miércoles, octubre 27, 2021

Entrevista a Omar Pérez Santiago por Leo Lobos . Revista Gafe

                                                     


Gafe 

1. Háblame por favor de tus traducciones de autores escandinavos, publicadas en los últimos años. Autores con Thomas Tranströmer y Karin Boye, y su proceso editorial. Editoriales y editores. 

 

Siento hoy una profunda emoción que ahora se publiquen mis traducciones de los 5 libros de poesía de la gran sueca  Karin Boye, por la editorial Los Perros Románticos. Espero que sea un aporte al árbol de la literatura. El primer deber de un autor es abrir un nuevo territorio

 

A veces, el camino es fastidioso, lo sabrán ustedes. A veces, en el camino se levantan hidras. En un momento, mi amado Chile sufría una dramática noche de una dictadura dominada por sádicos. Tenía 25 años y un malogrado día, muchos policías de civil rodearon mi hogar y se llevaron a mi padre y a mi hermano. La desolación y largos meses de ocultación, al final,  me llevó al exilio, a un lugar que nunca soñé.

 

Nunca olvidé aquel invierno en que un avión aterrizó en un pequeño aeropuerto de Suecia. La noche invernal era blanca, un país níveo y frío. ¡Qué país hermoso, de paz, de bienestar, de aire fresco y puro y buena alimentación! Ser inmigrante también puede ser una identidad. Viví en Malmö y allí hice amigos. La importancia de hacer amigos es como tener una familia.

 

Un día leí a la poeta sueca Karin Boye en una página cultural. Su sensibilidad me conmovió. Desde entonces comencé a traducir algunos de sus poemas más famosos. Tarea que he terminado hoy con la publicación de toda su poesía reunida.

 

Trabajé de profesor y también escribía artículos culturales para el diario Arbetet, cuyos honorarios ayudaban a mi economía de profesor.  Un día fui a entrevistar al joven poeta punks, Hakan Sandell.  Entonces le propuse a Hakan Sandell hacer un recital poético en el Fredman, un centro  cultural de la ciudad.

Había una vida literaria muy activa y vital en la ciudad de Malmö, que miraba el mundo desde abajo, gente crítica y auténtica, una generación antiautoritaria y creativa. Cada fin de semana organizábamos actividades artísticas en el Fredman, un acogedor centro cultural. Hakan me propuso que incluyéramos a otros poetas, como Clemens Altgard.
Visité a Clemens en su departamento, hablamos  de unas bandas punks, bebimos licor italiano y me regaló un libro del danés Michael Strunge, el poeta había publicado 11 libros y se suicidó a los 27 años y que Altgard había traducido al sueco. Publiqué la entrevista en el diario Arbetet. Y un  día el Fredman se llenó de punks escandinavos en una animada fiesta contracultural.

Era una tendencia natural que los tradujera al español. Y luego se publicó la antología de mis amigos, La Pandilla de Malmö.

Luego se publicó un libro con mis traducciones del mito danés Michael Strunge, desaparecido a los 27 años. También traduje un libro de poemas de mi amigo Clemens Altgard, No Muerto.

El año 1987, en un pequeño bar del barrio viejo de Malmö, el poeta Tomás Tranströmer –premio Nobel de literatura- inauguró los Días de la Poesía. Esa noche, el poeta sueco se paró desde un rincón y leyó uno de sus más famosos poemas: "Los recuerdos me miran". Supe de inmediato que estaba frente a un poeta admirable. Sentados casualmente cerca, intercambiamos palabras. Tranströmer tenía entonces 56 años, y era amistoso, sencillo y cálido.

"Tu poesía tiene cierta afinidad con Jorge Teillier, un paisano mío", le comenté.

“Lo he leído”, me dijo.

La escritora Sun Axelsson había vivido en Chile y le había hablado mucho de Teillier y él había leído traducciones.

Entonces empecé a traducir poemas de Tomás Tranströmer y esa antología Introducción para Inquietos ha tenido ya varias ediciones.

 


2. Háblame por favor sobre la traducción, el oficio del traductor, la traducción en Chile, escenarios actuales, panorama de cultores de este oficio. Algunos ejemplos. 

 

Sobre el oficio de la traducción literaria hay tantas teorías como pelos en un perro. Bendigo a esos académicos.

 

Pero, para mí la traducción literaria es un oficio práctico de 4 momentos básicos.

 

Lo primero es entender. Saber qué dice el texto. No hacerse trampa. Uno a veces, en una primera lectura, tiende a creer que entiende, pues el cerebro suple automáticamente ciertas palabras.

 

Lo segundo es el momento en que, de tanto darle vuelta a palabras oscuras, de pronto  se iluminan y uno descubre el fondo del texto. Es muy tranquilizador y gozoso.

 

Lo tercero es la verdadera tarea del traductor literario. Encontrar el estilo, asimilar el ritmo, la rima, contar sílabas, pensar en los marcos estéticos, las tendencias o escuelas literarias. Esa tarea es la más rica.

 

Finalmente, no menos importante, es leer la traducción en voz alta, o pedirle a otros que lean algunos poemas, hasta encontrar la prosodia y que el ritmo sea grato al oído. Devolver un lenguaje vivo.

 

El escenario de la traducción en Chile siempre fue débil. 

Jorge Teillier publicó un interesante libro Poesía Universal traducida por poetas chilenos, el que fue publicado en 1996 con traducciones de poetas chilenos, como Waldo Rojas, Omar Lara, Verónica Zondec.

 

En los últimos años noto un impulso a la traducción literaria, unido a las nuevas editoriales. Hoy hay buenas traducciones de poetas como la gran Soledad Fariña, Camila Fadda Gacitúa, o Leo Lobos, también admirables.

Chile tiene hoy una línea de apoyo económico a la traducción. Bien.

Pero a Chile aún le falta una política más orientada, con objetivos. El escritor es siempre fronterizo, va entre culturas y lenguas. Si Chile desea mejorar la  sociedad, la traducción es necesaria. Nos hace menos arrogantes, menos prepotentes. Creo que el vigor de una cultura se mide en su interés por otras culturas.

  

3. Háblame por favor de tus actuales y futuros proyectos. En qué estás trabajando tanto en lo personal como en otras iniciativas colectivas, en el contexto chileno de revuelta social y pandemia. 

 

Saldrá pronto mi libro de relatos Asesinato en Copenhague, que edita Mago editores, un libro sobre un perturbador true crime de una periodista sueca en un submarino.

Lo que más me solaza hoy es la idea de un montaje de una obra de teatro, o teatro de cámara de dos personajes, en el estilo de la novela fantástica bizantina. Por un lado, Ingmar Bergman, el genio y cineasta sueco ya viejo, que ha sido visitado por la muerte.  La muerte no es como él se la imaginó, un hombre de larga túnica negra. No. La muerte es una bella mujer de minifalda roja llamada Catrina. Para ganar tiempo, él la invita a bailar tango y descubre que ella es casta, ha mantenido su virginidad, no ha amado nunca. Oh, qué triste debe ser no haber amado nunca. La muerte no sabe lo que es amar. Debe ser terrible nunca haber amado.

 

***

Omar Pérez Santiago egresó de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile y, perseguido por la dictadura de Pinochet vivió en Suecia. Su primera novela, Malmö es pequeña, apareció en sueco en 1988, a la que le siguió, cuatro años más tarde, un volumen de cuentos, Memorias eróticas de un chileno en Suecia. Desde entonces ha seguido cultivando ambos géneros, además de la crónica, el ensayo y la traducción. Autor de libros como Allende, el retorno y Nefilim en Alhué.

domingo, octubre 17, 2021

Visionarios. Nueva novela negra. Espejismo Cruel de Juan Colil Abricot. Por Pérez Santiago

Centro Cultural de Manuel Rojas, octubre 2021.

