Uno de los atentados del poder contra la vida intelectual de México fue el golpe asestado
en 1965 contra el director del Fondo de Cultura Económica, Arnaldo Orfila
Reynal por la publicación de Los hijos de
Sánchez —el estudio antropológico de Oscar Lewis sobre la pobreza de una
familia marginal de la Ciudad de México. Decenas de destacados intelectuales y
artistas, protestaron Y crearon una nueva casa, Siglo XXI Editores. Esta es
la historia que cuenta Elena
Poniatowska, en un capítulo del excelente libro El
universo o nada (Seix Barral, 2013).
LOS HIJOS DE SÁNCHEZ DE OSCAR LEWIS
1965 es un referente de la intolerancia en nuestro país. La
gran editorial del gobierno, el Fondo de Cultura Económica (FCE), dirigido por
Arnaldo Orfila Reynal, lanza el libro Los
hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, que evidencia la pobreza en una vecindad
cercana a la cárcel de Lecumberri y denuncia la violencia que un padre machista
ejerce contra sus cuatro hijos. Lewis muestra el hacinamiento y la crueldad de
una urbe a punto de convertirse en una de las ciudades más grandes del mundo. El
juez Luis Cataño Morlet, miembro del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal y presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, acusa
a Orfila de publicar textos difamatorios sobre México y le pide a Díaz Ordaz
que los expulse. El libro de Lewis pone en evidencia que el “milagro mexicano”
es una farsa y que la pobreza es moneda corriente.
-Ese libro deshonra a México y denigra a los mexicanos.
“Bueno, si así lo piensan los miembros de su Sociedad, háganlo.”
Geografía y Estadística demanda a Oscar
Lewis por considerar su obra “obscena, ofensiva, subversiva y
antirrevolucionaria”, responde Díaz Ordaz, y por medio del subsecretario de
hacienda, Jesús Rodríguez y Rodríguez, obliga a Orfila Reynal su editor a
renunciar.
-Usted ha ofendido a México.
El 8 de noviembre de 1965 Eduardo Deschamps de Excélsior,
publica la escandalosa noticia del despido de Orfila. Setenta intelectuales,
encabezados por Jesús Siva Herzog y Guillermo Haro, se presentan en el
departamento de Orfila en la planta alta del Fondo de Cultura Económica.
Esto es un atropello, no nos vamos a cruzar de brazos –advierte
don Jesús con su voz de órgano catedralicio.
-¿Por qué no creamos una nueva editorial? –plantea Guillermo.
-Podría llamarse Siglo XXI, como una revista que quise
hacer, pero hace falta un millón de pesos –sonríe, tristemente esperanzado,
Orfila.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario