la calle y fuimos por una cerveza al bar La Playa, el centenario bar La Playa.
Nos sentamos en la barra en sus pisos de madera.
Aparece Cecilia y nos trae dos botellitas de cerveza negra.
Entonces Cecilia dice con amabilidad:
-Qué bueno que vengan los escritores a vernos, necesitamos que nos apoyen, porque las cosas no están muy buenas.
Y la guapa remató con ese estilo de mujer porteña, que no dejó de sorprenderme:
-Es bueno que nos visiten, sobre todo voh, Juan Cameron.
Juan Cameron y Cecilia




Febrero 2918

Pérez-Santiago en Valparaíso. Foto de Patricio Melillanca


 

sábado, febrero 01, 2025

Justicieros Suecos, capítulo 3. Control de los sueños: DeepSeek versus ChatGPT. Por Omar Pérez-Santiago. Ilustración de Luis Martínez Solorza. Revista Off The Record, febrero 2025


Habían muerto tres en Valparaíso. 

Terrible golpe a la colonia sueca chilena.

Primero, mataron a la bella Dooty, una graciosa especialista en arte nórdico, experta en la obra performática del artista Kjartan Slettemark. Dooty era la novia de EmeBé, M.B., el joven detective privado que investigaba al asesino de Olof Palme en Valparaíso. 

Luego, un veterano bizco fue asesinado en un bar del puerto. El hombre bisojo, que miraba a dos lados simultáneamente, había estado exiliado en Estocolmo el día que mataron al primer ministro Olof Palme, en 1986.

Después, durante las fiestas de año nuevo 2025, asesinaron a la alegre y extrovertida Anna Ersdotter, la presidenta del centro Sueco-Chileno de cultura de Valparaíso. Su cuerpo apareció tirado en la playa Las Torpederas. Le faltaba una parte de un brazo. Se lo habían cortado como una rodaja. El detective EmeBé creyó que los asesinos eran caníbales, como las feroces viejas sectas que comen carne del enemigo.

El detective EmeBé estaba convencido que el motivo de los brutales asesinatos era político-social. Sugería que el asesino pertenecía a una sangrienta secta secreta, La Secta Loki, una constelación racista que manipula las identidades con Inteligencia Artificial. Ejercen control freudiano o junguiano de los sueños y de la percepción extrasensorial de las audiencias. Acechan en los sueños e inventan pesadillas negras. 

Terror tecnológico terrible en la frontera de la manipulación de los sueños. Control mental y creación de ideas falsas, que consiste en introducir fake news en la memoria de las audiencias sin su consentimiento o incluso sin su conciencia, que evoca la persuasión subliminal.

El detective fue al Café del Poeta de la Plaza Aníbal Pinto. Allí estuvo horas navegando en internet. La noticia del sorpresivo surgimiento de la IA China, DeepSeek, estaba en todos los portales del mundo. Fue un golpe bajo para la arrogancia de los Estados Unidos.

El detective leyó el artículo de un científico alemán en el diario El País: “La guerra cultural entre chinos y norteamericanos se da en la mente de las audiencias”. 

Según el artículo la inteligencia artificial ayuda a manipular las imágenes que surgen mientras las audiencias sueñan, cuándo entran en la fase de movimientos oculares rápidos o REM. En la fase del sueño profundo se activa un modelo de inteligencia artificial multimodal, entrenado con datos cerebrales. Llegan señales a través de hologramas de ultrasonidos que penetran el tejido humano e  inducen el sueño lúcido y  reinterpretan los sueños de las audiencias. Cuanta más atención la audiencia presta a esos mensajes en las redes, los sueños tienen más influencia en sus mentes. Y ejercen un dominio de los miedos y las pesadillas.

Esa tarde leyó también una terrible noticia que, sin embargo, pasó desapercibida. En las afueras de Malmö, Suecia, se produjo una peligrosa epidemia de locura, comparable a las demencias contagiosas que asolaron a los pueblos europeos en la Edad Media. Unos vecinos se creen poseídos y dominados, como un rebaño humano, por seres invisibles, aunque tangibles, que se alimentan de sus vidas mientras duermen.

El detective EmeBé pensó: ¿Cómo puede la Inteligencia artificial manipular los sueños y la creatividad?

EmeBé llamó al prestigioso Instituto Karolinska de Estocolmo. 

—Aló, ¿con el profesor Marcello Ferrada de Noli, por favor?

El profesor de Marcello Ferrada de Noli era una de las mentes más brillantes del exilio chileno en Suecia, un reputado académico en ciencias del comportamiento, que, aunque es chileno, pertenece al Canon cultural Sueco (svensk kulturkanon) En los años 60 en Concepción había sido uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.  Ahora era un liberal de izquierda y tenía amplios contactos con los sabios neurocientíficos del mundo.

—No, el profesor Ferrada de Noli se ha jubilado, ahora vive en Italia, —le contestaron desde el Instituto Karolinska.

Esa misma tarde, al salir del Café del Poeta de la plaza Aníbal Pinto, el detective sintió fiebre. Se sintió dolorido o más bien triste. 

—¿De dónde vienen esa misteriosa tristeza, desaliento y angustia? se preguntó consternado. 

—Algo me ha alterado los nervios y ensombrecido el alma con efectos rápidos, sorprendentes e inexplicables. Tengo la angustiosa sensación de un peligro que me amenaza, la aprensión de una desgracia inminente, el presentimiento de un mal aún desconocido que parece que germina en mi carne y en mi sangre.

—¿La espantosa secta Loki me ha contagiado?

(Continuará…)


 

El asesino de Olof Palme en Valparaíso. Por Omar Pérez Santiago. Ilustrado por Luis Martínez Solorza

 UNO Suecia fue un país neutral y pacífico. Pero hoy el gobierno sueco distribuye el folleto   Om Kriget kommer , si la guerra viene. Creo q...