1. Me place hablar de una nueva e imaginativa novela negra que aparece hoy publicada por los visionarios de Los Perros Románticos, Espejismo Cruel de Juan Colil.

Es un enigma que germine un nuevo tipo de novela en Chile. A veces, ocurren cosas misteriosas, por ejemplo, a veces se enciende una luz.

Lo explicaré aquí rápidamente.

2. La cosa es sencilla. Edgar Allan Poe creó el primer detective literario de la historia, Auguste Dupin, en  Los crímenes de la calle Morgue de 1841.  La muerte de dos mujeres en un departamento de París.  

Era la época de la primera revolución industrial, las máquinas a vapor, las factorías, el crecimiento de las urbes y la escasez de la seguridad policial. La primera oficina de detectives privados se abrió en EEUU a fines de los años 30. Un ladrón y criminal llamado Vidoc, se pasó al lado de la policía, y con su  astuta y vigorosa mentalidad comercial, luego formó su propia oficina de detectives, con la que se hizo rico y famoso. Poe lo tomó como inspiración.

3. Por supuesto, en la literatura ya habían ocurrido muchos asesinatos. La gracia de Poe fue que el crimen era una forma de misterio susceptible de ser resuelto con un método basado en el positivismo científico, el juego o arte deductivo. El detective usaba la lógica, el razonamiento y la observación analítica. De hecho, en las primeras páginas de su obra, Poe explica los valores de la mente analítica.

4. La moda se extendió y nacieron los más famosos detectives literarios. Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle. Hercules Poirot  de Agatha Christie. Philip Marlow de Raymond Chandler. Sam Spade del norteamericano Dashiell Hammett. Martin Beck de la pareja sueca Maj Sjöwall y Per Wahlöö y Kurt Wallander de  Henning Mankell, base de toda una industria millonaria de novela negra escandinava.

5. En Chile, el historiador Alberto Edwards creó en 1914 el  detective Román Calvo. En nuestra época tenemos a Cayetano Brulé de Roberto Ampuero y el detective Heredia de Ramón Díaz Eterovic, un detective solitario literario y que vive junto a su gato Simenon en un departamento santiaguino.

6. Hasta ahora todo claro, sencillo.

La pregunta que sigue es ¿Qué época vivimos ahora?

Según Latinobarómetro la pobreza ha aumentado en América Latina.  50 millones de habitantes viven en la extrema pobreza.  Hemos retrocedido 20 años. Los Estados viven en crisis política,  sanitaria y económica. Hay desconfianza de las instituciones. ¿Qué tipo de sujeto ha nacido? Sujetos resentidos, melancólicos, tristes y solitarios que salen todos los días a ganarse la vida.

7. La labor editorial es pesquisar obras de nuevas sensibilidades. Los visionarios de Los Perros románticos publicaron anteriormente otra novela de alta imaginación del novelista peruano, Al Pancorbo, sobre un taxista que debe resolver crímenes. La novela El duro despertar es una trepidante y entretenida aventura de intrigas en la Lima sucia. Un  joven taxista de 23 años  recorre con el peligro diario de que un navajero le corte el cuello, desde las cervecerías del barrio Miraflores hasta los que venden cerdo y chicharrones cerca del Rímac.

 8. En la novela de Juan Colil un supuesto dentista intenta zafar de su mala suerte, Gino Medina, en un thriller noir de nuevo tipo.

¿Por qué?

 Aquí no hay detective, ni policías, sanos o corruptos.

Simplemente, Medina es involucrado en crímenes por simple mala suerte.

Gino Medina se mueve por el centro de Santiago.

Al leer, recordé como si fuese un sueño, cuando yo egresé de la universidad e hice mi práctica profesional en una oficina en la calle Bandera, en el centro de Santiago e ingresé al mundo adulto del trabajo. Pronto, mi jefe, un vividor,  me invitó a que saliéramos a tomarnos unos tragos con unas colegas. Y así, gracias al vividor, conocí ese mundo nocturno del centro de Santiago donde se divertían los chilenos, generalmente en subterráneos que no se veían de día desde la superficie, y donde uno aprendía cosas que no se enseñaban en la universidad, como hacer amigas y sobrevivir a las noches intensas. Esa ráfaga de vida nocturna era una linda manera de soportar el aburrimiento.

