—La tarde del 17 de diciembre de 2023 comenzará mi Ceremonia
del Adiós, dijo Gab, el actual presidente de Chile.
Bebió un sorbo de Calafate Sour, el cóctel que alegra el
corazón de los magallánicos y que se liba en un vaso de madera, idealmente
ciprés.
—¿Ahora predices el futuro, Gab? sonrío Irita abriendo sus
ojos de dulce color madera.
—Sí. La tarde del domingo 17 de diciembre, se clarificará el
futuro de Chile, con el plebiscito de la Constitución. Entraremos en un bucle
paralelo nunca visto.
—Eso se llama prolepsis, adivinar el futuro, dijo Irita.
—La tarde del 17 comenzará mi ocaso como presidente de
Chile. Los políticos con ansias de sucesión o pretendientes de palacio
caminarán con mi ataúd mientras oyen la Marcha fúnebre de Chopin.
—Ja, ja, ja, por favor, Gab, qué risa… Se dice que hay un
determinismo hasta en la caída de un gorrión. Si está escrito que será la tarde
de domingo 17, será esa tarde del 17. Es el plan secreto del destino. Je.
—¿Puedes guardar un secreto? Mi abuelo decía que la razón de
la vida es prepararse para estar muerto. Debo estar listo para evitar que la
guerra por la sucesión no me haga carne molida, dijo Gab.
—¿Carne molida?
—Sí. A un explorador en la selva lo acometió un elefante de
6 toneladas. El elefante lo iba a aplastar con sus enormes patas. De los
arbustos surgieron unos nativos y con lanzas y gritos ahuyentaron al
paquidermo. "¡Gracias! -les dijo el explorador-. ¡Me han salvado! ¿Por qué
lo hicieron?". Uno de los nativos le explicó: "Es que no nos gusta la
carne molida".
—Ja, ja, ja. Caníbales. —Irita se echó a reír a carcajadas.
—Pero debes saber, Gab, que en la numerología el número 17 se asocia al ave Fénix,
el ave que resucita de las cenizas.
—Creo que el domingo 17 se iniciará La Guerra de las Faldas.
—¿Mujeres a la pelea? ¿Evelynmathei versus michellebachelet?
¿O evelynmathei versus carolinatohá?
—Mi legado ideal sería que una mujer logre la mayoría
absoluta en la primera vuelta, de tal modo de tener control del parlamento y
puedan gobernar con mayoría. Es muy triste tener minoría en el parlamento.
—Gab, para eso tendrías que acallar a las envidias
divisoras: las ximenarincón, las pamelajiles, los pepeauth.
—Clamarán que yo los resucite del infierno donde ahora se
desuellan y agonizan.
—¿Conoces sus talones de Aquiles?
—La debilidad de pepeauth es el síndrome de la Avaricia
Incumplida
—¿A pepeauth le gusta la plata?
—Pepeauth sueña con ser millonario. Envidia a sus camaradas
del PPD, que se hicieron gerentes y acaudalados. Y él aún es pobre. Llegó tarde
a la repartición. Todos los PPD comieron, menos él.
—Se llama aporofobia, un miedo inconcebible a la pobreza.
—La otra, ximenarincón, se cree linda.
—Je. Chula presumida ¿Y la pamelajiles?
—La triple envidia:
se cree inteligente, linda y es pobre.
—Doble chula. La llaman Cruella de Jiles, je.
Ahora es el presidente de Chile que se echó a reír a
carcajadas:
—Je je je. Pamelajiles
sufre la neuropatía de Gerstmann: no puede diferenciar
derecha-izquierda.
—Como la encefalopatía de las vacas locas, ji ji ji.
—A nosotros, millennials, nadie nos enseñó a ser
adultos, Irita. Pero a los boomers no les enseñaron a ser Adulto Mayor.
No saben cuándo jubilarse, como el Rey Lear.
Gabbe se miró en un espejo. Su rostro barbudo se ensombreció
un poco.
—¡Cuán pronto el poder me ha quitado pelo! Me iré calvo de
la presidencia de Chile.
Bebió otro sorbo de Calafate Sour.
—Para las mujeres, los calvos son más sexy, Gab…
—¿Soy más lindo pelado?
—Los calvos son más seguros de sí mismos, como Bruce Willis.
Y no te preocupes, desde el 17 de diciembre te empezarán a salir plumas, mi Ave
Fénix.
—Oh. Cada vez eres más deliciosa, Iri…
Ella se sirvió un Calafate Sour al seco.
Ella de pronto bajó la cabeza como una bella garza y solloza.
Snif, snif.
Una pleamar de emociones inundó la sala cuando Irita dijo
con voz saudade:
—No esperes demasiado de mí, querido Gab.
—¿Qué quieres decir?
Silencio.
Ella balbucea:
—No eres tú, soy yo, Gabbe.
El presidente de Chile sintió de inmediato que este era el
fin.
El presidente de Chile tiene lágrimas en sus ojos.
—Gab, alma mía.
—Sé que eres un corazón independiente, libre, Iri.
—Es hora de partir. Podría fingir ser yo, pero ya no sería
real…Te dejo mi corazón, Gab. Pero ya no te sigo, amor…
El presidente de Chile solloza:
—Hemos vivido tan rápido, tan intenso que no tuvimos tiempo
de reflexionar en nuestra propia naturaleza.
—Recién maduramos como seres humanos, Gab. El secreto de la
vida, los por qué, todas esas cosas. Fuimos los reyes del mundo, pero precarios
sobre arenas movedizas. Tiempo de amigos y de sueños. Levantar montañas,
combatir dragones.
—Ha sido tan veloz. Hemos vivido la vida como una ficción, como
un sueño.
—Sí. Tiempo de amor, de ilusión y de aventura. Tiempo que va
y viene. No pensamos en nada. Ha sido una extraña y hermosa forma de vida, Gab.
—Hasta aquí llegamos…
—Gracias por todo, amor. Por la aventura de vivir contigo.
Siempre serás mi presidente, Gab.
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