Los suplementos literarios de grandes medios de comunicación publican esencialmente sobre escritores reconocidos, y que en lo posible hablen bien de las derechas, políticamente hablando. Eso es lo de fondo que Tommaso Debenedetti, genio de las entrevistas falsas a escritores, confirma.
En una entrevista (verdadera) con Miguel Mora en el El País.
Tommaso Debenedetti afirma categórico: “Me di cuenta de que lo que interesaba no era la cultura sino los grandes nombres, el espectáculo, las estrellas.” “Mis entrevistas iban más allá, eran casi siempre políticas. Les daba un sesgo de derechas. Me divertía y sabía que esos diarios pedían eso. "Estaría bien que hable mal de Obama", "hazle hablar bien de Berlusconi". Yo obedecía.” “ Las noticias, las entrevistas, las declaraciones y la censura se deciden con ese criterio. Es un sistema tendencioso que destaca por la ausencia de control. “
“La derecha tiene un gran complejo de inferioridad cultural, y a la vez se deslumbra ante los grandes nombres. Yo estoy contento de extender ese mensaje. Italia es un país de risa, entre el absurdo de Ionesco y los sueños de Calderón.”
Le hizo decir a John Le Carré que habría votado a Berlusconi. A Philip Roth le hizo decir que estaba desilusionado de Obama. «Obama Una grandissima delusione. Sono stato fra i primi a credere in lui, ad appoggiarlo, ma adesso devo confessare che mi è diventato perfino antipatico». (Il Giorno) Eso fue lo que disgustó a Roth, que despertó todas las sospechas en una entrevista real con la periodista de
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