martes, abril 22, 2008

La revolución de las mujeres.

Por casualidad iba caminado y llegué a La Alameda, en el centro de Santiago, cuando la marcha irrumpió.
Eran miles de mujeres jóvenes, aunque algunas estaban acompañadas de sus abuelas, que protestaban en contra de la resolución del Tribunal Constitucional sobre la píldora del día después.

Primero fueron los pingüinos, después los trabajadores del cobre y de los salmones.
Ahora, las mujeres.

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