lunes, septiembre 03, 2007

Notas de Quintana, rencoroso veterano de ONG (5)

Empowerment

Un fantasma recorre el parque, el fantasma de Guilli.
El affaire Guillermo Renoir es muy didáctico para entender que una ONG es una calle sin salida. Guilli fue el primero en invertir la plata del Donante en los medios de comunicación. Consultado permanentemente por la prensa, un día apareció en la portada de la revista Magazine o revista Fashion, no recuerdo bien su nombre. Eso le dio el poder volátil que los otros adalides de las ONGs envidian, pues están esperando salir del gris anonimato.
(-y tú también, Quintana rencoroso)

Guilli hacia antesala, se sentaba en mesas negociadoras del gobierno y, sin ser elegido por nadie, tenía un extraño rango o status consultivo. Era exitoso el Guilli. Estaba empoderado, otra grotesca expresión anglosajona de uso en ONGs.

Pasando y pasando: Guilli callaba ciertas cosas y el gobierno pasaba información privilegiada. Tenía un lindo pasar. Le pagaban en dólares y usaba nuevas corbatas de seda.

La verdadera vida de Guilli empezaría un día que cayó en desgracia. Sin avisar aterrizaron en la capital, dos representantes del Donante.
Los gringos le pusieron una indemnización jugosa sobre la mesa y le hicieron una precisa demanda. Se lo dijeron en español para que Guilli entendiera bien:
-Renuncie y sin escándalos.

O sea, la pistola al pecho.
La Mano Que Da se había convertido en La Mano Que Quita.

Guilli no tenía alternativa. Calculó la indemnización.
Subió unos miles el precio de su cabeza.
-Ok, dijeron los donantes, firme ahí.

Y calló la guillotina.

¿Cuál fue el error de Guilli?
Había declarado que quería ser candidato a diputado.
Los cabecillas ONG tienen la misma secreta ambición: querer ser diputadillo. Sospechan que allí no necesitan trabajar.

Guilli era ahora un fantasma. Lo vi pasear por el parque. Era una sombra que parece cargar una cruz en una fosa de alquitrán.
-Hola, le dije.
-Hola, Raúl Quintana, me dijo sin levantar cabeza y susurró algo así como: “Quintana chuchetumaire”.


Pero, no estoy seguro… no escuché bien.
(aunque es plausible: es muy odioso, el huevón)



Imagen: Fantasma del parque