La novela de Colil me recuerda a ese mundo subterráneo que aún existe, pero más degradado.

9. Gino Medina tiene un valor que yo aprecio en cualquiera: no se victimiza, no lloriquea y le gusta la aventura. En el fondo, como buen chileno, se tiene fe.

Su  lucha cotidiana por la supervivencia lo convierte a él, quizá sin saberlo, en un ser existencialista. Existencialista chileno, eso sí.

Qué chileno de hoy no ha sentido el deseo de llevar a una bella mujer extranjera llamada Svetlana, al Kaleuche, el restaurant estrella de El Tabo, y querer lucirse al invitar a comer unas almejas y beber vino blanco frente al Pacífico.  

O qué chileno –que no ha tenido más hogar que este- no ha soñado con ser un patiperro y que alguien le regale un pasaje y dos mil dólares para irse al culo del mundo, en este caso al Cáucaso, con la promesa además, que allí se arreglarán sus cosas.

Y Medina llega a Osetia del sur, un país casi risible, de 50 mil habitantes y que viene saliendo de una guerra..

No me río fuerte por respeto. Pero Osetia era un espejismo cruel de Santiago. Como en un cuento de Chesterton, dar vuelta al mundo, es al fin, volver al hogar, como hijo pródigo.

Así, él aprende que todo el mundo huele igual.

A la vez, la novela nos enfrenta a una exigencia. La de comprender, sin prejuicios, el desamparo. Es una escritura comprometida con la gente que vive en las oscuridades de ciudades destrozadas.

10. Si tuviera que nombrar un precedente sería al argentino Osvaldo Soriano,  y su novela Cuarteles de Invierno con ese boxeador y ese cantante de tangos, dos solitarios, por instinto, dignos.

El maestro de la novela negra, mi estimado Ramón Díaz Eterovic, me mencionó una lista de escritores argentinos que han trabajado en esta nueva novela negra, la que él llama la antinovela policial.

