Italo Calvino vendía libros a crédito de la editorial Einaudi, luego fue su redactor y director. Su correspondencia, despachada, como parte de su trabajo en Einaudi, en el período 1947-1981, entre sus 24 y los 58 años de edad, es un símbolo de exigencia creativa, de fortaleza anímica y de lealtad con las letras.
Con su talento, Calvino ejerce una cruel, guerrera y severa concepción del oficio de escritor, pero a la vez, una gran ironía, pasión y placer por este oficio. En las 270 cartas que constituyen el volumen muestran al ex guerrillero Calvino adoptando severos criterios editoriales. Y así cumplió con su propósito de participar en la construcción de un moderno contexto cultural y en la que la literatura constituyera una fuerza innovadora. Como editor Calvino, tenía el mismo espíritu del muchacho guerrillero que bajó del bosque junto a cientos de partisanos, mientras las mujeres salían a recibirlos con flores, al final de la guerra.