Disfruto del libro de cuentos «Nos cuesta la vida» de Luis Alberto Tamayo por su narrativa bien escrita, a través de frases concisas y diálogos ágiles. Los cuentos se desenvuelven con una fluidez que se beneficia de su brevedad, y la edición de Edebé, con su cómodo formato y diseño, se suma a la experiencia de lectura.
Los 10 cuentos que componen la obra giran en torno al tema de la derrota. La derrota es central en el corpus literario de estos cuentos de Luis Alberto Tamayo.
Personajes chilenos comunes: esforzados, trabajadores, estudiosos quienes están convencidos que esa es la única manera de progresar. Sin embargo, por razones inexplicables, quizás caprichos del destino, la vida de estos personajes invariablemente termina en derrota
Es decir, son cuentos del vencimiento. Un tema recurrente en la obra.
El cuento ‘El Rucio y el río’ sirve como claro ejemplo de esta temática. En él, el Rucio lucha por mantener a flote su negocio al borde del río, pero es el mismo río el que, inexorablemente, lo derrota. Se ahoga.
De igual manera, en el primer cuento, ‘Atardecer en sepia con piscina y álamos’, narrado a coro por los diversos miembros de una familia que aparenta ser ideal, bajo la superficie se esconde una realidad ominosa: la familia fracturada, un tío que manosea a las niñas.
Esta derrota no es externa, sino interna, una condición inherente a la existencia de estos personajes. La derrota se convierte en una constante en la vida de estos individuos, marcando su destino. Es la naturaleza omnipresente de los personajes: ser derrotados.
Silencio y escucha: ¿Has reconocido tu derrota y la admites?
Personajes que buscan caminos como parte de su naturaleza, pero terminan mal.
En el cuento ‘Vestido Rojo’, unas amigas se preparan para ir a una fiesta vestidas de rojo. Pero, no pueden evitar la derrota de llegar a un sitio lúgubre donde no conocen a los invitados. Es el fracaso de las expectativas juveniles.
La derrota es una forma especial del espíritu y se aferra a todas las enseñanzas y filosofías, pero más aún a la vida cotidiana, ya que la vida misma está llena de derrota y en el fondo es totalmente ilógica. Los personajes se esfuerzan hacia el triunfo, para poder ser, al fin, derrotados. La derrota misma no tiene reglas. Ese es su misterio y su ley desconocida e incomprensible.
‘La Pichosa’ es un cuento sobre un profesor que ve llegar a su colegio a Pichosa, una antigua compañera de curso. Pichosa matricula a su hija en el colegio. Así el profe es testigo del sufrimiento de un niño que se enamora de la niña, la Pichosa Chica. El alumno sufre igual como el profe sufrió con la mamá. Dos derrotados en el desamor: el alumno y el profe. Todo se repite. Castigo eterno.
Así, los personajes de estos cuentos son de carácter existencialista. Es el mito de Sísifo de Alberto Camus. Sísifo es uno de los antiguos mitos griegos. Era un rey de Corinto mañoso con la muerte. Cuando la muerte fue a buscarlo la sedujo y la ató inmovilizándola. Zeus le impuso el castigo eterno de hacer rodar una roca por una colina en el Hades. Obligado a subir la roca que caerá de nuevo. Un loop. En literatura, un loop o bucle se refiere a una estructura narrativa en la que una secuencia de eventos se repite de manera similar o idéntica, creando una sensación de circularidad o repetición.
El mito de Sísifo es la metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre. A pesar de nuestros impulsos sinceros, haya algo desconocido e irreductible que siempre nos atrapa.
Lo sabía Alberto Camus. En enero de 1960 había pasado unas vacaciones en Lourmarin y volvía alegre. Pero su auto chocó contra un árbol. Murió a la edad de 46 años. Camus no pudo inmovilizar a la muerte. Muerte absurda e imprevisible, su derrota.
Mi cuento favorito se titula ‘El día que vuelva Mariela’. La trama, tan simple como absurda, narra la historia de un joven estudiante que alquila un pequeño departamento. Desde el primer día, comienzan a aparecer personas preguntando por Mariela, la antigua inquilina. La historia se torna absurda a medida que se multiplican los personajes que esperan el regreso de Mariela.
En resumen: persisten en los excelentes cuentos de Tamayo la sensación de que la filosofía del absurdo está a la vuelta de cualquier esquina. En los cuentos de Tamayo los personajes tienen tendencia a vivir en la filosofía del absurdo que sostiene que sus vidas son fútiles, o a lo menos, inasibles.
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