domingo, octubre 10, 2021

La sicopatización de la política chilena. El affaire Piñera. Por Pérez Santiago

Ilustración: Narciso plebeyo de Pablo Suárez


1. Entre el desplome de La Fronda Aristocrática de terratenientes (el 8 % de la población de la que habló en 1928 el historiador Alberto Edwards), y el golpe militar de 1973, en esos 40 años del siglo XX, los chilenos intentaron construir una institucionalidad que respondiera a su alma popular.
2. La ruptura de 1973 llevó a la creación de una nueva Fronda Aristocrática, una casta financiera y extractivista. Es el 8 % de la población que se desposan entre primos, y a veces, entre hermanos, como lo muestra Patricio Corvalán en su libro El Clan Larraín. Una organización completa de políticos, banqueros, promotores de compañías y especuladores que se agrupan para explotar.
3. Fueron tiempos de oscuridad, de disolución de valores y de ebriedad pinochetista. Sólo existía la crueldad más oscura. Durante largos y tristes años fuimos dominados por sicópatas: Asesinatos, torturas, exilio. Daños de largo aliento. Cicatrices, sangre, horror y muerte.
Y Chile terminó mal, al final del círculo.
Tenemos altos índices de deterioro de la salud mental, los más altos del mundo: el alcoholismo, el tabaquismo, la obesidad infantil, cantidad de presos por habitante, tasa de suicidio juvenil, feminicidios, etc, etc.
4. Desde octubre de 2019, una ráfaga de viento de acero entró en Chile e inició un nuevo tiempo histórico. Zeitgeist. La muerte de una época y el advenimiento de otra. Chile vuelve a reordenarse. Fue gracias a la masividad de las protestas civiles pacíficas, no violentas, en cada ciudad, en cada pueblo de Chile. Yo estuve allí. Me encontraba participando en la Feria del Libro de Pichilemu, cuando espontáneamente miles de corazones marchan desarmados por las calles del balneario, izando banderas chilenas o mapuches. No fue la violencia, quemas de metro o saqueos lo que provocó el cambio. La teoría de ciencia política de la norteamericana Erica Chenowth sostiene que la masividad de las marchas pacíficas determina la caída de un régimen.
Así fue en Chile. La marcha de las marchas, la marcha más grande de la historia de Chile, el día 25 de octubre de 2019, estuvimos en las plazas con la esperanza de vencer a un sistema injusto de una casta privilegiada.
5. La fractura del país mostró un abismo tenebroso, nuestras entrañas. Nuestros fracasos nos acechan desde el abismo. La grieta es una depresión que nos genera rabia e ira y nuestra voz se torna ronca. Después y por desgracia, somos tan carentes de misericordia con los otros. Y no tenemos autocompasión.
6. El deterioro de la salud mental de la mayoría de los chilenos, en los políticos es aún más grave. Según lo muestra David Owen en El poder y la enfermedad, los políticos se vuelven maníacos, eufóricos, de irritabilidad extrema, con abuso de cocaína, alcohol y fármacos para dormir.
7. Muchos comentaristas no consideran la salud mental de los políticos. ¿Por qué? Porque soslayan la realidad y evalúan la política a través de ideas abstractas y preconcebidas.
El filósofo danés Soren Kierkegaard fue crítico a la metafísica de Hegel y su abstraccionismo predominante. Kierkegaard pensó en el rol del individuo y en la experiencia subjetiva, pensó que las cosas la deciden los individuos.
8. Este tiempo histórico vertiginoso es una máquina que tritura carne política y mete en una licuadora las expectativas ingenuas de los políticos.
Fíjense. No nombraré a nadie. Pero este año hubo vergonzosas, obstinadas e irreflexivas actuaciones de políticos. Son idiosincrasias egodistónicas. Con ego desmedido se auto aniquilan. Hemos visto a políticos en llamas, fulgurantes como una antorcha. Interpretaron mal la realidad y se estrellaron con su Némesis, la diosa que castiga la desmesura.
Están sometidos a la «pulsión destructiva y sádica» según la tesis de la siquiatra feminista Sabina Spielrein. Ellos alcanzan un sueño, pero caen de modo tan ridículo como escandaloso. Son el Arquetipo del Fracasado Inaudito. Ellos caen como un vaso de leche y se despedazan. Es el síndrome del Hubris griego, o ego desmedido.
9. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, es un prototipo de esa enfermedad. Piñera sufre la enfermedad del dinero, el excesivo apego a las riquezas. La sicología médica llama a la enfermedad Crematomanía o deseo obsesivo por acumular dinero. Piñera antepuso todo al dinero: ningún respeto con el honor de su cargo, ningún respeto con la familia, las amistades y el entorno social. El lema de Piñera de “negocios son negocios” contiene la deshonestidad del acaparador inescrupuloso. Piñera es un bípedo respirante e impúdico que concentra lo peor de la época. Piñera desarrolló al máximo sus facultades corruptoras. Eso quedará tatuado en su frente.
Ilustración: Narciso plebeyo de Pablo Suárez

sábado, octubre 02, 2021

Irlandeses. Cómo acechan nuestros fracasos. Por Pérez Santiago

 


Off The Record, Revista de arte y cultura, Octubre, 2021                  

El 2022 se cumplen 100 años de la publicación del Ulises, la obra fragmentaria  de 800 páginas del escritor irlandés James Joyce, una bestia literaria.

Irlanda, una isla represiva, tiene  admirables escritores. James Joyce, Samuel Beckett o Jonathan Swift eran conocedores  y críticos de  la apatía o desidia de su pueblo.

