miércoles, junio 29, 2005

H. C. Andersen y su sexualidad

La Isla de Fiono es inolvidable por sus playas, sus aves migratorias, sus huertos frutales y sus jardines. El paseo incluye una visita a la ciudad de Odense -llamada así por el Dios Odín- y a la casa del gran escritor danés Hans Christian Andersen, convertida hoy en museo.
La ciudad acogió a las visitas de todo el mundo que participaron en las celebraciones del bicentenario del escritor.
Pero aparte de los homenajes, los turistas e invitados se encontraron con un fuerte rumor. Hoy se encuentran en el centro del comidillo cultural danés los contornos difusos de la abstinencia sexual de Andersen (sus biógrafos concuerdan en que murió casto) y su presunta homosexualidad.
Hans Christian Andersen se enamoró de varias mujeres pero murió virgen, según el libro de la escritora Bente Kjoelbye, H. C. Andersen og veninderne (H. C. Andersen y sus amigas).
Louise Collins, la hija de su benefactor, habría sido su primer amor.
Pero Louise se casó con un abogado de nombre Lind. En 1825 Andersen pasa las fiestas de Navidad con la familia Wulff en Amalienborg, donde surge una larga amistad con Henriette Wulff. En 1858 Henriette muere ahogada en el barco "Austria" camino a Estados Unidos, junto a 485 personas.
En el verano de 1830 visita en Faaborg a su compañero de curso, Christian Voigt, hijo de un rico comerciante. Entonces se enamora de Riborg, la
hermana de su amigo, pero ella no le corresponde.
La talentosa soprano sueca Jenny Lind, conocida como ''canario sueco'', llega de visita Copenhague en el año 1843 y a pesar que la joven de 23 años vive con August Bournonville, Andersen le envía flores, cartas y poemas. Tampoco es correspondido. A
Andersen se le asocia además con la bailarina danesa del "Det Kongelige Teater", Anna Margrethe Schall, con quien no tuvo mejor suerte.
Jackie Wullschlager ha escrito Hans Christian Andersen: The Life of a Storyteller (H. C. Andersen: La vida de un narrador), una biografía premiada en Odense con el Premio H. C. Andersen, en la que habla con tacto sobre su supuesta homosexualidad. También se anuncia el libro de Dag Heede, Hjertebrødre. Krigen om H.C. Andersens seksualitet (Hermano de corazón. La guerra sobre la sexualidad de H.C. Andersen).
Se levanta así una conjetura que ya circulaba en Copenhague desde su muerte y es que en realidad Andersen no se habría enamorado de Louise Collins, sino de su hermano Edvard. Lo mismo habría ocurrido con Riborg Voigt. Era a su hermano Christian a quien Andersen amaba. Wullschlager dice que las cartas que Andersen envía a las mujeres están llenas de lugares comunes. Las cartas a los hombres, en cambio, eran profundamente emotivas y ardientes. Afirma, además, que a los 55 años Andersen estaba enamorado de un joven bailarín, Harald Scharff, y que todo Copenhague cuchicheaba sobre esa relación. Pero, al igual que con las mujeres, no hay confirmación de amores consumados.
Andersen murió en agosto de 1875. En el velatorio en la Catedral de Nuestra Señora de Copenhague el pueblo, encabezado por el rey, lo venera como a un héroe. Fue enterrado en el cementerio Assistans de Copenhague, junto a su dilecto amigo Edvard Collins y su esposa.
En 1920, cuando el chisme sobre la relación amorosa de los dos hombres se transformó en sonora murmuración, un descendiente de los Collins se llevó sus restos a otro lugar.
Admiradores de distintas nacionalidades llegarán esta semana al cementerio Assistans a rendirle culto al inmortal fundador de los modernos cuentos infantiles, leídos por gente de todas las clases sociales y de todos los países. Un patito feo que se convirtió en cisne.
(Publicado en la Revista de Libros de El Mercurio, Viernes 1 de abril de 2005)

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