
el compañero de curso que se transformó en un leal, pero que se molestó para siempre por una mentirilla.
O el amigo diferente a uno, que piensa en todo distinto, pero compatible.
O la amiga mujer y confidente a la que uno admira, que te deja de ver cuando encuentra pareja.
O las amistades intelectuales.
O las amistades posesivas.
O los amigos livianos de sangre que nunca cobran nada.
O los que siempre están allí cuando uno los llama.
En fin, el dolor de las heridas que deja la amistad. (la traición, los malos entendidos)
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