domingo, junio 24, 2007

La noche es la madre del día. Stagnelius

Malmö, esa hermosa ciudad escandinava de viento infame, me adoptó, a comienzos de los años 80, con su calculado cariño y conjeturada frialdad. La ciudad de mi exilio que yo inicialmente abominaría, sin saber que lo que yo necesitaba era amor. Inicialmente no me divertía el viento frío y miraba con sospecha la amabilidad de su gente.
En realidad nada me parecía compasivo.

Hasta que la ciudad me presentó a unas de sus hijas en la antigua taberna Två Krögare, en la calle Storgatan.
Pasan los años y pasan los años y ah cómo añoro esa cantina de barrio, llamada coloquialmente Bullen.
Y así la ciudad permitió que yo me entendiera con ella.

Un día la mujer me llevó a una jornada de copas por el largo bulevar cosmopolita de Copenhague. Y aprendí que lo aun mejor de Malmö es la vecindad con Copenhague, la luminosa capital de Dinamarca. De vuelta nos sentamos en uno de los bares del ferry que cruzaban el estrecho, y como un emparedado de pescado libado con cerveza, sabiendo que allá en la oscuridad se encuentra el mar helado y gris. Entonces, entendí, abrazado a esa sueca linda, que la vida me había dado una oportunidad (nueva).

Era ya imposible que yo no me entendiera con esa ciudad. No había vuelta atrás.

En eso pienso ahora cuando lectores del diario Expressen han elegido el mejor poema escrito en sueco. Se llama Amigo, en tiempo desolado y lo escribió el romántico de Stagnelius (1793-1823). Es un poema elegiaco, que nadie ha traducido al español, hasta donde yo se.

La noche es la madre del día (sánscrito div, es decir dios, es decir luz)

Amigo, en tiempos desolados

Amigo, en tiempo desolado, cuando tu alma se cubre de sombras
Cuando en hondo abismo, mueren memoria y sentido
La idea vacila entre sombras de formas y delirios,
El corazón no puede suspirar, y el ojo ya no llora;
Cuando cubierta de tinieblas tu alma cae en alas de fuego,
Y tú a la nada, con miedo, sientes bajar de nuevo,
Dime, ¿quién te salva entonces?- ¿Quién es el ángel amable,
Que tu alma ordena y da belleza otra vez,
Que construye de nuevo tu mundo derruido, restaura el Altar
caído, y enciende allí la llama con mano sagrada?
Sólo la esencia potente, que nace de la eterna noche
Besa de vida al serafín, despiertan a los soles a la danza.
Sólo la palabra sagrada, que gritó a los mundos: “Existe”
Y cuya viva energía a los mundos aún mueve.
Por eso, alégrate, oh amigo y canta en la oscura pena:
La noche es la madre del día, el Caos es el vecino de Dios

Si quieres leer el poema en sueco

La foto de Malmö es de mi hija, que nació en Malmö (por lo demás)

8 comentarios:

  1. Anónimo12:45 a.m.

    Oi, achei teu blog pelo google tá bem interessante gostei desse post. Quando der dá uma passada pelo meu blog, é sobre camisetas personalizadas, mostra passo a passo como criar uma camiseta personalizada bem maneira. Até mais.

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  2. Dos cosas:
    1.- El texto y la fotografía de Malmö son tan hermosos; hay una larga nostalgia, tristemente bella o bellamente triste, no sé, pero se me encogió el alma cuando vi esa fotografía de cuento de hadas y leí ese texto tan poderoso y feliz en su dolor.
    ¿Es idea mía o el 24 de junio en Suecia es un día especial?


    2.- El mejor poema escrito en sueco cautiva con la misma atmósfera que lo hace la poesía de Kavafis; hay algo en el ritmo que, sin duda, ha de ser aporte de su traductor, que evoca y convoca a los griegos. Puede ser... ¿o será que estoy tan nostálgica hoy?

    ¿Será posible oír ese poema en su idioma original susurrado al oído un frío atardecer de invierno junto a una copa de vino blanco que me recuerde algo de esa helada tierra donde habitan los elfos que enamoran?

    Muchos cariños, amigo en tiempos desolados.
    Suya
    Therese

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  3. Tendrás que volver a Bullen en algún momento... ahí sigue, en la misma esquina y con la misma sensación acogedora si lo miras desde afuera en grados bajo cero pisando nieve.

    Saluditos

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  4. Llegé a tu blog buscando un poema traducido al danés, que aún no encuentro... y me gustó tu blog, hace un año estuve en Malmo, es muy lindo aunque fui por el día
    Desde chile un saludo

    C.G.

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  5. ah, olvidé comentarte de que estoy casada con un Danés así es que si me dieras el dato de un poema en danés lindo lindo me avisas
    C.G.

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  6. Anónimo5:05 p.m.

    Oh Kavafis:
    Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
    Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
    Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
    y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.

    Johan Erick Stagnelius usaba también hexámetros y también dicen que Stagnelius era un poeta musical. ideal para tardes frías como estas.

    Un poema de un danés de categoría sería este:

    Sagrada, sagradamente

    Nuestra divinidad es el amor
    ahora y siempre, encerrado en nosotros.
    El rito es juego de cuerpos
    bajo la suave frazada de la noche
    o simplemente la tranquilidad
    de las miradas en la mesa
    cuando tú dibujas y yo escribo
    o el acuerdo en comprar una botella de vino
    a bajo precio.

    Somos paganos a veces
    me transformo en un ángel exigente
    y tú dejas que se agite tu diablo interior.

    Nuestra divinidad es el amor…
    Sagrada, sagradamente nos bañamos juntos
    y nos turnamos el agua caliente,
    y sólo con señales, libres de palabras
    nos turnamos el cigarrillo
    Sagrada, sagradamente esperamos el bus
    y damos una vuelta bajo tierra
    en la noche con tres grados de frío
    y cuando dormimos pegados cubiertos
    sólo con la oscuridad y nuestros cuerpos tibios
    Sagrada, sagradamente viajamos en bus
    y te sientas con tu cabeza apoyada en mi hombro
    y casi en sueños hablas sobre mañana
    o cuando yo despierto
    y me quedo una hora para sólo mirarte
    y tu rostro es liviano como un ala
    sagrada, sagradamente bajamos después de mediodía
    a "nuestro" café a tomar "desayuno"
    Sagradamente me llamas por teléfono
    y el sonido es limpio como reloj
    y tu voz vivaz como pájaro
    sagrada, sagradamente cierras los ojos
    y lanzas tu cabeza luminosa
    hacia atrás para destruir la noche
    mientras yo estoy sobre ti y en ti
    y tiro de tu pelo
    fuertemente como a ti te gusta,
    sagrada, sagradamente.

    Y nuestro rezo son palabras que nos decimos
    en los momentos en que obviamos
    ser modernos en este mundo.
    Y nuestro rezo son los ojos que fijamos
    con caricias para abrirnos paso, libres en el mundo.

    (Michael Strunge)

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