Es el otoño
Juro que no recuerdo ni su nombre ni su autor, mas era un libro muy frágil y casi frívolo, casi futil, que nunca olvidé, pues hablaba de esos pequeños actos memorables, casi una gota, que hacen la vida así vivible.
Por ejemplo:
El momento preciso en que uno se acerca para dar el primer beso
El primer sorbo del café de la mañana
Sacar el chaleco que estuvo guardado todo el verano y llegar a ese momento preciso en que uno siente su olor guardado.
El crujir de las primeras hojas en el parque.
O el momento preciso en que uno decide caminar directo hacia un amigo cuando nos encontramos por casualidad en la calle, y con el que estábamos enojados hace tiempo.
En fin, como hoy.
El momento preciso en que levanto la cabeza y siento que de pronto cae la primera lluvia.
Ustedes también tienen sus momentos, ¿no?
Juro que no recuerdo ni su nombre ni su autor, mas era un libro muy frágil y casi frívolo, casi futil, que nunca olvidé, pues hablaba de esos pequeños actos memorables, casi una gota, que hacen la vida así vivible.
Por ejemplo:
El momento preciso en que uno se acerca para dar el primer beso
El primer sorbo del café de la mañana
Sacar el chaleco que estuvo guardado todo el verano y llegar a ese momento preciso en que uno siente su olor guardado.
El crujir de las primeras hojas en el parque.
O el momento preciso en que uno decide caminar directo hacia un amigo cuando nos encontramos por casualidad en la calle, y con el que estábamos enojados hace tiempo.
En fin, como hoy.
El momento preciso en que levanto la cabeza y siento que de pronto cae la primera lluvia.
Ustedes también tienen sus momentos, ¿no?
La foto es de Claudia
Omar, quizás el libro que no recuerdas sea el de la autora japonesa del siglo X, Sei Shonagon. Escribió 'Makura no Soshi' (El Libro de la Almohada) allí hya una serie de listas, como por ejemplo, cosas que emocionan.
ResponderBorrarTiene cosas exquisitas:
"Cosas que emocionan.
Pichones de gorrión.
Pasar por un lugar donde juegan niños de pecho.
Una persona de alta condición detiene su carroza frente a mi casa, y ordena a su sirviente que solicite una cita.
Encender un incienso muy bueno, y acostarse sola.
Lavarme el cabello, maquillarme y vestir un kimono perfumado.
En este caso me siento feliz y noble, aun cuando nadie me observe.
Una noche que espero a mi amante, al escuchar el ruido de la lluvia en mi puerta y el golpeteo del viento, sin motivo y de repente me sobresalto."
Te ganaste una estrellita.
Hermoso libro ese,
ResponderBorrary la pelicula The Pillow Book de Peter Greenaway con música de Goran Bregovic (tiempos de gitanos) , está basada en ese libro.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQué cálido tu artículo..
ResponderBorrarDónde , Dios, está mi alma?
De qué se nutre?
Cómo se salva?
De este oscuro y misterioso túnel
De ilusiones coloridas
amores y fantasías?
Me quedo entonces con aquel otoño aún no vivido..tan dentro mio, tan dentro mio..
Me salva el color de la hoja que pende del árbol oscuro y musgoso
Verde..
Las que caen con la brisa suave,
y crujen bajo mi huella..
Humildes y sin reclamo
Tan cálidas.. jaspeadas
(sorry..me volé..)
PD: y esa peli dónde se puede encontrar?
ResponderBorrarGracias por tu poema
ResponderBorrarEl libro de la Almohada!
si que es maravilloso. Lo compraré, pues ya lo vi en mi libreria preferida.
Vi en youtube unas escenas de la peli. Que música!
Aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=4ScJYLFH4UE
Poco a poco mi cuerpo
ResponderBorrarse va cubriendo de hojas amarillas
de peces o de párpados que tiemblan.
Llega el viento y sacude la memoria
arrancando palabras, viejo snombres,
harapos desteñidos por la lluvia.
Indiferente al cuchicheo
del follaje herrumbroso,
viene un pájaro y canta un nuevo canto.
Algo en mí está crujiendo.
Estoy de pie pero mis ojos se arrodillan.
Tenue rescoldo del atardecer.
Desde mi piel tatuada de inscirpciones
el otoño deriva hacia otros árboles.
Antonio Requeni
Buscaré el libro "El libro de la Almohada"
ResponderBorrarUno de esos momentos fue caminar por Tiergarten en Berlin ;)
Besitos
El primer trago de una cerveza bien fría.
ResponderBorrarDespertarse y saber que aùn quedan un par de horas para seguir durmiendo
ResponderBorrarCreo que me estás recordando que debo comenzar con algo nuevo y dejar en tal caso por donde venía lo que venñia hilando hasta tanto sienta que deba regresar a ello.
ResponderBorrarMe encantó esta lectura de líneas tan espontáneas.
Gracias y Cariños.
Una cotidianidad que me asombra, lo cierto es que aún me parece interesante cómo se puede escribir tanto de los sucesos más simples de la vida
ResponderBorrarNo escribo poemas, pero los llevo en mi interior
Visite mi blog
un grato refresco a esta hora de la madrugada.
ResponderBorrarsaludos,
marcelo.
El Otoño es particular
ResponderBorrarMás romántico que el verano, más cercano al corazón del hombre que el invierno.
Pero la vida sigue igual. Las estaciones van y vienen sin importarle mis preocupaciones.