Edna O´Brien, la  bestia literaria femenina o la enfant terrible de Irlanda, en 1960 publicó la novela, Las chicas del Campo, sobre las vidas interiores de dos jóvenes mujeres que viven asfixiadas o esclavizadas en la autoritaria Irlanda. Cuenta la leyenda que un cura  fanático quemó ejemplares  del libro en la puerta de la iglesia de San Cronan, en su aldea, Tuamgraney.

Los escritores, se dice, han jugado un rol de líderes o videntes, en un misterioso matrimonio con su pueblo. El vitalismo les proporciona identidad.

Con solo 5 millones de habitantes, 4 irlandeses han recibido el Premio Nobel de literatura:  Yeats (1923), Shaw (1925), Beckett (1969) y Heaney (1995).

Borges atribuía esto a que los irlandeses  fueron dominados por los ingleses y les  impusieron su lengua. El gaélico tendió a extinguirse. Los irlandeses manejan la lengua inglesa. Y sin embargo, se saben no-ingleses, es decir, no deben una lealtad especial a la tradición inglesa. Entonces, agrega Borges, los irlandeses pueden encarar  la literatura desde un punto de vista revolucionario. La lengua es la misma, aunque los irlandeses la usan de un modo totalmente distinta, con otra vitalidad.

Joyce publicó en 1914, un libro de 15 cuentos, Dublineses, historias críticas del apaciguamiento islandés. En el cuento, Una Nubecilla, un escritor irlandés de éxito en Europa, llamado Gallagher, se encuentra con un amigo, llamado Chandler, un anodino que jamás salió de Dublín. Es la risa que provoca el cosmopolita contra el provinciano.  Su mejor cuento es Los Muertos, una fiesta en un departamento de una familia burguesa de Dublín, una panorámica cínica, donde al final aparece la omnipresente muerte, la muerte de pie.

Dave Lordan (nacido en 1975) pertenece a una nueva ola de narradores irlandeses y su Primer libro de Fragmentos, ha sido traducido por el chileno Ulises Fairlie.

Los 16 cuentos cortos de Dave Lordan son algo Joycianos. 16 fragmentos no sentimentales, crónicas oscuras o devastadoras, que transmiten una sensación de motín artístico y político, donde las cosas se quiebran como un espejo roto de las complejidades de la cultura contemporánea: la muerte, el suicidio y la inseguridad.

Dave Lordan es un fiel admirador del escritor chileno Roberto Bolaño (nuestra bestia literaria). En el  libro fragmentario de 1119 páginas, 2666,    Bolaño explora el frenesí sádico en los cientos de asesinatos de mujeres en México.  

La cocaína del Dr. Essler  es un cuento de Lordan, un True Crime, basado en un hecho histórico real, un crimen de una mujer en un hotel en Irlanda,  en la década de 1930 que involucró a miembros del Partido Nazi irlandés. El crimen fue barrido bajo la alfombra. La muerte, como desde un abismo, movida por el viento, reaparece como un fantasma estremecido y se ponen de pie los viejos huesos. Es un estilo narrativo de representaciones  de la barbarie con elementos humorísticos imprevistos. Un lector  se estremece frente al lado oscuro de la existencia humana, mientras se ríe. La cara trágica y la cara cómica.

Es una literatura tan desesperada como divertida, que busca conjurar a los muertos y preservar su memoria en forma de un arte vivo. El abismo produce conmoción en la literatura.

En Irlanda, la puta isla conservadora,  la mayoría  abusada, frente al sadismo,  busca una forma de decir basta al mal.

Chile también es una isla represiva. Del mismo modo, a los chilenos  también nos acechan nuestros putos fracasos y nos llenamos de rabia e ira y al final y por desgracia, somos tan faltos de compasión o misericordia.

https://www.offtherecordonline.cl/PDF/Off_2021_10.pdf




Escenas de la vida posmoderna: intelectuales, arte y videocultura en la Argentina de Beatriz Sarlo

Hace treinta años, el diario La Época de Chile publicó mi reseña del importante libro de Beatriz Sarlo, "Escenas de la vida posmodern...