L. ha escrito una trilogía adictiva.
Qué duda cabe.
Tan adictiva como son los documentales del Discovery Channel, que anuncian con meses sus programas sobre una conspiración argentina, o la conspiración de los libros gnósticos de la Biblia , o el reportaje sobre un hombre árbol, o el niño del cerro El Plomo. Entertainment.
Son adictivas las conspiraciones. Y parece que está de moda canalizar nuestras paranoias en novelones.
Uno espera y ve con ansias esos programas y, en realidad, al final, todo queda en poco. A lo más recibimos una leve sensación de que fuimos incorporados a iglesia de iniciados. Ahora sabemos algo que no todo el mundo. Cree uno...
Stieg Larsson se murió a los cincuenta años de un ataque fulminante al corazón.
Murió pobre.
No alcanzó a ver su éxito mundial
En eso me recuerda a nuestro paisano Roberto Bolaño.
Qué duda cabe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario