Julio Ramón
Ribeyro, el gran narrador y ensayista peruano, afirmaba que no le gustaban las
entrevistas. Se consideraba tímido. “No me atrae en absoluto la fama” “Me
incomoda que la gente me reconozca”. “Quienes
me conocen saben que soy hombre parco, de pocas palabras, que sigue creyendo,
con el apoyo de viejos autores, en las virtudes del silencio.”
Paradojalmente,
Lolita Ediciones ha publicado un libro titulado “Las respuestas del mudo”, de las
entrevistas que Ribeyro dio a diversos
medios; recopilados, con prólogo y notas del crítico peruano Jorge Coaguila.
Ribeyro, un escritor del que se ha dicho, con
una broma muy literaria, que fue “el mejor escritor peruano del siglo 19”, por su
predilección por Balzac, Stendhal,
Flaubert y Maupassant y las técnicas narrativas decimonónicas, creo que más que mudo, le cansaba más bien
la repetición de las preguntas de los periodistas. ¿Por qué te fuiste de Perú?
¿Cómo escribes?
Ribeyro tenía
un sentido de la ironía tan fino en sus cuentos; y alejándose del naturalismo, aumentando
el desfase, se fueron convirtiendo algunos en cuentos alegóricos y fantásticos,
donde trata el asunto del doblaje o el doppelgänger, que yo valoro mucho, temas
que fueron popularizados por Hoffman, Poe, Cortázar y Borges, pero que en
realidad son temas presentes en los viejos cuentos de la humanidad.
Pero, se
dice que la narración breve dejó atrapado o marginalizado a Ribeyro del boom
literario latinoamericano, pues el cuento, como género, no tenía “buena prensa”.
“Los libros muy largos me inquietan un poco”
Este es un
libro que resultó valioso para mí. Quizás lo sea también para varios de
ustedes.
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