"Recuerdo que quienes eran miembros de los núcleos de Partido o de la Juventud , cargaban el aura de iluminados y su militancia les confería un poder. Pero incluidos esos elegidos, la verdad es que todos tenían miedo y todos se vigilaban entre sí, todos y cada uno: profesores, estudiantes, bibliotecarios y hasta bedeles tenían miedo, los militantes se temían entre sí, pues cualquiera podía ser delatado, acusado, repudiado, parametrado, como se decía (cancelado, se le llama ahora), y, para protegerse o defenderse, las gentes o se callaban la boca o, mejor, se subían en cualquier tribuna para lanzar discursos de reafirmación política y protagonizar actos de fe marxista leninista con sus necesarias pizcas estalinistas. Y las delaciones, una de las consecuencias generadas por el miedo y promotoras de más miedo, proliferaron -como la conocida verdolaga. Porque, como bien se sabe, potenciar el miedo es condición sine qua non para el ejercicio del control.
Con centenares de artistas marginados, decenas de escritores excluidos, muchos profesores y estudiantes expulsados o castigados, cada uno de nosotros entendió la lección y practicó sus estrategias de supervivencia. Nadie de los que tenían alguna afición por la lectura se atrevía a decir, por ejemplo, que estaba leyendo mejor no decir que alguna vez los había leído-a Vargas Llosa, a Carlos Fuentes, a Cabrera Infante o al mismo Cortázar, menos aún a Lezama Lima y a Virgilio Piñera, por no hablar de Orwell o de Borges o de Solzhenitsyn. Lo ideal era llevar bajo el brazo La última mujer y el próximo combate, la novela de Manuel Cofiño -¿se acuerdan de que existió un tal Manuel Cofiño? ¿Alguien ha vuelto a leer al entonces célebre, popular, muy reeditado Manuel Cofiño?-, que no por casualidad con esa novela realista socialista había ganado el Premio Casa de las Américas de aquel año y había sido inmediatamente publicado y varias veces reimpreso con tiradas muy generosas. O confesar que tus escritores preferidos eran, digamos, el Shólojov de Campos roturados y el Nikolái Ostrovski de Así templó el acero."
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